San Juan Bautista. Por Juan Cicconi
Este profeta poderoso, austero y humilde, no hizo otra cosa que allanar los caminos para Cristo; y el fuerte movimiento religioso que generó benefició a Cristo.

Por Juan Cicconi
Para Adoración y Liberación
San Juan Bautista 9 de diciembre de 2022
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San Mateo 11, 1-10
“Arrepentíos porque el reino de los cielos esta cerca”. Mateo 3, 2
“Raza de víboras, ¿Quién os ha enseñado a huir de la cólera que viene?”. Mateo 3, 7
“Ya el hacha esta puesta a la raíz de los árboles; y todo árbol que no produce buen fruto será cortado y arrojado al fuego”. Mateo 3, 10
Este profeta poderoso, austero y humilde, no hizo otra cosa que allanar los caminos para Cristo; y el fuerte movimiento religioso que generó benefició a Cristo.
El Bautista es la rectitud moral y la humildad llevadas al heroísmo, predica el bautismo de arrepentimiento para el perdón de los pecados; y en este mismo lugar comienza la prédica de Cristo:
“El tiempo se ha cumplido y se ha acercado el reino de Dios. Arrepentíos y creed en el Evangelio”, Marcos 2, 15; y Él mismo había recibido el bautismo de penitencia por parte de San Juan Bautista.
Esto nos muestra la conexión visible y solemne de su misión. La religión es una sola; y se remonta hasta el principio del mundo, conectados todos sus tramos de manera solemne: Adán, Abraham, Moisés, Los Profetas, Juan Bautista y Cristo. Para enseñarla hay que temer autoridad y la autoridad no se inventa, se recibe.
En el bautismo de Jesucristo tuvo lugar la revelación del último tramo de la Religión, el definitivo: “Aquel sobre quien descendiera el Espíritu, Ése es”; y una voz vino del cielo: “Tú eres mi Hijo, el Amado, en Tí me recreo”. Lucas 3, 22
La única profecía que hizo Juan fue reconocer a Cristo como Mesías, lo cual no es poco, es todo. San Juan Bautista es el último de los Profetas del Antiguo Testamento y el primer Mártir del cristianismo; y se comporta siempre con una humildad conmovedora, duro contra los fariseos, delante de Cristo queda desecho: “Yo no soy digno ni aún de inclinarme para desatar la correa de sus sandalias”. Marcos 1, 7
El cristianismo ha tenido gran devoción a San Juan Bautista y aunque él no era la luz dió testimonio de la Luz; como dice de él otro San Juan, el Evangelista. El cual nos deja muertos de asombro al anunciar la segunda venida de Cristo y los signos previos a ella; revelados en el Apokalypsis, la gran Profecía.
“Bienaventurado el que lee y los que escuchan las palabras de esta profecía y guardan las cosas en ella escritas; pues el momento esta cerca”. Apokalypsis 1, 3
Nota: estamos en Adviento y significa llegada o venida.
Bibliografía consultada: “El Evangelio de Jesucristo” P. Castellani