Datos inesperados sobre la medalla de San Benito, el fin de los tiempos y el milenio de paz. Por Abraham García.(DESCARGABLE EN PDF)
Lo que voy a contar a continuación probablemente sea la experiencia inesperada con la que más he gozado y comenzó en marzo del año pasado.

Abraham García González
Corresponsal de AyL en España
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Lo que voy a contar a continuación probablemente sea la experiencia inesperada con la que más he gozado y comenzó en marzo del año pasado, aunque en realidad conecta con lo que me sucedió a finales de enero tal como conté en mi primer relato, “Datos inesperados sobre el katejon y la palabra de Dios”.
Sin embargo, lo he pospuesto más de año y medio porque he ido obteniendo datos poco a poco —una vez más muy relacionados con el código ASCII (*1)— que me han servido para ir entendiendo todo mejor y es que había ciertas piezas del puzle que al principio no entendía o que sencillamente no había encontrado aún. Por esto supongo que lo he sabido encajar cuando Dios ha considerado conveniente y que el mes de marzo de 2022 no habría sido el momento adecuado porque la información habría sido tremendamente incompleta, y además creo que cobra mucho más sentido presentarlo ahora debido a los datos que he aportado a lo largo de toda la serie “Datos inesperados”.
En mi relato inicial comenté que era 25 de enero de 2022 cuando recé la Coronilla de la Divina Misericordia frente a un hermoso crucifijo de San Benito, y a partir de ahí empezaron todas las revelaciones e inspiraciones numéricas que he tenido hasta el momento de forma inesperada, y además, asombrosamente coincidentes con fechas importantes en mi vida, asociadas a mi o a mis seres queridos.
También comenté muy por encima quién era San Benito, hablando de la etimología del nombre (*2) y mencionando además la famosa medalla sacramental asociada a él, aunque no profundicé en el tema porque el propósito del artículo era hablar del katejon y de la palabra de Dios, pero en esta ocasión cobra todo el sentido del mundo. Por eso, antes de relatar lo sucedido, para estar además en contexto, primero comentaré de nuevo acerca del santo y la medalla a modo de introducción con un poco más de detalle que en mi primer relato.
San Benito Abad (480-547) fue un monje católico italiano nacido en Nursia y es uno de los santos más populares del santoral, cuya festividad se celebra el 21 de marzo en el Vetus Ordo y el 11 de julio en el Novus Ordo. Tuvo el privilegio de saber la fecha de su fallecimiento milagroso y feliz con seis días de antelación. Iniciador de la vida monástica en Occidente, fundó la orden de los benedictinos, cuyo fin era establecer monasterios autosuficientes. Se le considera el patrón de Europa y patriarca del monacato occidental. Escribió una regla para sus monjes conocida posteriormente como la “Santa regla” que sirvió de inspiración para muchas de las otras comunidades religiosas posteriores, la cual se sintetiza en la locución latina “Ora et labora” —en español, ”Ora y trabaja”— que expresa la vocación y la vida monástica benedictina de alabanza a Dios junto con el trabajo manual diario, siendo esencial tener la humildad como primera virtud después de la caridad. Además, es el patrono de los exorcistas y es muy popular en la iglesia católica gracias a los milagros que hizo en vida, como descubrir el intento de envenenamiento por parte de un hombre que le envidiaba haciendo salir una serpiente del fondo de una copa, o hacer que un cuervo hablara y confesara quién le había enviado ya que el mismo animal llegó a él con un trozo de pan envenenado en su pico. San Benito tuvo una fe profunda en la cruz que le llevó a obrar milagros con la señal de la cruz, y es algo que se transmitió a las siguientes generaciones de monjes benedictinos.
Es ampliamente conocida y utilizada una medalla sacramental con gran poder de exorcismo que refleja estos milagros en su anverso, en donde aparece una imagen de San Benito y una serie de iniciales en su reverso. La medalla se comenzó a utilizar muchos siglos después de que muriera, pero no está clara la fecha en la que se fabricó la primera. Según la información que conozco hasta el momento, muy probablemente tenga su origen en el siglo XVII, concretamente en 1647, cuando se desarrollaba un juicio por brujería en Natternberg (Baviera), cerca de la Abadía de Metten, en donde las damas acusadas certificaron que no tenían poder sobre la ciudad porque estaba bajo el amparo de la cruz. Tras estas declaraciones, se buscó en la abadía y se encontraron pinturas antiguas con representaciones de esta cruz, pero no lograron saber lo que significaban unas iniciales que allí aparecían. Sin embargo, en un documento antiguo redactado en 1415 se halló un icono personificando a San Benito con un báculo acabado en una cruz en una mano y un documento en la otra, siendo precisamente donde estaban al completo las palabras correspondientes a las iniciales. Fue el papa Benedicto XIV en 1742 quien aprobó la medalla como sacramental incorporando además al rito romano una fórmula de bendición, y ya en el siglo XIX, en 1880, se acuñó la versión final de esta medalla justo al celebrarse los 1400 años del nacimiento de San Benito (480-1880). Por otro lado, también existe el sacramental en a forma de un crucifijo —precisamente como el que he mencionado al principio— con la medalla enclavada en el centro del mismo, viéndose las dos caras al observarlo por delante y por detrás. Finalmente, al igual que sucede con otros sacramentales, quienes tengan la medalla pueden obtener una indulgencia plenaria como habitualmente indica la Santa Madre Iglesia Católica (*3).
Como decía antes, el anverso de la medalla tiene una imagen del santo. En el siguiente recuadro paso a detallar su contenido:
l En el centro aparece la imagen de San Benito sosteniendo en su mano derecha una cruz que simboliza el poder salvador de Jesucristo y en su mano izquierda un libro que contiene la “Santa Regla” de su orden.
l A la derecha aparece una taza rota que según la tradición había sido envenenada por monjes descontentos con San Benito, pero esta se rompió milagrosamente en mil pedazos cuando hizo la señal de la cruz sobre ella.
l A la izquierda aparece un cuervo llevando una hogaza de pan envenenado que los monjes intentaron dar a San Benito, pero el alimento venenoso no le hizo daño porque antes lo bendijo.
l A los laterales aparece en latín la inscripción en mayúsculas “CRVX S·PATRIS BENEDICTI” —”Cruz del Santo Padre Benito”—.
l En el borde aparece en latín la inscripción “EIVS IN OBITV NRO. PRÆSENTIA MVNIAMVR” —”Que en nuestra muerte seamos fortalecidos por su presencia”— que recuerda la protección del santo en el momento de nuestro fallecimiento.
l Bajo los pies de San Benito aparece en latín la inscripción “EX SM CASINO MDCCCLXX” —Desde Santo Monte Cassino, 1880—, la cual se refiere al lugar de origen de la medalla y el año de su creación —éste sólo presente naturalmente en la versión más actual y no en la inicial—. |
Respecto al reverso, es justo donde aparece una cruz inscrita en el interior de una circunferencia teniendo ambos elementos unas siglas que representan palabras en latín. En el siguiente recuadro paso a detallar su contenido:
En los huecos que hay entre la circunferencia y la cruz:
l C.S.P.B.: “Crux Sancti Patris Benedicti” —“Cruz del Santo Padre Benito”—.
En la cruz:
l C.S.S.M.L.: “Crux sacra sit mihi lux” —“La santa Cruz sea mi luz”— (vertical).
l N.D.S.M.D.: “Non draco sit mihi dux” —“Que no sea el dragón mi señor”— (horizontal).
