El Código Ratzinger sobre la muerte de Benedicto XVI y la sede impedida. Por Andrea Cionci

Por Andrea Cionci
Para Adoración y Liberación
Traducción autorizada Maria Luisa Perez Gherlone
28 Dicembre 2022
“¿Incluso un Papa emérito tiene miedo a la muerte?” “En cierto modo sí. En primer lugar, está el miedo a ser una carga para los demás a causa de UNA LARGA INVALIDEZ”.
Como habrán leído, al final de la última audiencia general, el antipapa Francisco pidió a los fieles una “oración especial” por el Papa Benedicto, de 95 años, calificado como su “predecesor” por la gran prensa: “Que el Señor le sostenga en este testimonio de amor a la Iglesia hasta el final”. El director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Bruni, declaró: “En las últimas horas se ha producido un agravamiento debido al avance de la edad. De momento, la situación sigue bajo control, vigilada constantemente por los médicos”.
¿Quién lo sabe? A estas alturas ya estamos poco dispuestos a creer las noticias que nos llegan de la Iglesia antipapal, recordemos el grotesco episodio de la visita a la tienda de discos, cuando el propio Bergoglio hizo pasar por “casual” la presencia de su fotógrafo personal apostado allí frente a la entrada.
Pero admitamos también que el Santo Padre Benedicto se acerca a las puertas del Paraíso: vale la pena recordar uno de los códigos Ratzinger más extraordinarios sobre su partida, contenido en las ‘Ultime Conversazioni’ (Últimas conversaciones) de Peter Seewald (Garzanti, 2016).
La pregunta de Seewald: “¿Incluso un Papa emérito tiene miedo a la muerte?”
Papa Ratzinger: “En cierto modo, sí. En primer lugar, está el miedo a ser una carga para los demás a causa de una “LARGA INVALIDEZ”.
Se trata de una clásica ANFIBOLIA RATZINGERIANA: una frase que puede interpretarse de dos maneras distintas.
Ahora bien, “invalidez”, en italiano, por supuesto, no es sólo la suya propia, física, la de una persona mayor, como se lee “A” bergoglianamente correcto. Obviamente, “por otro lado” es la invalidez de Bergoglio como Papa.
Es absolutamente extraordinario cómo en la versión alemana, el Papa Benedicto utiliza la palabra Behinderung para “invalidez”: “eine lange Zeit der Behinderung”.
Sin embargo, confirman los alemanes que, para su situación de anciano frágil, habría sido mejor utilizar la palabra Gebrechlichkeit.
¿Y sabes lo que significa Behinderung? Impedimento.
Fuimos a comprobar la versión alemana del Código de Derecho Canónico: Canon 412 – Der bischöfliche Stuhl gilt als behindert… (La sede episcopal se entiende impedida…) y de nuevo en el Canon 413 “Bei Behinderung des bischöflichen Stuhls steht…. (Mientras la sede ede esté impedida…).
Y resulta que llevamos repitiendo desde mediados de agosto que el Papa Benedicto es el único Papa porque está en una sede totalmente impedida según el canon 335.
El Papa Benedicto se comunica en este pasaje en doble código Ratzinger, tanto en italiano como en alemán.
De hecho, habría sido demasiado descarado decir en italiano “temo ser una carga para los demás debido a un largo impedimento”. Pero incluso en las dos traducciones consiguió mantener el sentido general, evidentemente para quienes quería entenderlo.
Así tenemos que en italiano la nulidad es de Bergoglio, en alemán el impedimento es suyo.
El sentido general no cambia: dado que Benedicto no es abdicante, sino impedido, Bergoglio es inválido como papa.
¿No lo creen? Aquí llega una pequeña ayuda de casa, del Monasterio Mater Ecclesiae, cuando el arzobispo Gaenswein se refiere expresamente a las palabras del Papa Benedicto durante la presentación de un libro en Lumsa:
“Pueden creer o no creer. Si no crees, la respuesta está en el libro de Jeremías o Isaías. No te diré en qué capítulo ni en qué versículo”.
Y en Jeremías leemos en el capítulo 36, versículo 5: “Entonces Jeremías ordenó a Baruc: “Estoy impedido y no puedo entrar en el templo del Señor”. (!)
Además, en el libro de Isaías, el tema de los prisioneros que serán liberados por una liberación victoriosa se repite una y otra vez.
Sin embargo, este código también oculta otro significado mucho más profundo, más allá de la descripción de la sede impedida. Pero por ahora no es prudente explicitarlo: el que tenga oídos que entienda. Basta razonar.
3º Secreto de Fátima:
«Después de las dos partes que ya he expuesto, hemos visto al lado izquierdo de Nuestra Señora un poco más en lo alto a un Angel con una espada de fuego en la mano izquierda; centelleando emitía llamas que parecía iban a incendiar el mundo; pero se apagaban al contacto con el esplendor que Nuestra Señora irradiaba con su mano derecha dirigida hacia él; el Angel señalando la tierra con su mano derecha, dijo con fuerte voz: ¡Penitencia, Penitencia, Penitencia! Y vimos en una inmensa luz qué es Dios: ‘algo semejante a como se ven las personas en un espejo cuando pasan ante él’ a un Obispo vestido de Blanco ‘hemos tenido el presentimiento de que fuera el Santo Padre’. También a otros Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas subir una montaña empinada, en cuya cumbre había una gran Cruz de maderos toscos como si fueran de alcornoque con la corteza; el Santo Padre, antes de llegar a ella, atravesó una gran ciudad medio en ruinas y medio tembloroso con paso vacilante, apesadumbrado de dolor y pena, rezando por las almas de los cadáveres que encontraba por el camino; llegado a la cima del monte, postrado de rodillas a los pies de la gran Cruz fue MUERTO POR UN GRUPO DE SOLDADOS que le dispararon varios tiros de arma de fuego y flechas; y del mismo modo murieron unos tras otros los Obispos sacerdotes, religiosos y religiosas y diversas personas seglares, hombres y mujeres de diversas clases y posiciones. Bajo los dos brazos de la Cruz había dos Angeles cada uno de ellos con una jarra de cristal en la mano, en las cuales recogían la sangre de los Mártires y regaban con ella las almas que se acercaban a Dios».
Apocalipsis 13,9: El que pueda entender que entienda.
Non Nobis.