De la Resurrección hacia Pentecostés. (Por El Pequeño Cirineo)
Cuando vivimos de cara al mundo nos llenamos de preocupaciones ansiedades, tristezas, desesperación,... Cuando vivimos de cara a Dios lo hacemos con amor, con esperanza, con gratitud con bondad, con paz...

Por el Pequeño Cirineo
En estos momentos nos dirigimos hacia Pentecostés. ¡¡¡Nuestro Señor ha RESUCITADO!!!
Aunque nuestro mundo sigue estando ciego, desorientado, dando pasos en muchos casos hacia la perdición.
Cuando vivimos de cara al mundo nos llenamos de preocupaciones ansiedades, tristezas, desesperación,… Cuando vivimos de cara a Dios lo hacemos con amor, con esperanza, con gratitud con bondad, con paz…
Pongamos nuestros ojos en Pentecostés ,abramos el corazón al Espíritu Santo.
“El Reino de Dios está dentro de nosotros”
Lucas (17,21)
Dejemos que esté Pentecostés el Espíritu Santo vaya modelando nuestra vida según la voluntad de Dios para cada uno de nosotros, porque si dejamos que Él nos guíe, seremos como lámparas que guían a otros en medio de la noche oscura.
Estamos en tiempos oscuros, difíciles tiempos, pero el Señor nos asegura que está a nuestro lado.
“Sabed que Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”
Mt (28.20)
Pidamos la fuerza del Espíritu Santo para poder cooperar en la construcción del Reino de Dios aquí en la tierra, llevemos el agua de la Palabra viva del Evangelio a los demás, vivamos desde el corazón, porque él nos lleva a Dios.
Hagamos silencio profundo y dejemonos moldear y guiar por la luz el Espíritu Santo, seamos sus instrumentos ,para poder dar testimonio.
Pidamos discernimiento para conocer cuál es la tarea a la que se nos llama, meditemos en su grandeza, belleza, bondad, alegría, ecuanimidad, perfección…
Sintamonos hijos amados que se mueven hacía una total confianza en Él, démosle alabanza desde el corazón.
Así descubriremos que sólo gracias a nuestro Señor Jesucristo somos capaces de amar a otras personas y compartir con otros hermanos las bendiciones tanto espirituales como materiales que dé Él recibimos.
“Al principio Dios creó el cielo y la tierra y la tierra estaba vacía e informe sobre ella la aleteaba el Espíritu de Dios”
Gn (1,2)
Este espíritu de Dios que desde el inicio de la creación aletea en esta tierra insuflando la vida, a los seres humanos y a todos los demás seres de la creación, qué proclama constantemente la Gloria de Dios Creador Padre y Redentor Nuestro.
Pidamos al Señor en este PENTECOSTÉS que nos envié su espíritu y sus dones , para que crezcamos en abundante vida y podamos disfrutar de ella como hijos amados de Dios.
“En efecto, nadie conoce lo íntimo de Dios, sino el Espíritu de Dios, y nosotros no hemos recibido el Espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para conocer las gracias que Dios nos ha otorgado”
(1Cor 2,11ss)
Que Dios te bendiga
El pequeño Cireneo