En la circunferencia, comenzando por arriba en el sentido de las agujas del reloj:
l PAX: Único elemento sin abreviar, que rompe la circunferencia justo en la posición de las 12 en punto y que traducido al español significa “Paz”.
l V.R.S.: “Vade retro Satana” —”Vete atrás, Satanás—.
l N.S.M.V.: “Numquam suade mihi vana” —“No me aconsejes cosas vanas”—.
l S.M.Q.L.: “Sunt mala quae libas” —“Es malo lo que das de probar”—.
l I.V.B.: “Ipse venena bibas” —“Bebe tu propio veneno”—. |
Exceptuando C.S.P.B. y PAX, el resto de letras constituyen la oración de San Benito, que se recomienda rezar a ser posible a diario 33 veces seguidas.
Había comenzado ya el mes de marzo de 2022, y justo el día 3 —es decir, el 3/3/2022, que es un 33 si juntamos día y mes, la edad del sacrificio según la Santa Tradición— volví a experimentar algo similar a lo que me sucedió durante los días 25 y 26 de enero de 2022, de nuevo tras volver a rezar la coronilla de la Divina Misericordia a las 15:00 hrs. frente a un crucifijo de San Benito. Ya por la tarde, tras un rato de somnolencia por cansancio, sentí el impulso de buscar otra vez algún nombre o apellido cuya suma de los valores ASCII de sus caracteres significase algo. Antes de probar con más nombres o apellidos, sentado en mi silla frente a la pantalla de mi ordenador, le rogué en al Señor que me ayudase a descubrir algo más en el caso de que existiera, acompañando la oración por un padrenuestro. Tras esto hice una prueba en mayúsculas y minúsculas con unos pocos nombres de personajes bíblicos con los que ya había probado anteriormente, como por ejemplo Abraham, por si no lo había comprobado bien en su momento, y no encontré ningún número que llamase mi atención, pero resulta que de repente se me pasó por la cabeza la idea de probar con el apellido “Feijoo” en mayúsculas sin tilde y obtuve el 444 (!), un número interesantísimo que me costó mucho tiempo de discernimiento entender en profundidad, del que ya hablé en el relato “Datos inesperados sobre la abolición del sacrificio perpetuo” en relación con la profecía de los papas de San Malaquías de Armagh.
Hasta aquí, todo aquel que me esté leyendo supongo que se preguntará por qué tuve la extraña idea de sumar los caracteres de ese apellido y no se me ocurrió pensar en algo menos rebuscado. Mi respuesta es que no tengo ninguna explicación natural, al margen de que llevemos tiempo escuchando hablar de ese político malvado que quiso imponer la vacunación obligatoria en Galicia en plena PLANdemia del COVID-19. La verdad es que sería raro que se me ocurriese hacer una suma con este apellido y que el político me hubiera parecido un personaje con relevancia a nivel bíblico. Me parece a mi que una prueba de que no se me pasó por la cabeza por esa razón fue que lo hiciera sin tilde —esto lo digo porque el apellido del político gallego tiene tilde en la primera “O”, pero este apellido que suma 444 no la tiene y lo que voy a contar gracias a Dios no tiene nada que ver con él y es algo que me sucedió un día muy significativo tras rezar por segunda vez en pocos días frente a un crucifijo de San Benito—.
Por un lado, cabe recordar que el 444 a.C. es el año del edicto del rey Artajerjes en el año vigésimo de su reinado a Nehemías, dándole permiso para volver a Jerusalén a reedificar la ciudad —Nehemías 2:1-8—, y es en dicho momento cuando comienza el cómputo de la profecía de las 70 semanas de Daniel (*4).
Por otro lado, lo que comenté en el relato “Datos inesperados sobre la abolición del sacrificio perpetuo” en relación a este número capicúa sobre la profecía de 888 años de los 111 + 1 papas y la fundación de la ciudad de Armagh en el año 444 —remito a dicho relato para no repetirme— viene a complementarse con un dato asombroso del que no hablé porque el descubrimiento surgió después de escribirlo cuando un hermano en la fe llamado Luis me dijo: “En tú artículo Abraham hablaste en lo referente a San Malaquias de dos columnas, y existe una visión que tuvo San Juan Bosco de dos columnas y la verdadera barca de Pedro luchando por pasar entre las dos. En la cima de una de las columnas está la Virgen María y en la otra más grande el cuerpo de Cristo (una enorme hostia). No sé sí tendrá algo que ver, pero al leer tu artículo me acordé de esa visión de San Juan Bosco.”. Lo asombroso es que a partir de la conversación me di cuenta de algo relacionado con la fecha de fallecimiento de este santo, y es que teniendo en cuenta que a los 444 años de la lista el papa reinante tiene el lema “Medium corpus pilarum” —el cuerpo en medio de las columnas— y que la lista abarca un periodo de 888 años —el número de Cristo—, llama la atención que San Juan Bosco muriera en el año 1888, número de año que además de parecerme precioso, a mi me sugiere un significado asociado a los dos pilares, en donde el 1 representaría al de la Virgen y el 888 al de Jesús Hostia.
Sin embargo, en aquel entonces lo que estaba intentando es encontrar el significado bíblico del 444. Investigué un rato sobre el tema y la verdad es que en un principio no encontré información específica buena, pero sí aprendí acerca del 4, cuyo significado es muy claro, y es que es un número que sencillamente representa a la creación, al mundo y a la Ciencia, que viene de Dios y es la que estudia las leyes del mundo físico, pero en aquel entonces no me lo había planteado anteriormente y no lo sabía. Son 4 los puntos cardinales —Norte, Sur, Este, Oeste—, son 4 son las estaciones —Primavera, Verano, Otoño, Invierno—, son 4 las extremidades de los mamíferos, son 4 las fases de la Luna, son 4 los vientos que describe la palabra de Dios en Ezequiel 37:9 donde está profetizada la resurrección de los muertos e incluso son 4 los evangelistas —Mateo, Marcos, Lucas, Juan—, entre otros muchos ejemplos que se pueden encontrar pensando un poco que tengan que ver con el mundo físico.
Pero seguía la cuestión en el aire. ¿Por qué “Feijoo” y sin tilde? Pues utilicé el buscador Duck Duck Go utilizando como término de búsqueda “Feijoo Biblia” y resulta que me encontré con un resultado de búsqueda de un personaje español de la Iglesia Católica que desconocía absolutamente. El personaje en cuestión es un ilustre fraile llamado Benito Jerónimo Feijoo y Montenegro —Benedictus Hieronymus Feijoò en latín—, con lo que ya, para empezar, una vez más obtuve un resultado relacionado con San Benito, no solo por llevar el nombre de este santo fundador de la Orden Benedictina como sucede con el katejon, sino porque también pertenecía a la misma, lo cual me produjo un entusiasmo inmenso porque al ver una clara evidencia de que todo encaja y está absolutamente entrelazado.
