¡Hace falta una gran movilización!

Estimados hermanos en la fe: dentro de las colaboraciones que recibimos, me remitía en pasadas fechas un asiduo colaborador la siguiente frase del recientemente elegido Prelado del Opus Dei, y tercer sucesor de San Josemaría Escrivá de Balaguer, el hispano francés Monseñor Ocariz. Dice así: “Hoy hace falta una gran movilización de todos los católicos para llevar a cabo el mensaje de Cristo a toda clase de personas, especialmente a los pobres, los enfermos, las familias y los jóvenes”.
“Hoy hace falta una gran movilización de todos los católicos para llevar a cabo el mensaje de Cristo a toda clase de personas, especialmente a los pobres, los enfermos, las familias y los jóvenes”.
Esta llamada a la acción por parte del nuevo cabeza de la “Obra”, me hacía reflexionar sobre la necesidad de que los católicos traslademos al mundo esa “movilización”; que no ha de ser otra que la de la alegría. La alegría de sentirse hijos de Dios, amados, redimidos y salvados. La alegría que tanto necesita este mundo repleto de caras tristes y amargadas; debido a que se ha abandonado al Señor, se le ha dado la espalda y se quiere vivir sin Dios.
En ese sentido, fundamental es la labor de todos los católicos en cuanto al colectivo de los jóvenes, que viven muchas veces sin ideales y sin esperanzas, drama al que hemos de saber dar una respuesta concreta desde la oración y la confianza en Dios, pero también desde todas las acciones que de ahí emanen.

No menos importante es la labor a realizar para recuperar en la sociedad la importancia y el lugar preminente que deben de tener las familias, para las que los últimos papas, con mención especial a San Juan Pablo II y al actual Papa Emérito Benedicto XVI, han insistido en la necesidad de una profunda y activa pastoral familiar en pro del modelo de familia previsto por la Palabra de Dios, la tradición y el Magisterio.
…los últimos papas, con mención especial a San Juan Pablo II y al actual Papa Emérito Benedicto XVI, han insistido en la necesidad de una profunda y activa pastoral familiar en pro del modelo de familia previsto por la Palabra de Dios, la tradición y el Magisterio…
No podemos dejar de lado en ningún caso tampoco la necesidad de volcar nuestra labor en la pobreza, en la enfermedad, en las necesidades apremiantes de nuestros hermanos. El número de hermanos enfermos de cuerpo, y de mente es alto; y nuestra oración y acción han de estar a la altura de sus necesidades.
Desde esta humilde reflexión; os animo, hermanos y hermanas; a la oración y contemplación constante, en especial ante el Santísimo; para que desde ella emanen esas fuerzas necesarias para llevar a cabo tan magna labor.
¡Todo por Amor! ¡Paz y Bien! ¡Gloria a Dios!
Vicente Montesinos
No hay que ser cobardes y evangelizar solo a los pobres y enfermos. HAY QUE EVANGELIZAR, HABLAR DE JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR, DIOS VERDADERO A TODOS, PERO ESPECIALMENTE A LOS MÁS RICOS Y PODEROSOS DE LA TIERRA, INSISTIENDO A HORA Y DESHORA para que recurran a Él y se conviertan, incluso como hijos pródigos. ¿Evangelizar al pobre y no al rico y poderoso? ¿Por qué?, ¿Acaso hay miedo? Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros? LO QUE TIENE QUE HACER UN OBISPO ES EVANGELIZAR A LOS MÁS PODEROSOS, QUE PARA ESO ES OBISPO. A TRABAJAR PARA DIOS Y NO PARA EL VOTO MAYORITARIO DEL POBRE:
Es necesario evangelizar a los monarcas del mundo, para que abdiquen para siempre en Jesucristo, Rey de reyes y Señor de señores.
Es necesario evangelizar a los magnates, para que sirvan a Dios, y no al dinero, sin descuidar la eficiencia en la dirección de sus negocios, siempre conforme a Dios y sin daño a los demás.
Es necesario evangelizar a todo el que tiene poder, para que deje la política, que es satánica por mentirosa, y deje que los misioneros, que viven en pobreza, castidad y obediencia, sean las manos de Dios para ejercer el Reinado de Dios en las naciones. A todos nos irá mucho mejor.
Es necesario evangelizar a los ejércitos, para que sean ejércitos de Dios, y no de la democracia, los gobiernos, los políticos, del pueblo, del dinero y los poderosos, etc., sino los ejércitos de Cristo Rey, como los ejércitos templarios.
Es necesario evangelizar a los altos funcionarios de instituciones mundiales y nacionales, para que promuevan no lo satánico, sino lo que es Santísima Voluntad de Dios según el Nuevo Testamento.
Es necesario evangelizar las universidades, los centros sanitarios, los juzgados, las empresas, las organizaciones, los medios de comunicación, pero desde arriba, desde sus órganos de poder.
QUIS UT DEUS?
Tanto evangelizar a los pobres (pobres, que no tontos, al menos necesariamente), que USA y Europa, llena de “ricos”, son continentes de ATEÍSMO creciente, necesitados de re-evangelización.
Cada día más tontos y parecidos a Judas Iscariote reprendiendo al Señor por el caro perfume que la devota mujer vertió amorosamente sobre Él, alegando hipócritamente que se podía haber vendido para beneficiar a los pobres. Pobres a cada minuto, pobres y más pobres, pero…¿y de amor incondicional y profundo por Jesucristo Nuestro Señor? Porque pobres tenemos hasta debajo de la cama, pero del debido amor al Señor habrá que ocuparse también, ¿o no? ¿O nos tendrá que recordar el propio Señor lo que le respondió a Judas y los demás apóstoles?