Estados Unidos pierde otro peón en Oriente Próximo. Por Vicente Montesinos
Irán y Arabia Saudí han restablecido sus relaciones diplomáticas, rotas desde 2016

Vicente Montesinos
Director de Adoración y Liberación
Gracias a la mediación de China, que en los últimos tiempos ha dado un impulso en su papel geoestratégico, Irán y Arabia Saudí han restablecido sus relaciones diplomáticas, rotas desde 2016, y que convirtieron a ambos países en enemigos acérrimos en la región.
En principio, se trataría del final de la denominada ‘nueva Guerra Fría de Oriente Próximo’, de tal forma que a primera vista resultaría un alivio que ese foco constante de tensión entre ambos se desvanezca.
No obstante, el nuevo ‘statu quo’ de estas relaciones debe encajar con la tradicional cercanía que Arabia Saudí ha mostrado con Estados Unidos, cuyas relaciones con Irán y China son actualmente bastante malas.
De ahí que Washington haya acogido con bastante recelo este acercamiento entre saudíes e iraníes, que quizá ya temiese Biden en el último semestre del año pasado cuando afloraron serias discrepancias con aquella monarquía.
Que EE.UU. pierda otra pieza en Oriente Próximo significa que el nuevo bloque estratégico contrario a la Agenda Globalista de Biden y lo suyos se fortalece.
Ya no son solo Brics. Cada vez más países con poderosa actividad salen fuera del juego globalista estadounidense; lo cual es visto con buenos ojos por la campaña de Trump, que justamente quiere incidir en el desastre diplomático demócrata; llamado solo a mover guerras y conflictos.
Rusia se beneficia de ello. China también.
Y Europa, como siempre, lazarillo de los demócratas americanos, sigue perdiendo posiciones en el tablero internacional.
¿La interpretación? Para todos los gustos. Desde los que pensamos que es bueno que de una vez la corrupta administración Biden quede desarmada; hasta los que ven (tampoco sin razón) que la Tercera Guerra Mundial está cada vez más cerca.
Dios nos asista