Como me apasionan la Filosofía y la Ciencia, mi entusiasmo fue aún mayor cuando empecé a profundizar en la biografía del personaje y vi que fue el filósofo español más importante del siglo XVIII, y más aún, un glorioso referente para las letras y la cultura española de todos los tiempos. Benito Jerónimo Feijoo Montenegro (1676-1764), que tomó el hábito de San Benito en 1690 en el monasterio de San Julián de Samos, comenzó a la edad de 50 años con la publicación de sus ensayos filosóficos sobre todo tipo de materias: estado de las ciencias, la técnica y la filosofía de su tiempo. Por lo tanto, creo que es evidente que Benito Jerónimo Feijoo queda relacionado con el 444 por las ciencias, ya que están relacionadas con la creación, que es pura Ciencia y puras Matemáticas que conforman la maravillosa y perfecta obra de Dios. Y además la cosa no queda aquí, ya que curiosamente este ilustre fraile se pronunció acerca de la profecía de los papas de San Malaquías de Armagh, que en su respetable opinión —con la que no estoy de acuerdo—, era falsa, pero en cualquier caso eso le relaciona claramente de nuevo con el 444 tanto por el año de fundación de la ciudad como por la mitad de la lista de acuerdo a lo que he explicado antes.
Más interesante es que Benito J. Feijoo fue un auténtico katejon contra la “Ilustración” teniendo en cuenta que el siglo XVIII fue una época especialmente difícil para la Iglesia en España y en toda Europa, precisamente en la que aparecen las sociedades secretas. Digo esto porque es a partir de mediados de siglo cuando empezó a tener mucha fuerza en todo el continente dicho movimiento anticristiano fuertemente promovido por la masonería. De hecho es cuando ésta surge oficialmente y no sólo es causante del panteísta (*5) pensamiento ilustrado. También lo es de desencadenar la “Revolucion francesa” que nos hizo entrar en una época profundamente anticlerical en la que el Estado empezó a controlar los bienes de la Iglesia Católica. Es la época en la que la Religión quedó desterrada de la vida pública bajo el engañoso pretexto de la tolerancia y la libertad de culto para empezar a conducir a la gente hacia el pensamiento ateo y por lo tanto a separarse de Dios generando un desolador vacío en el alma.
Feijoo era de familia rica pero con su voto de pobreza había renunciado a todo ello. Fue un ensayista que escribió una enorme cantidad de gruesos volúmenes con los que trataba de abarcar todo el conocimiento de la época. Sus principales obras fueron «Teatro crítico universal», obra en 9 volúmenes y las «Cartas eruditas», obra de 5 volúmenes. Con sus obras alcanzó renombre internacional e intentaba ser la respuesta católica a la famosa «Enciclopedia» de Diderot y Voltaire con la que ridiculizaban a la Religión. Feijoo promovió el conocimiento científico, técnico y filosófico a todos los niveles pero sin menoscabar a la Religión. Precisamente en la línea de Santo Tomás de Aquino (*6) mantiene que la fe es perfectamente compatible con la razón bien entendida, la Ciencia, la Técnica y la Filosofía. Remarcable es que tampoco el faltó un enorme patriotismo que le llevó a luchar también contra el regionalismo.
Pero siguiendo con el entrelazamiento de datos, en este caso siempre asociado todo a San Benito, ahora viene lo mejor, y es que Feijoo es un personaje íntimamente relacionado con otro Benito, y además, uno de los más importantes de todos los tiempos porque hizo cosas grandiosas y determinantes para la Iglesia. Me refiero nada más y nada menos que al papa Benedicto XIV —Benito XIV—, que como es lógico en ASCII suma lo mismo que Benito XVI puesto que XVI —16— y XIV —14— son las mismas letras pero en otro orden distinto, y como veremos a continuación he de decir que no se queda en una simple curiosidad, ya que personalmente creo que se podría considerar una prefiguración del katejon, y por lo tanto cobra todo el sentido del mundo que los nombres de ambos sumen 888 tomando los valores del código ASCII.
Benedicto XIV (1675-1758) —de nombre secular Prospero Lorenzo Lambertini— fue un papa cuyo pontificado estuvo comprendido entre los años 1740 y 1758 e hizo grandes elogios a Benito Jerónimo Feijoo, potenció la enseñanza superior de las ciencias en todos sus territorios y entre otras muchas cosas fundó cátedras de Física, Química y Matemáticas en la universidad La Sapienza de Roma. Se trata sin duda de uno de los papas más sabios de todos los tiempos, y visto desde una perspectiva histórica su pontificado figura entre los más importantes de la historia de la Iglesia Católica. De hecho sus obras se componen de 16 volúmenes y abarcó los temas moral, canónico, dogmático, litúrgico entre otros.
Una de las cosas más importantes que hizo fue expedir en 1756 una bula a la Hermandad de Ntra. Sra. de la Soledad de Málaga pedida por la Armada Española para poder celebrar Misa el Sábado Santo, recordando así el milagroso acontecimiento en el cual todos los miembros de una fragata española se salvaron por la encomendación a dicha imagen mariana. Este privilegio fue lamentablemente revocado en el Concilio Vaticano II, pero gracias a Dios el papa Juan Pablo II ordenó que en adelante se celebrara la liturgia de la Soledad de María.
Otra de las cosas más importantes que hizo este gran papa es mostrarse intransigente con las costumbres de los pueblos que se iban incorporando a la Iglesia, de tal manera que fue probablemente el acto más importante de su pontificado la promulgación de sus famosas leyes sobre las misiones a través de las bulas “Ex quo singulari” y “Omnium solicitudinum”. En estas bulas denunciaba las prácticas misioneras en los países orientales en donde acomodaban usos y palabras cristianas a los ritos de culturas nativas con el fin de asimilarlas.
Por otra parte, algo asombroso que conecta con mi relato “Datos inesperados sobre la Santísima Virgen María, la Reina del Cielo, Madre de Dios y Madre nuestra” es que fue también él quien hizo una declaración pontificia el 24 de abril de 1754 del patronato Guadalupano sobre la Nueva España. Esto fue tan sólo 8 años después de haber jurado a Santa María de Guadalupe como la Patrona General y Universal de todos los reinos de la Nueva España en 1746, un dato que obtuve con una suma de valores en código ASCII.
Creo que queda más que claro que este papa tenía una profunda devoción a la Santísima Virgen María, y prueba de ello es la bula “Gloriosae Dominae” de 1748, donde se percibe esto con mucha claridad siendo además muy contundente al señalar su capital importancia.
Este importantísimo hecho, precisamente nos lleva a una de las más hermosas antífonas que existen, ya que se reza entre el Domingo de Resurrección y Pentecostes en lugar del Ángelus. Me refiero al Regina Coeli, y es que fue precisamente el papa Benedicto XIV en el año 1742 quien la instituyó.
Por otra parte en relación con Benedicto XIV hay una cuestión de capital importancia en el “Fin de los tiempos” que es uno de los problemas más serios, preocupantes y conflictivos que está sufriendo la verdadera Iglesia Católica en la actualidad, y precisamente me parece providencial haberlo aprendido gracias a estas experiencias reveladoras que estoy teniendo con los números porque es precisamente Benedicto XIV quien ayuda a resolver las dudas que puedan tener algunos fieles. Se trata de algo que dejó muy claro precisamente este gran papa del siglo XVIII —número de siglo que curiosamente se corresponde con el tan significativo 18 de Garabandal que a lo primero que me recuerda es al mensaje del 18/6/1965 en el que la Virgen Santísima alerta del mal camino de muchos sacerdotes y obispos—. Me refiero al hecho de que se esté viendo cada vez más mermado el “Remanente fiel” por culpa de los pastores tibios que están en la contradicción de defender la sana doctrina por un lado y aceptar al falso profeta como papa por otro lado, los cuales arrastran a los fieles a comulgar en comunión con él —una cum— sin que la mayoría de la gente comprenda que es un pecado mortal comulgar con un falso papa, más concretamente en el caso de todos aquellos que lo saben perfectamente y aún así comulgan sin temor a agraviar a la Santísima Trinidad. Una vez más insisto en que el sacrificio perpetuo es oblativo y se ofrece a Dios Padre (*7), y es un agravio inmenso pedirle que lo acepte en comunión con el principal ministro del maligno y sus falsos obispos. En su obra “De Sacrosanto Missæ Sacrificio” el papa Benedicto XIV dijo: “Nos basta poder afirmar que la conmemoración del Romano Pontífice en Misa y las preces derramadas por él en el Sacrificio, se consideran y son un signo declarativo por el cual el mismo Pontífice es reconocido Cabeza de la Iglesia, Vicario de Cristo, y Sucesor del Bienaventurado Pedro, y se hace profesión firme de unir los ánimos y voluntad a la unidad católica”.
