Los días son malos. Por Juan Cicconi
“Vivimos en una generación torcida y perversa, pues tienen entenebrecido el entendimiento, enajenados de la vida de Dios por la ignorancia que los domina, a causa del endurecimiento de su corazón, y habiéndose hecho insensibles se entregaron a la lasciva para obrar con avidez toda suerte de impurezas, y hasta da vergüenza mencionar las cosas que hacen en secreto los que sirven a los demonios. Por eso miremos con cautela como andamos, no como necios, sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos”.

Por Juan Cicconi
Para Adoración y Liberación
6 de diciembre de 2022
San Lucas 21, 24- 36
El Apokalypsis de Lucas es el más breve de todos; y es aquel en que esta indicada la división de la doble profecía, predice el fin de una época de la historia del mundo y el fin de toda la historia del mundo en dos planos subordinados que se llaman typo y antitypo.
Esos signos se pueden distinguir más o menos en dos secciones: el fin de Jerusalén y el Templo y en la segunda el fin de la Cristiandad y el fin del mundo.
“Será la tribulación más grande que ha existido desde el principio del mundo; más grande
que el Diluvio….
Se secarán los hombres de miedo y de expectativa ante las convulsiones del Universo…..
Las fuerzas cósmicas se descompaginarán….
Habrá signos en el sol, en la luna y en las estrellas; y gran presión entre los pueblos….
Entonces alegraos [!] porque está cerca vuestra redención….
Verán al Hijo del Hombre venir sobre las nubes del cielo con gran majestad y poderío…
El cielo y la tierra pasarán; pero mis palabras no pasarán….
¿Quién es este? ¡Nadie ha hablado jamás como este hombre! ….”
Efectivamente.
Hay muchos lugares en el Evangelio en que Cristo pronuncia palabras que a ningún hombre le serían lícitas, porque rompen el equilibrio humano y muestran como en un relámpago los abismos de la Eternidad.
Y el asombro ante los anuncios lo podemos ver cuando la Vulgata vierte: “las potencias de los cielos serán conmovidas”; y el texto griego dice literalmente:“las energías uránicas” (“dinámeis toon ouranoón”); y las energías uránicas hoy sobran, el instrumento con el cual se puede destruir el mundo esta inventado, probado y listo para entrar en acción; y esto lo podemos comprobar leyendo la sexta tuba (Apokalypsis 9, 13- 21).
Lo que tiene que ser, será. La creación madura, y el drama de la humanidad pecadora tiene que tener su desenlace. El Bien y el Mal han ido creciendo en tensión desde el principio del mundo y algún día tendrá que saltar la chispa, y ese día no es un día perdido en la lejanía de lo ilimitado; y esto se confirma con las palabras de Cristo: “Sí, vengo pronto”. Apokalypsis 22,20
“Vivimos en una generación torcida y perversa, pues tienen entenebrecido el entendimiento, enajenados de la vida de Dios por la ignorancia que los domina, a causa del endurecimiento de su corazón, y habiéndose hecho insensibles se entregaron a la lasciva para obrar con avidez toda suerte de impurezas, y hasta da vergüenza mencionar las cosas que hacen en secreto los que sirven a los demonios. Por eso miremos con cautela como andamos, no como necios, sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos”.
San Pablo- Cartas a los Filipenses 2,15, Efesios 4,18-19 y Efesios 5, 15; escritas en los años 61 y 63 DC
Bibliografía consultada: “El Evangelio de Jesucristo” P. Castellani