Por favor, Monseñor Novell, le imploro que deje ya de avergonzarnos…

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Vicente Montesinos

 

 

Votación en el referendum ilegal y golpista del 1 de octubre; cierre de las instituciones diocesanas para llevarlas a la huelga en favor de los presos golpistas; constantes diatribas políticas y secesionistas desde el púlpito dentro de la Catedral; etc, etc, etc… Un sinfín de barbaridades vergonzantes para todos los católicos (y hasta diría yo que para todos los hombres de bien que no lo son) llevadas a cabo, sin descanso, y sin intención de ir a menos, sino todo lo contrario; por el Obispo de Solsona; Monseñor Novell.

Todo esto es muy grave. Este señor mitrado, se ha dejado embaucar por el discurso falso y victimista del separatismo catalán; y se ha lanzado con descaro a la política, con la gravedad que tiene que el que lo hace, y además desde dentro de su sede, y demás iglesias, sea un Obispo de la Iglesia Católica. Porque aún suponiendo que lo que dicen los separatistas fueran verdades (que no lo son) y no hubieran cometido delitos a porrillo (que los han cometido), el Obispo de Solsona debería mostrarse respetuoso y garante de la libertad de la otra mitad de su grey, que no piensa como ellos.

Pero se ha convertido, de forma alarmante, en Pastor de una mitad de su pueblo, desdeñando, humillando e insultando con sus diatribas a la otra mitad; que sufre además las afrentas del poder totalitario nacionalista desde hace muchas décadas. Cuando el tan “joven” obispo no había ni nacido.

Es de tal gravedad que no lo concibo. Es de tal dejación de sus funciones como Obispo que la Santa Madre Iglesia le ordena, que no me cabe en la cabeza. Pero todavía me cabe menos en la cabeza que su superior “funcional”, el presidente de la Conferencia Episcopal Española, guarde silencio y no haga nada. Y lo que es peor; que su verdadero superior, el Papa Francisco, no intervenga y ponga en vereda a este obispo rebelde. Sin causa. Pero claro… Mi ingenuidad creo que va tan en aumento como mi estupefacción.

Es escandaloso; triste y lamentable.

Si nadie se lo pide, Monseñor Novell; se lo pido yo, como humilde y atribulado católico: es más, se lo imploro: deje ya de avergonzarnos a todos los católicos; y no siga escandalizando. Medite profundamente el Evangelio de hoy (le dejo enlace aquí) y tenga un poco de piedad de su grey.

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