Podremos huir. Por F.L.Mirones
Cuando no nos podamos mover seremos controlables, vulnerables y caeremos en depresión. Estos son los planes del NOM, pero no los nuestros.

Por Fernando López Mirones
Acuérdense de esto que les voy a decir.
Quieren que tengamos vehículos eléctricos porque tienen obsolescencia programada para que todos estén inutilizados en 2030.
Las baterías no durarán más de 6-8 años, y cuando todos vayan cayendo, ya nadie tendrá dinero para sustituirlos. Literalmente no funcionarán y las baterías valen más que los vehículos.
No hay arreglo posible, se convierten en una piedra sin remisión.
En cambio los motores de combustión interna son reparables eternamente, como han demostrado en países como Cuba.
Se pueden adaptar a combustibles hechos con patatas o con casi cualquier cosa, siempre habrá alguien que los arregle.
Los eléctricos son una trampa para que usted se financie su propia ruina.
Además son fácilmente controlables a distancia y una cápsula espía que puede enviar incluso información médica a distancia.
Ellos saben esto perfectamente, cuentan con que cuando toda la flota eléctrica e híbrida se convierta en chatarra, ya seremos pasto de la Agenda 2030 y estaremos anulados.
Así bloquearán a millones de personas en todo el mundo de forma casi simultánea y sin explicaciones.
Parece mentira que la gente que sabe de sobra por electrodomésticos y móviles que todos mueren por la batería, crean que esos coches que se están comprando van a ser distintos.
Como las falsas vacunas, nos destruyen con nuestro propio dinero y decisiones dirigidas.
Toda soberanía personal, alimentaria, energética o ideológica será eliminada para que seamos dependientes de un estado mundial que vele por los buenos ciudadanos obedientes.
Los vehículos son libertad, movimiento, desplazamiento, toma de decisiones, autonomía… ¡no les gustan!
Cuando no nos podamos mover seremos controlables, vulnerables y caeremos en depresión.
Estos son los planes del NOM, pero no los nuestros. No se lo vamos a permitir.
Esta distopía solo ocurrirá si la gente sigue tragando.
Mire a su viejo diésel o gasolina con cariño, es un vehículo noble, no se chiva, no le juzga, no le da consejos, jamás le venderá, lo llevará a donde usted quiera sin delatarlo, es suyo, no de ellos.
Recuerden a Mad Max, mientras haya motores de combustibles fósiles u orgánicos, podremos huir.
Un aullido.