Por último, Benedicto XIV también condenó las sociedades secretas, que como sabemos están regidas por el maligno, y eso me lleva a recordar lo más significativo en lo que concierne a este relato. Como he dicho al principio fue este papa quien aprobó oficialmente el uso sacramental de la medalla de San Benito en el año 1742, y es un acontecimiento realmente importante porque dicha medalla es de capital importancia como protección contra el maligno enemigo en el “Fin de los tiempos”.
Volviendo a las experiencias numéricas, un poco más tarde aún en el mismo día 3/3/2022 también se me pasó de repente por la cabeza sumar los caracteres en mayúsculas de la palabra “Roma” y resulta que obtuve nada más y nada menos que el número capicúa 303, lo cual también resulta asombroso porque es un año clave en la historia de la Iglesia Católica totalmente asociado a Roma —además si se le quita el cero al número se obtiene de nuevo un 33—, aunque no fue hasta unos meses después que me di cuenta de una serie de detalles gracias a mis conversaciones con Sara y Roza (*8), que son dos amigas y hermanas en la fe a las que tengo un enorme aprecio que me dieron unos datos sobre San Jorge. Fue en concreto cuando leyeron el relato “Datos inesperados sobre la abolición del sacrificio perpetuo” y llamó su atención el número 23 de la alocución 23 4 30 que escuché.
El 303 no es ni más ni menos que el año en el que tras la emisión de un edicto comienza por parte del emperador Diocleciano la mayor persecución de Roma a los cristianos. Además, en ese año, Diocleciano ordenó precisamente la decapitación de San Jorge —ejecutado el 23/4/303—, uno de los santos mártires más importantes y significativos de la Historia de la Iglesia que dio su vida por la fe, que además, según la leyenda, mata a un dragón. Esto es significativo porque no olvidemos que el dragón es el que en Apocalipsis aparece mencionado 13 veces (*9) y es una de las formas que la Biblia tiene de referirse a Satanás. Un dato realmente significativo de que San Jorge es un mártir clave en la historia de la Iglesia Católica Apostólica Romana es que durante el reinado del emperador Constantino I, según algunos relatos antiguos se construyó una iglesia en Diospolis —la antigua Lydda— en honor a San Jorge. Recordemos que Constantino I fue el primer emperador en detener la persecución de los cristianos, convertirse y dar libertad de culto al cristianismo. Recordemos también que facilitó la convocatoria del Primer Concilio de Nicea en 325, que produjo la declaración de la creencia cristiana conocida como el Credo de Nicea.
Ya al día siguiente, el 4/3/2022, se me pasó por la cabeza otra increible idea, y es la de sumar los caracteres en mayúsculas de la palabra “Adonay”, ¿y qué obtuve? Una vez más el 444 (!), y curiosamente se me ocurrió hacerlo el día 4. ¿Casualidad?
En aquel entonces me pregunté si esto tenía sentido, y me di cuenta de que sí, que el 444 es también un número que representa a Dios, al igual que el 888, pero tardé mucho en entender el fondo su significado, concretamente durante este año 2023. ¿Y cuándo exactamente? Nada más y nada menos que el día de San Jorge —es decir, el 23/4/2023— (!). Sí, justamente ese día entendí su significado de forma inesperada después de orar mientras me dirigía un domingo junto con mi madre y mi mujer a misa a una iglesia de la FSSPX a la que lamentablemente nos vimos obligados a dejar de ir por ser celebradas las misas en comunión con el hijo de Goglio. Se me pasó por la mente que representa a Dios porque la cruz tiene 4 puntos, y cuando uno se signa hace 3 cruces —4-frente, 4-boca y 4-pecho—, y esto tiene mucho sentido porque “Adonay” —que también se puede escribir “Adonai”— es justo uno de los nombres de Dios en lengua hebrea que literalmente traducido significa “Mis señores”, lo que es una prueba clara de que Dios es Uno y Trino, como de por sí ya demuestran lo versículos del Génesis en donde Él habla en plural al realizar la creación. Además no hay que olvidar que cuando uno se santigua lo hace en el nombre de Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.
Si tenemos en cuenta que el número 4 representa a la creación, que el 444 está asociado al nombre de Dios cuya traducción literal es “Mis señores” y que Él es Uno y Trino, se da uno cuenta de que es una bonita cifra que también le representa y a partir de ahí se entrelazan varios datos.
l Mataron a San Jorge el mes de abril —4— en Roma.
l La palabra “Roma” tiene 4 letras.
l La suma del valor ASCII de los caracteres “ROMA” es 303.
l 303 es el año en que mataron a San Jorge.
l 23 es el número de día en el que mataron a San Jorge.
l La Cruz tiene 4 puntos.
l El día de San Jorge de 2023 —23/4/23— supe el sentido del 444. |
El mismo día 4 también me di cuenta de que cada 3 de marzo —3/3— se celebra en el santoral católico la emperatriz virgen alemana Santa Cunegunda y ésta resulta que tiene relación con San Benito (!) porque fue coronada en Roma (!) por el papa Benedicto VIII (!) y al poco de morir su esposo Enrique II de Baviera se retiró a una abadía benedictina que ella misma fundó en la que murió un 3 de marzo del año 1033, de tal manera que vuelve a aparecer otro 33.
A partir de aquí comenzó lo más asombroso de todo, que se alargó durando aproximadamente año y medio. Me refiero a una larguísima serie de descubrimientos benedictinos que hice en las dos caras de la medalla de San Benito, lo que realmente resulta impresionante (!) porque todos ellos tienen que ver de un modo u otro con el santo. Los descubrimientos los hice cogiendo distintas combinaciones de las partes que conforman la medalla las cuales muestro resaltadas en rojizo a continuación a través de una serie de recuadros.
Sumando todos los caracteres del reverso de la medalla en mayúscula (exceptuando los de la cruz central) y dejando espacios en blanco entre cada uno de los 4 conjuntos de iniciales de la misma (es decir, CSPB VRSNSMV SMQLIVB PAX), se obtiene 1.742, número que tomé como año.
En 1742 el papa Benedicto XIV —Benito XIV— mediante una importante bula papal zanja la conocida “Disputa de los ritos” el 11 de julio, que es justo el día de la festividad de San Benito en el Novus Ordo.
La “Disputa de los ritos” fue un conflicto que surgió durante los siglos XVII y XVIII entre misioneros católicos sobre la religiosidad del confucianismo y los ritos chinos. Se discutía si los ritos chinos y otros ritos formales confucionistas eran compatibles con las creencias católicas.
