Cuaresma camino de conversión. (Por Pequeño Cirineo)
Dios es misericordioso pero también es justo y el mismo nos asegura que todo árbol que no de fruto bueno será cortado y echado al fuego.

Por el Pequeño Cirineo
Juan Bautista nos anima a arrepentirnos de nuestros pecados y volver a Dios ,nos pide que le abramos el camino.
Cuando Juan confesaba a los hombres sus pecados los bautizaba con agua y los liberaba.
Antes de volver a Dios es necesario arrepentirse, no estaremos libres ni salvados si no confesamos ,si no nos arrepentimos.
Dios es misericordioso pero también es justo y el mismo nos asegura que todo árbol que no de fruto bueno será cortado y echado al fuego.
Juan bautiza con agua y lava el pecado, pero después de él viene el Señor Jesús que bautiza con Espíritu Santo y fuego. El mismo separará la paja del trigo y la quemará en el fuego eterno.
El Señor nos habla claramente en los evangelios, y nos dice que hay que cumplir todo lo que Dios Padre exige en la ley.
El Señor nos llama a arrepentirnos del pecado, para que podamos volver a Dios y Él mismo escoge a sus discípulos para enseñarles a ser “pescadores de hombres”y llevar la buenanueva por el mundo.
Las bienaventuranzas nos enseñan que Dios bendice a todos los que son pobres en el espíritu y conscientes de la necesidad que tienen de Él, sabiendo que sin Él no pueden nada.
Bendice a los que lloran, a los que son humildes ,a los que tienen hambre y sed de justicia, porque estos serán saciados.
Bendice a los compasivos porque serán tratados con compasión, a los de corazón puro, a los que procuran la paz, a los perseguidos por hacer lo correcto.
Dios siempre nos bendice, y cuando a alguien es perseguido en su nombre por ser fiel a El , nos dice que debemos estar alegres ,porque nos esperará una gran recompensa en el cielo.
Nos anima a que no decaigamos cuando nos persiguen y nos injurien, porque los profetas también fueron perseguidos.
Todos los que siguen a Dios y cumplen su palabra son luz para el mundo y sus buenas acciones brillarán ante todos.
Ya que por medio de los justos el Señor también será alabado y bendecido.
Él no viene a abolir la ley sino a darle cumplimiento pues la ley de Dios es eterna y nada de ella se puede cambiar.
El que cumple los mandamientos de la ley de Dios será llamado grande en el reino del cielo. Es bueno meditar sobre la Palabra y cuestionarnos muchas cosas, como por ejemplo reconocer si somos fieles , si cumplimos la ley, si sabemos lo que implica el no cumplirla, sí hemos madurado en nuestra fe….
Meditemos a menudo serenamente la palabra, para que vaya calando lentamente en los recovecos del alma hasta impregnarnos de la luz del Evangelio.
Somos hijos de Dios destinados a la gloria, nunca olvidemos esto por tanto procuremos dar fruto, llenemonos con Su luz, con Su palabra.
Abramos la mente y el corazón a Su presencia en nosotros.
Permanezcamos unidos a Él, como el grano de trigo a la espiga, no sea que llegue el tiempo de la cosecha y nos hayamos convertido en paja para quemar.
Textos para meditar:
“Cómo desciende la lluvia y la nieve del cielo y no vuelve allá, sino que empapa la tierra, la fecunda y la hace germinar, para que de simiente al sembrador y pan para comer, así será mi palabra, la que salga de mi boca, que no tornará a mí de vacío, sin que haya realizado lo que me agrada, y haya cumplido aquello a que la envíe”
Isaías (55,10_11)
“Venir, benditos de mi Padre, a recibir la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo”
(Mateo 25, 34)
“En efecto, yo por la ley he muerto a la ley, a fin de vivir para Dios, con Cristo estoy crucificado, y vivo, pero no yo, sino que es Cristo quién vive en mi; la vida que vivo al presente en la carne la vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó a sí mismo por mí”
Gálatas (2, 19_20)
¡Que Dios te bendiga!