A un fiel sacerdote. Por Andrea Serrano como Corresponsal de AyL

Por Andrea Serrano
Corresponsal AyL México

¡ Ven Espíritu Santo llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu divino amor!
A un fiel Sacerdote:
¿Cómo agradecer a Dios tanta belleza que nos da por medio de los sacerdotes?
¿Cómo no valorar a los sacerdotes de todos los tiempos?
Un fiel sacerdote es un tesoro espiritual del cielo, es la inspiración de Dios para dar a todas las almas su Gracia.
Un fiel sacerdote es la “sal del mundo “ que entrega su ser a Dios y a los fieles para dar la alegría del Señor.
Un fiel sacerdote muere a sí mismo para dar vida en Cristo a las almas.
Un fiel sacerdote tiene el valor de corregir, alentar, consolar y guiar con sabiduría en el camino de Cristo.
Un fiel sacerdote es la más grande bendición del cielo.
Nuestro director espiritual en Adoración y Liberación, el Padre Tamayo con su ejemplo de amor, sus homilías, su fervor en las Santas Misas Tradicionales, junto con su humildad , sabiduría, entrega, lucha, prudencia, valentía, fortaleza y fuerza, lo hace ser un valorado Sacerdote en estos tiempos donde se tiene tanta necesidad de Dios.
¡Gracias Jesús por la vocación del Padre Tamayo!
¡Gracias Padre Tamayo por su fidelidad y por hacer presente a Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar!
¡La Eucaristía es el cielo en la tierra!
¡Dios bendiga al Padre Tamayo y la Santísima Virgen María de Guadalupe lo cubra con su manto de amor!
¡Nunca olvidemos orar por nuestros sacerdotes en esta batalla espiritual que vivimos!
Oración por los sacerdotes:
Oh Jesús, Salvador mío, que has confiado a los sacerdotes, la aplicación de la obra de la redención y de la salvación del mundo: Por mediación de tu Santísima Madre la Virgen María ofrezco para la santificación de tus Sacerdotes mis oraciones y sufrimientos y durante el resto de este día, todos mis trabajos y alegrías, mis sacrificios y Dadnos, Señor, sacerdotes verdaderamente santos, que inflamados del fuego de tu amor no procuren otra cosa que tu mayor Gloria.
Presérvalos de todos los peligros interiores y exteriores, defiéndelos sobre todo contra las insidias del enemigo.
Amén.
Dios los bendiga.
Hasta el cielo no paramos.
¡Viva Cristo Rey!
A UN FIEL SACERDOTE. DEDICADO AL PADRE TAMAYO. Andrea Serrano (Corresponsal en México)