¿Para qué reveló Dios este misterio que no podemos comprender?
La Santísima Trinidad . Por Juan Cicconi

Por Juan Cicconi
Para Adoración y Liberación
Cuando el ángel anunció a la Virgen María que sería la madre del Hijo de Dios, la Santísima Trinidad estuvo presente [Lucas 1, 26-35]; en el bautismo de Jesucristo, antes de comenzar su misión, la Santísima Trinidad estuvo presente [Mateo 3, 13-17] y luego de resucitado y antes de su Ascensión a los cielos, nos revela este misterio [Mateo 28, 16-20]; y este es un misterio completo para los hombres.
En el nombre de Dios bautizaba San Juan Bautista y Cristo sustituye la palabra Dios por el de tres personas, y Él mismo se dice Dios cuando expresa: ”Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra” lo cual es propio de Dios y no dice en los nombres, como si fueran tres dioses, sino en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Él selló este anuncio volviéndolo un misterio absoluto que no lo podemos comprender.
¿Entonces para qué reveló Dios este misterio que no lo podemos comprender?
Dios reveló este dogma no comprensible para nosotros por tres razones: primero: para que lo sepamos, segundo: para que nos humillemos y tercero: para que conozcamos no solamente a Dios sino otras cosas, muchas otras cosas.
1- Para que lo sepamos: todo el que ama quiere que la persona amada lo conozca como él es, que los demás piensen de él otras cosas no le importa pero la persona amada no, lo lastima mucho que piensen de él una cosa que no es y así Dios quiere que sepamos; pero una cosa es saber y otra comprender. Saber podemos saber todas las cosas que existen incluso las imposibles pero comprender no podemos, incluso de ninguna cosa podemos comprender la esencia ni siquiera la esencia de una mosca dice Aristóteles, porque para saber que una cosa es basta que nos la muestren o que nos demuestren que existe pero para comprender necesitamos comprender su esencia y la Trinidad Divina sabemos que es porque Cristo nos la reveló pero no sabemos lo que es ni como es, pero después de la revelación de Cristo podemos saber algo.
2- Debemos reconocer las limitaciones de nuestro entendimiento, humillarlo ante Dios, porque la razón humana es propensa a ensoberbecerse y cuando esto ocurre se enloquece, es su perdición. El intelecto es la cosa más grande que existe en el cielo y en la tierra, es la cosa regia y divina. Dios es intelecto puro, los ángeles son puro intelecto, Dios es intelecto puro por esencia, es un pensamiento pensándose a sí mismo y este pensamiento es su Hijo el cual es una persona. Siempre que hay intelecto hay una voluntad y de esta voluntad nace el amor. La verdad conocida se ama y se convierte en el bien. El ser, la verdad y el bien son una misma cosa y son el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. En nosotros son tres modos del ser y en Dios son tres personas.
3- Para que tengamos conocimiento no solo de Dios sino también del hombre.
El entendimiento del hombre tiene esta propiedad: cuando lo derriban se levanta con más fuerza y furia por eso al chocar contra este muro que es la Trinidad Divina se esfuerza de una manera increíble. Los Padres de la Iglesia (1) y los doctores para preservar y conservar esta revelación de Cristo, que los herejes negaban, tuvieron que agarrar la filosofía griega, que era la mayor y única que había entonces, desarmarla, pulirla, completarla y transfigurarla. Esto se puede comprobar viendo el libro de San Agustín” De Trinitate”, una de las obras de filosofía más excelsas que existen. Tuvieron que pulir y completar los conceptos de persona, de naturaleza, de unidad, de sustancia, de procedencia, de filiación, de paternidad, de relación; porque las divinas Personas están constituidas por relaciones, en un esfuerzo inmenso, imperecedero y que es insuperable, no será superado jamás lo que nos han dejado los Santos Padres, los filósofos antiguos, los filósofos escolásticos y filósofos actuales en cuanto siguen la sana doctrina.
Las personas de la Santísima Trinidad están constituidas por relaciones, la paternidad constituye la persona del Padre que es creador y no engendrado; la filiación constituye la persona del Hijo que es engendrado y no creado y la procedencia constituye la persona del Espíritu Santo que es ni creado ni engendrado. Esta relaciones son accidentales en nosotros pero en Dios son personales o hipostáticas (2). La relación es la única que esta entre la sustancia y el accidente, si recorremos las diez categorías de Aristóteles (3) vemos que todas las cosas que existen están en esas categorías y solamente la sustancia y la relación pueden aplicarse a Dios, las otras ponen imperfecciones en Dios como la cantidad, lugar, tamaño, tiempo. La relación de las tres Personas divinas forman una naturaleza, una sola sustancia, son hipostáticas.
La relación es lo más importante que existe en el mundo, parece nada, pero es fundamental porque constituye el orden, todos los órdenes están constituidos por una relación o relaciones, desde el orden de una biblioteca, el orden de una nación y el desorden también está constituido por relaciones, relaciones falsas sin bases. El orden del hombre a Dios es una relación, quién maldice a Dios u obra lo malo a sus ojos ¿qué daño le hace a Él?, a Dios no le hace absolutamente nada, pero daña su relación con Dios, y la relación con Dios se llama simplemente salvación o perdición. De manera que Dios para evitar la soberbia del entendimiento nos reveló cosas arcanas e íntimas de su vida afectiva para que sepamos. La admiración y la imitación de Dios es el comienzo de la vida religiosa y puede que a lo largo de toda una vida algo sepamos.
El espíritu moderno resiste el dogma de la Santísima Trinidad y ha creado para sustituirlo varias trinidades monstruosas como la trinidad de Hegel basada en el análisis del espíritu humano y en los recuerdos de la teología protestante que estudió en el seminario de Leipzig. La idea del en sí, la idea para sí, y la idea del en sí-para sí, que se distinguen entre sí y constituyen el Espíritu Absoluto, no hay otro dios ni otra realidad fuera de él y este al final se manifiesta en conciencia del hombre. Este panteísmo sutil desemboca en la adoración del hombre, la gran herejía de nuestros tiempos y la última. Cuando el Anticristo se manifieste no tendrá más que tomar, como base de su doctrina, a Kant, Hegel y Nietzsche.
Ante la promesa: “Y mirad que Yo estoy con vosotros todos los días hasta la consumación del siglo” incluye el período del Anticristo. Cristo no abandonará jamás a los suyos.
Pero hoy ¿Quiénes son los suyos? Por casualidad ¿aquellos que no ven y quieren guiar al que ve o los que no saben enseñar al que sabe?
Por eso en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo pidamos que podamos cruzar estos tiempos, los últimos.
Nota
1- Ver Símbolo de San Atanasio siglo V
2- Hipostasis, palabra griega que significa lo que está en la base- Ver unión hipostática.
3- Categorías- Ver Lógica de Aristóteles- sección segunda.
Ejemplos de unidad y operaciones diversas en el mundo natural:
El sol es una unidad, sin embargo nos proporciona luz y calor.
El hombre es también una unidad y se destacan en él operaciones diferentes: el intelecto, la memoria y la voluntad.
Bibliografía consultada: Evangelio de Jesucristo y Domingueras Prédicas I y II-
L. Castellani