Pero lo más importante y asombroso de todo, es que 1742 es el año en que el papa Benedicto XIV aprobó la medalla de San Benito como sacramental (!). |
Sumando todos los caracteres del reverso de la medalla en mayúscula (exceptuando los del borde circular) y dejando espacios en blanco entre cada uno de los 3 conjuntos de iniciales de la misma (es decir, CSSML NDSMD CSPB), se obtiene 1.120, número que tomé como año.
En 1120 se fundó de la Orden de los Templarios. En dicha orden tuvo suma importancia la regla de San Benito modificada, tras haber vivido bajo la regla de San Agustín. |
Sumando únicamente todos los caracteres del reverso de la medalla en mayúscula sin espacios en blanco correspondientes a la oración de exorcismo de San Benito (es decir, CSSMLNDSMDVRSNSMVSMQLIVB, exceptuando PAX y CSPB) se obtiene 1.877, número que tome como año.
En 1877 el papa Pio IX dijo que el beneficiario frecuente de la medalla del jubileo donde se encuentra la cruz de San Benito puede lograr todas las complacencias afines con la medalla habitual, y que además es posible lograr las condescendencias al pasar por el templo, el mausoleo y el centinela de San Benito en Monte Cassino (cita del 31 de diciembre de 1877).
Este descubrimiento lo hice el 16 de marzo, día en que se celebra la festividad de uno de los santos con los que se corresponde mi nombre (San Abraham, eremita). |
Sumando sin espacios en blanco todos los caracteres de la cruz del reverso de la medalla sin repetir la letra S central más los del borde circular, incluyendo la palabra PAX (es decir, CSSMLNDMDVRSNSMVSMQLIVBPAX), se obtiene 2.027, que tomándolo como año se correspondería con el 100º aniversario del nacimiento de Benedicto XVI —el katejon—, con el primer año del milenio de paz mencionado en Apocalipsis 20:2-3 y con el cumplimiento de los 888 años —el número de Jesucristo, Benedicto XIV y Benedicto XVI— desde el año en que San Malaquías de Armagh recibe la revelación con la lista de los 111 + 1 papas que habría hasta la parusía.
En el momento de descubrirlo aún no había tenido la experiencia de la alocución que relaté en “Datos inesperados sobre la abolición del sacrificio perpetuo”, tras la cual calculé como último de los 1.335 días de la profecía de Daniel el 25 de diciembre de 2026. Sin embargo, se me pasó por la cabeza si pudiera ser el año de la parusía. Tras la experiencia, desde luego cuadra completamente y me parece sumamente significativo el hecho de que se obtenga el número añadiendo la palabra PAX, ya que eso le da más sentido a que 2027 sea el primer año del milenio de paz.
En los días presentes en los que he estado escribiendo este artículo, y teniendo en cuenta que el 888 queda asociado a Cristo, a Benedicto XIV y a Benedicto XVI, me he percatado de algo realmente precioso, y es que juntando el número de orden de ambos papas se obtiene 1416, que son los decimales del número π —pi— redondeando cuando se toman justo 4 decimales del mismo (3,1416). Esto es fascinante porque π es uno de los números con propiedades matemáticas únicas que definen el Universo y está asociado al círculo y a la esfera (la longitud de la circunferencia es 2 · π · r). Teniendo en cuenta que el 3 es un número que también se relaciona con Dios (son 3 personas el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo) y que los ordinales de ambos papas son 14 y 16, a partir de ahí se obtiene el 3,1416. La significación de esto aumenta teniendo también en cuenta que los hebreos consideran a π como el número de Dios, lo que se ve reflejado en Éxodo 3:14 (el número de capítulo y de versículo conforman el número π con dos decimales), en donde el Señor dice “Yo soy el que soy” y “Yo soy”. La perfección de Dios encaja perfectamente con la idea de que el círculo y la esfera las figuras perfectas porque no tienen ni ángulos ni lados ni ejes de simetría y todos los puntos del borde están a la misma distancia de su centro (los radios), además de ser la forma más estable del Universo (las pompas de jabón, los planetas, las estrellas, muchas formas de la Naturaleza y todo aquello que puede rodar es siempre circular o esférico).
Es obvio que San Benito sea importante en los últimos tiempos porque es el patrón de los exorcistas y se necesita la máxima protección contra el mal, de manera que no es extraño que el nombre del katejon sea Benedicto —Benito—.
Este descubrimiento también lo hice el 16 de marzo, día en que se celebra la festividad de uno de los santos con los que se corresponde mi nombre (San Abraham, eremita). |
Sumando sin espacios en blanco los caracteres de la cruz del reverso de la medalla sin repetir la letra S central más los de los circulitos CSPB ubicados en los ángulos de la cruz (es decir, CSSMLNDMDCSPB), se obtiene 973, que tomé como año.
En el 973 fue elegido el papa Benedicto VI —Benito VI—, que fue papa hasta que murió estrangulado en el mes de junio de 974. |
Sumando sin espacios en blanco los caracteres de la cruz del reverso de la medalla sin repetir la letra S central (es decir, CSMLNDSMD), se obtiene 677, que primero tomé como año, pero no encontré nada que tuviera que ver con San Benito. Sin embargo, después se me ocurrió tomarlo como numeral del Catecismo de la Iglesia Católica (CIC 677).
CIC 677 dice: “La Iglesia sólo entrará en la gloria del Reino a través de esta última Pascua en la que seguirá a su Señor en su muerte y su Resurrección (cf. Ap 19, 1-9). El Reino no se realizará, por tanto, mediante un triunfo histórico de la Iglesia (cf. Ap 13, 8) en forma de un proceso creciente, sino por una victoria de Dios sobre el último desencadenamiento del mal (cf. Ap 20, 7-10) que hará descender desde el cielo a su Esposa (cf. Ap 21, 2-4). El triunfo de Dios sobre la rebelión del mal tomará la forma de Juicio final (cf. Ap 20, 12) después de la última sacudida cósmica de este mundo que pasa (cf. 2 P 3, 12-13).”
Este numeral habla del último desencadenamiento del mal tras los 1.000 años de paz, en el que el dragón es soltado por poco tiempo, lo cual enlaza con la leyenda de San Jorge que lo derrota, y tiene mucho sentido que el 677 se obtenga justo con las letras de la cruz (y no con el resto de letras) dado que dichas iniciales significan “Crux sacra sit mihi lux. Non draco sit hihi dux.” —“La santa Cruz sea mi luz. Que no sea el dragón mi señor.”—.
Pero aún hay datos más asombrosos que salen a partir de la fecha en la que como anteriormente he mencionado entendí de forma inesperada el significado del 444 el día de San Jorge de este año 2023 por la mañana, es decir, el 23 de abril de 2023, que abreviado es 23/4/23, y quitándole el mes es 2323.
Sumando 2.323 + 677 se obtiene exactamente 3.000. ¿No es increíble obtener justo este número redondo?
Por un lado, el número 2.323 parece ir claramente referido al desencadenamiento del mal. San Mateo 23:23 dice “«¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del aneto y del comino, y descuidáis lo más importante de la Ley: la justicia, la misericordia y la fe! Esto es lo que había que practicar, aunque sin descuidar aquello.”. San Lucas 23:23 dice “Pero ellos insistían pidiendo a grandes voces que fuera crucificado y sus gritos eran cada vez más fuertes.”.
Por otro lado, el número 3.000 contrasta con lo obtenido con el 2.323 a través de una contundente exhortación de la Biblia que llama a la conversión en el libro de los Hechos de los Apóstoles: “Pedro les contestó: «Convertíos y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo; (…) Los que acogieron su Palabra fueron bautizados. Aquel día se les unieron unas 3.000 almas.”.
Si tomamos al pie de la letra la duración del milenio de paz como un periodo aproximado de 1.000 años que precede al último desencadenamiento del mal en el que el dragón es soltado por poco tiempo antes de ser derrotado definitivamente, tiene sentido que éste termine en el año 3000. |
Sumando los 4 caracteres CSPB del reverso de la medalla bien escritos como siglas (es decir, C.S.P.B., teniendo en cuenta que de hecho son 4 elementos independientes cada uno en circulito diferente), respetando la sintaxis tradicional para escribirlas, es decir, poniendo un punto después de cada letra, se obtiene 480, que tomé como año.
En el 480 nació San Benito de Nursia (!). ¿No es increíble, asombroso y extraordinario? Además se obtiene justo con las 4 iniciales que se refieren a el —”Crux Sancti Patris Benedicti”, en español “Cruz del Santo Padre Benito”—.
Este descubrimiento lo hice el 12 de julio de 2022, justo al día siguiente de la festividad de San Benito en el Novus Ordo. |
Sumando sin espacios en blanco todos los caracteres de la cruz del reverso de la medalla sin repetir la letra S central más los de los circulitos CSPB ubicados en los ángulos de la cruz más los del borde circular, incluyendo la palabra PAX (es decir, CSSMLNDMDCSPBVRSNSMVSMQLIVBPAX), se obtiene 2.323.
Asombrosamente 2.323 es el complementario de 677 para obtener el 3.000 como he explicado antes (!). Creo que tiene un gran simbolismo que el 2.323 se obtenga justamente con la totalidad de los caracteres del reverso de la medalla. Esto lo interpreto como certificación numérica de que su poder como sacramental es enorme ya que si se toma 677 como último desencadenamiento del mal mencionado en el numeral 677 del Catecismo de la Iglesia Católica y se le suma el 2.323 como número que representa el reverso de la medalla al completo, se obtiene la derrota definitiva del dragón —3.000—.
Otra posible interpretación que he hecho del 2.323 en el momento de escribir este artículo tomando el número como un doble 23 (recordando precisamente el día en que entendí el significado del 444) es que un 23 podría atribuirse a San Jorge y el otro 23 al Señor como nuestro pastor con quien ningún mal debemos temer y nada nos falta tal cual indica precisamente el Salmo 23: “Salmo. De David. Yahveh es mi pastor, nada me falta. Por prados de fresca hierba me apacienta. Hacia las aguas de reposo me conduce, y conforta mi alma; me guía por senderos de justicia, en gracia de su nombre. Aunque pase por valle tenebroso, ningún mal temeré, porque tú vas conmigo; tu vara y tu cayado, ellos me sosiegan. Tú preparas ante mí una mesa frente a mis adversarios; unges con óleo mi cabeza, rebosante está mi copa. Sí, dicha y gracia me acompañarán todos los días de mi vida; mi morada será la casa de Yahveh a lo largo de los días.” |
![]() Sumando la inscripción que hay en el área central a ambos lados de la figura de San Benito en el anverso de la medalla, incluyendo el punto de abreviatura de la S y el punto final, tal cuál aparece en la imagen (es decir, CRVX S.PATRIS BENEDICTI.), se obtiene 1.676, que tomé como año.
En 1676 nació nada más y nada menos que Benito Jerónimo Feijoo (!). ¿No es asombroso? Como he relatado al principio del relato se me ocurrió pensar en el apellido Feijoo y escribirlo sin tilde para luego comprobar asombrado que suma 444 para posteriormente terminar descubriendo tantas coincidencias en la medalla. |
![]() Sumando los caracteres de la mitad izquierda del borde circular del anverso de la medalla, con los correspondientes espacios en blanco para separar las palabras y separando la A y la E de la ligadura Æ (es decir, EIVS IN OBITV NRO PRAE), se obtiene 1.513, que tomé como año.
En 1513 se volvieron a unir de manera efectiva la Congregación Camaldulense de la Orden de San Benito y la Congregación de Murano, que en el siglo anterior, en 1434, se habían separado por conflictos de intereses. La primera era de una rama reformada de la orden de San Benito, y la segunda adoptó una mitigación de dicha regla. Cuando ambas se unieron en 1513 pasaron a conformar la Congregación del Sacro Eremitorio y de San Michele de Murano. |
![]() Sumando los caracteres de la mitad izquierda del borde circular del anverso de la medalla, con los correspondientes espacios en blanco para separar las palabras y respetando la ligadura Æ (es decir, EIVS IN OBITV NRO PRÆ), se obtiene 1.577, que tomé como año.
En 1577 nació Benedetto Castelli, nacido Antonio Castelli (Brescia, 1577 – Roma, 9 de abril, 1643), que fue un destacado monje de la orden de San Benito, matemático y físico italiano. Estudió en la Universidad de Padua y luego se convirtió en monje del monasterio benedictino de Monte Cassino.
Era discípulo de Galileo Galilei, y a su vez maestro de su hijo. Ayudó a Galileo en el estudio de las manchas solares y participó en el examen de las teorías de Nicolás Copérnico. Fue designado como profesor de Matemáticas en la Universidad de Pisa, en sustitución de Galileo, y más tarde en la Universidad de Roma La Sapienza. Sus estudiantes incluyeron Giovanni Alfonso Borelli y a Evangelista Torricelli, inventor del barómetro y un autor temprano de la bomba de aire. Estas son unas pinceladas de tan relevante personaje completamente vinculado a la Ciencia, lo que encaja con el apoyo y promoción de la Ciencia por parte de Benito Jerónimo Feijoo y Benedicto XIV. |
Sumando los caracteres de la mitad izquierda del borde circular de una de las versiones alternativas que existen del anverso de la medalla —con sólo una E, sin ligadura o diptongo Æ, que es una forma alternativa también válida de escribir PRÆSENTIA en latín—, con los correspondientes espacios en blanco para separar las palabras (es decir, EIVS IN OBITVNRO PRE), se obtiene 1.416, que tomé como año.
En 1416 fue cuando Aragón retiró la obediencia al antipapa Benedicto XIII —Benito XIII— (el célebre papa Luna) a pesar de que amplios sectores del clero le apoyaban cuando estaba refugiado en Peñíscola. Este es el afortunado acontecimiento que dio fin al Gran Cisma de Occidente, que había supuesto una de las dos más grandes crisis en la historia de la Iglesia Católica en la que aparecieron dos líneas alternativas de antipapas —los de Avignon y los de Pisa, oponentes de los papas de Roma—. |
![]() Sumando los caracteres de la mitad derecha del borde circular del anverso de la medalla, con los correspondientes espacios en blanco para separar las palabras (es decir, SENTIA MVNIAMVR), se obtiene 1.108, que tomé como año.
En 1108 es cuando San Bernardo de Claraval (1090-1153) ingresa en la Orden de San Benito, siendo el principal impulsor de la reforma para aplicar de manera estricta la Regla de San Benito y del regreso a la vida contemplativa que había sido descuidada por la decadencia producida por los cluniacienses tras la reforma que realizaron muchos años antes. Se le encargó la fundación de la Abadía de Claraval (Clairvaux, en francés), de la que fue abad durante unos 38 años, hasta su muerte. Bernardo de Claraval se convirtió en el principal consejero de los papas y varios de sus monjes llegaron igualmente a ocupar la Sede Pontificia. San Bernardo predicó también la Segunda Cruzada y al morir había fundado nada más y nada menos que 68 monasterios de su orden. |
![]() Sumando los caracteres de ambas mitades del borde circular del anverso de la medalla, con los correspondientes puntos separadores que aparecen en ella para separar las palabras, y tildando además los caracteres de las palabras de la oración que siguiendo las reglas ortográficas del latín se escriben con tilde y poniendo además un guión separador entre ambas mitades (es decir, EIVS.IN.ÓBITV.NRO.PRAE-SÉNTIA.MVNIAMVR), se obtiene 3.000.
Como se puede observar, en el anverso de la medalla se obtiene asombrosamente de forma directa éste número redondo sin hacer ninguna suma complementaria y respetando escrupulosamente las reglas ortográficas del latín. Sin duda lo considero una certificación de lo comentado más arriba sobre su significado. ¿Será el año exacto del fin del tercer milenio (milenio de paz) desde el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo?
Este descubrimiento lo hice Dios mediante el 11 de julio de 2023, día de la festividad de San Benito en el Novus Ordo. |
![]() Sumando los caracteres de ambas mitades del borde circular del anverso de la medalla pero utilizando ahora cruces para separar las palabras —separador típico en algunas inscripciones—, tildando de nuevo los caracteres de las palabras de la oración que siguiendo las reglas ortográficas del latín se escriben con tilde, escribiendo las V como U —que en latín son la misma letra— y no poniendo esta vez guión separador entre las dos mitades (es decir, EIUS+IN+ÓBITU+NRO+PRÆSÉNTIA+MUNIAMUR), se obtiene 3.000 (!).
Una vez más, considero esto una certificación de lo comentado más arriba acerca de su significado. ¿Será el año exacto del fin del tercer milenio (milenio de paz) desde el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo? |
![]() Sumando en esta ocasión los caracteres de ambas mitades del borde circular de la versión alternativa del anverso de la medalla mostrada más arriba —con sólo una E, sin ligadura o diptongo Æ en la palabra PRÆSENTIA—, con los correspondientes espacios en blanco para separar las palabras (es decir, EIVS IN OBITV NRO PRESENTIA MVNIAMVR), se obtiene 2.556.
Sabiendo ya lo del 3.000 descubrí algo realmente impresionante, y es que sumando 2.556 + 444 se obtiene 3.000. Efectivamente, tomando la oración completa del borde circular escrita en mayúsculas de manera normal, con sus espacios en blanco, se obtiene un número cuyo complementario para obtener el 3.000 es el precioso 444 que me condujo a estos descubrimientos (!). |
![]() Sumando los caracteres del texto que hay en el semicírculo a los pies de San Benito, tal cuál están escritos en la medalla normal, con el punto elevado y los dos guiones separadores que se pueden observar (es decir, EX·S-M-CASINO MDCCCLXXX), se obtiene 1.753, que tomé como año.
En 1753 el Monasterio benedictino de Santa Escolástica en Subiaco deja de ser un estado autónomo dentro del Sacro Imperio Romano Germánico. Este importante monasterio es hoy en día el único superviviente de los 12 fundados por San Benito a principios del siglo VI aprovechando las estructuras en ruinas de un antiguo palacio de descanso del emperador Nerón. Es una abadía territorial, por lo que el templo tiene rango de catedral y el abad es obispo, que tiene jurisdicción sobre un territorio (hoy se reduce a los monasterios de San Benito y Santa Escolástica, pero en otros tiempos tuvo mucha importancia). Es un lugar lleno de arte, historia y espiritualidad. |
![]() Sumando los caracteres del texto que hay en el semicírculo a los pies de San Benito, tal cuál están escritos en la medalla normal, con el punto elevado y los dos guiones separadores que se pueden observar, pero sin el año en números romanos propio de la medalla del jubileo de 1880 (es decir, EX·S-M-CASINO), se obtiene 1.035, que tomé como año.
En 1035 el papa Benedicto IX —Benito IX— se tuvo que enfrentar a un levantamiento popular del que salió indemne gracias a la ayuda prestada por el emperador del Sacro Imperio Germánico, Conrado II, que envió tropas para combatir la revuelta, y las mantuvo de guarnición en Roma para defenderle. Es conocido por ser el papa más nefasto y golfo de la Iglesia Católica. Además tuvo un triple pontificado, ya que fue papa en 3 periodos distintos intercalados con 2 papas entre medias. Aún así, fue papa, y jamás cambió la doctrina, al contrario que está haciendo el falso profeta. |
![]() Sumando los caracteres del texto que hay en el semicírculo a los pies de San Benito, tal cuál están escritos en el anverso de una medalla alternativa, en la que todos los separadores son puntos elevados y la palabra CASINO es sustituida por la también válida CASINUM (es decir, EX·S·M·CASINUM MDCCCLXXX), se obtiene 2.112, un número capicúa muy llamativo.
Sabiendo ya lo del 3.000 de nuevo descubrí algo realmente impresionante, y es que sumando 2.112 + 888 se obtiene 3.000. Efectivamente, tomando la oración completa del borde circular escrita en mayúsculas de manera normal, con sus espacios en blanco, se obtiene un número cuyo complementario para obtener el 3.000 es el precioso 888, el número de Jesús, el nombre del cordero en gematría griega con el que están marcados en su frente los simbólicos 144.000 purificados indicados en Apocalipsis 14 —Ἰησοῦς— (!).
Además, 2.112 me lleva al análisis de Apocalipsis 21:12, que dice “Tenía una muralla grande y alta con doce puertas; y sobre las puertas, doce Angeles y nombres grabados, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel;”, y que asombrosamente se refiere a los 144.000 marcados en su frente con el 888 teniendo cuenta que el número representa a la gran multitud salida de las doce tribus —12 · 12 · 1.000— (!).
Pero aún hay más, y es que teniendo en cuenta que Nuestro Señor Jesucristo es el Alfa y la Omega —Apocalipsis 21:6—, haciendo la suma del valor ASCII de los caracteres A y O, que en el alfabeto latino son los equivalentes a la A y Ω del alfabeto griego, se obtiene 144, lo cual da todo el sentido a que los 144.000 están marcados con el 888 del cordero (!). |
He omitido unos pocos descubrimientos más en la medalla de San Benito para no extenderme demasiado, y tras el aluvión de números creo que es ideal recordar unas palabras de nuestro amado Benedicto XVI referidas al sacrificio perpetuo: “No se puede consumir la Eucaristía sin amar al prójimo. La Eucaristía nunca se puede tomar como una mera relación individualista entre uno mismo y Dios. No es compatible con la falta de caridad, de amor, por eso recibirla egoístamente sin considerar la espantosas muertes que puedo causar, no es católico, es fariseo. Recuerden como los fariseos criticaron a Jesús porque curó a un ciego en Sábado, dijeron si se ha saltado el Sábado no debe venir de Dios. Para los fariseos era más importante el ritual, en cambio Jesús demuestra que la naturaleza de Dios es Amor. Jesús nunca puede estar a favor de destruir la vida de otros.”.
Todos estos datos interrelacionados que gracias a Dios he conocido, para mi son una certificación de matemática de que la Iglesia Católica es la verdadera que Nuestro Señor Jesucristo fundó, y a mi no me cabe ninguna duda de que todas estas revelaciones vienen del Cielo. Además, son unas cuantas las ocasiones en mi vida las que estoy seguro de que Dios me ha hablado a través de los números y otras señales muy matemáticas que encajan mucho con mi forma de ser y me han producido gozo —por ejemplo, la coincidencia de mi primer escrito de esta serie “Datos inesperados” relacionada con el día de mi cumpleaños—. Son varios amigos y hermanos en la fe los que además me han animado mucho con sus palabras a seguir con todo esto.
Benedicto XIV, ruega por nosotros. San Benedicto XVI, mártir, ruega por nosotros. San Benito, ruega por nosotros. Santa María, ruega por nosotros.
¡Viva Nuestra Santísima Madre del Cielo! ¡Viva Cristo Rey!
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(*1) ASCII (acrónimo inglés de American Standard Code for Information Interchange —Código Estándar estadounidense para el Intercambio de Información—) es un código universal de caracteres utilizado por las computadoras basado en el alfabeto latino y creado en 1963 por el Comité Estadounidense de Estándares (ANSI) como una evolución de los conjuntos de códigos utilizados en aquel entonces en telegrafía. Como las computadoras únicamente entienden números, el código ASCII es un método de traducción de letras y símbolos a números como ‘a=97’, ‘B=66’ o ‘/=47’, de tal manera que todos los dispositivos electrónicos utilicen los mismos códigos y se puedan entender entre sí. En casi cualquier libro de informática y en multitud de páginas web es común encontrar la tabla ASCII para consultarla de tal manera que los usuarios puedan utilizar los códigos numéricos para poder escribir con el teclado de un ordenador determinados símbolos que no están directamente disponibles en las teclas. Por ejemplo, en la web codigoascii.org se puede consultar la tabla, en la que se puede comprobar que la letra ñ minúscula se puede escribir con el código 164 (para lo cuál hay que pulsar la tecla ALT y los números 1, 6 y 4 en el teclado del ordenador), lo cuál es especialmente útil en un teclado británico que no tiene ninguna tecla con dicha letra.
(*2) Benito es una variante de Benedicto en español y otros idiomas, y éste a su vez viene del latín Benedictus. Es un precioso nombre que significa “bendito”.
(*3) El numeral 1471 del Catecismo de la Iglesia Católica dice:
“La doctrina y la práctica de las indulgencias en la Iglesia están estrechamente ligadas a los efectos del sacramento de la Penitencia.
Qué son las indulgencias
“La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos” (Pablo VI, Const. ap. Indulgentiarum doctrina, normas 1).
“La indulgencia es parcial o plenaria según libere de la pena temporal debida por los pecados en parte o totalmente” (Indulgentiarum doctrina, normas 2). “Todo fiel puede lucrar para sí mismo o aplicar por los difuntos, a manera de sufragio, las indulgencias tanto parciales como plenarias” (CIC can 994).”.
(*4) Al profeta Daniel se le apareció el arcángel San Gabriel para darle la profecía en la que Dios da una cronología resumida de su plan salvífico, dirigida primeramente al pueblo escogido, Israel, y luego, tras la crucifixión de Cristo y la apostasía del pueblo judío, a la Nueva Israel, es decir, a la cristiandad. San Gabriel le dijo a Daniel que transcurrirían 70 semanas de años, es decir, 490 años (70 x 7), para acabar con la iniquidad y traer la justicia eterna, es decir, para que venga a nosotros el Reino de Cristo —como pedimos cada vez que rezamos la oración del Padre Nuestro— con los nuevos Cielos y la nueva Tierra, que no tendrá fin —como dice el Credo de Nicea—. Así se daba por finalizada la visión profética sobre las dos venidas de Cristo para instaurar su Reino en la Tierra tras la Parusía o Segunda Venida.
El primer día del cómputo de esos 490 años se corresponde con el edicto del rey Artajerjes en el año vigésimo de su reinado a Nehemías, dándole permiso para volver a Jerusalén a reedificar la ciudad (en el 444 a.C.) y desde entonces comienzan a transcurrir los siguientes 3 segmentos de tiempo bien diferenciados por su distinto significado:
- 7 semanas en las que se reconstruyen las murallas y plazas de Jerusalén.
- 62 semanas hasta que sea crucificado Jesús, el Mesías, y quitado de en medio su pueblo, Israel.
- 1 semana en la que se manifiesta el anticristo, que suprime la Eucaristía a la mitad de la misma, y una vez finaliza, se produce la Parusía o Segunda Venida de Jesús.
El último de estos segmentos comienza después de detenerse el cronómetro tras la crucifixión durante casi 2.000 años, dado que el pacto era con el pueblo judío, y tal como resuelve en San Mateo 24:32-34 al mencionar la señal de la higuera, que los exégetas explican que se refiere al resurgimiento de Israel como nación en 1948, pasaría desde ese momento una generación —es decir, entre 70 y 80 años— antes de que comenzase la semana final.
(*5) El panteísmo es una visión impersonal de Dios que se refiere a Él como a una simple energía suprema creadora del Universo e indiferente ante lo creado.
(*6) Santo Tomás de Aquino, filósofo, teólogo y doctor de la Iglesia escribió entre 1265 y 1274 la “Summa theologica”, considerada una de las más grandes obras teológicas jamás escritas. Es un compendio de catecismo en forma de suma de todas las principales enseñanzas teológicas de la Iglesia Católica que concibió como un manual para la educación teológica de los estudiantes de Teología, incluidos seminaristas y laicos que sabían leer. La obra presenta razonadamente casi todos los puntos de la teología cristiana occidental siguiendo como ciclo Dios, la Creación del hombre, el propósito del hombre, Cristo, los sacramentos y de regreso a Dios. La Summa es muy popular por incluir un artículo en el que Santo Tomás de Aquino expone cinco argumentos a favor de la existencia de Dios conocidos como las “cinco vías”.
(*7) La oblación es la ofrenda a Dios Padre, y a Él se le pide aceptar el sacrificio de Dios Hijo, de manera que por eso se dice que es un sacrificio oblativo. Se pide su aceptación varias veces a lo largo del canon de la misa, antes y después de la consagración, y en la primera de ellas, que es la oración del “Te ígitur”, se ofrece en comunión con el papa, el obispo de la diócesis y todos aquellos que practican íntegramente la fe católica y apostólica. Esto nos debe recordar que la comunión —es decir, común unión— no es un acto individual y por lo tanto es un pecado grave aceptar la comunión con herejes manifiestos y una falsa jerarquía de la Iglesia.
(*8) Sara entre otras cosas me recordó que San Jorge dio su vida por la fe al igual que muchos durante la “Gran tribulación”, que darían su vida por la fe. Roza entre otras cosas me dijo que cree que los números 23 4 30 están entretejiendo una historia, que para el mundo el 23 de abril es el día de San Jorge, que el 23/04/303 es la fecha de su muerte y que lo más importante es que él capturó al dragón llevándolo al pueblo para que lo mataran, recordándome que el santo también dijo que sólo el que se convierte a Jesucristo tendrá la fuerza de matar el dragón.
(*9) El 13 en numerología bíblica es un número frecuentemente asociado al mal y a Satanás, y curiosamente es el capítulo 13 de Apocalipsis el que habla de la marca de la bestia.