Cuando Bergoglio utilizó a Giotto para encasquetarnos los nuevos “7 pecados capitales” (Por Andrea Cionci)
El típico sistema sutil e imperceptible con el que cambian de doctrina.

Por Andrea Cionci
Para Adoración y Liberación
Traducción autorizada Maria Luisa Perez Gherlone
Me trae a la memoria una manipulación que hizo en 2021 la iglesia antipapal de Bergoglio precisamente utilizando los frescos de Giotto
Acabamos de volver a visitar la Capilla Scrovegni de Padua. Una aventura estética para darle vueltas a la cabeza: la capilla está dedicada a Santa Maria della Carità y es mundialmente conocida por el extraordinario ciclo pictórico creado por Giotto. La obra constituye la mayor obra maestra al fresco del artista y da testimonio de la profunda revolución que el pintor toscano aportó al arte occidental.
El ciclo, pintado al fresco en sólo dos años, entre 1303 y 1305, se desarrolla narrando la Historia de la Salvación en dos recorridos diferentes: el primero con las Historias de la Vida de la Virgen y de Cristo pintadas a lo largo de las naves y en el arco triunfal; el segundo comienza con los Vicios y
Virtudes, abordado en la parte inferior de los muros principales, y concluye con el majestuoso Juicio Final en la contrafachada.
“Dies Irae” e “Intelligenti pauca”: los documentales sobre el golpe de Estado en el Vaticano
Lo que llama la atención es la claridad del programa: el Evangelio explicado incluso para los analfabetos, en una época en la que las imágenes eran escasas, pero la fe católica era algo serio, un marco racional perfectamente coherente, y no la sopa sentimentalizada y sincretista con la que nos han alimentado después del Concilio Vaticano II, fase que marca la irrupción de la masonería en los ganglios vitales de la Iglesia católica.
Esto nos trae a la memoria una manipulación realizada en 2021 de este espléndido ciclo de frescos de la iglesia antipapal de Bergoglio. Para quienes desconozcan el golpe de 2013 que destituyó al Papa Benedicto XVI, recomendamos ver estos dos breves documentales. “Dies Irae”: éste (17 minutos) ilustra la perfección de la dinámica canónica por la que el papa Benedicto se hizo colocar en “sede totalmente impedida” para seguir siendo el verdadero papa y cismar así desde el principio a monseñor Bergoglio.
“Intelligenti pauca”: En el segundo documental, (16 minutos), se muestra cómo el Papa Benedicto, a lo largo de nueve años de impedimento, nos hizo comprender la situación canónica con una serie de mensajes inequívocos.
Ahora bien, cuando se habla de los “7 pecados capitales”, muchos recordaréis que son Superbia, Avaricia, Lujuria, Envidia, Gula, Ira, Pereza.
Bergoglio y el cambio de los 7 pecados capitales: desinformación religiosa
Pero el ciclo de Scrovegni permitió, en enero de 2021, a la iglesia bergogliana presentar, vía Vaticannews, “los 7 pecados capitales” más bien como Ira, Desesperación, Inconstancia, Celos, Infidelidad, Injusticia, Estupidez, colocados en el centro de una emisión indigesta con Bergoglio y el padre Marco Pozza.
En realidad, los mencionados eran los siete pecados capitales no canónicos que Giotto -a sugerencia de su cliente, el rico usurero Enrico degli Scrovegni, hijo de Riccardo- colocado en el infierno por Dante- había elegido apropiadamente oponerlas a las correctas 3 virtudes teologales y 4 virtudes cardinales (Prudencia, Justicia, Fortaleza, Templanza, Fe, Esperanza y Caridad) en su ciclo de frescos de la Capilla familiar de Padua.
El hecho de que Vaticannews, al citar la referencia a la obra maestra de Giotto, no precisara que no se trataría de los “Siete Pecados Capitales”, sino de los “siete vicios opuestos a las Virtudes”, fue fuente de confusión. Presentar por tanto “los siete pecados capitales” es como decir “los diez mandamientos” y si éstos son diferentes de los que Dios dio a Moisés, se está haciendo una labor de desinformación religiosa.
Y de hecho, no es casualidad que algunas agencias e incluso varios sitios católicos dieran la noticia citando que los “siete pecados capitales” serían mencionados en la transmisión televisiva.
Un desastre menor, pero obviamente, intencionado.
La operación formaba parte de un programa mucho más amplio de “remodelación” de la fe católica, con un nuevo antimagisterio difundido no oficialmente, sino a través de los medios de comunicación, con operaciones ambiguas y subliminales, destinadas a anular la doctrina católica.
¿Se imaginan a Bergoglio hablar de lujuria cuando afirma que “el sexo es un don de Dios” sin especificar que debe ejercerse dentro del matrimonio? ¿O cuando, de hecho, permite que sacerdotes alemanes bendigan a parejas homosexuales? Eso habría sido muy muy incómodo. Pero los pecados de la Capilla Scrovegni, (sin la Lujuria) le permitieron sortear el obstáculo y hablar de pecados mucho más políticamente correctos, esos mismos que Scrovegni, hijo de un usurero, eligió para no desfigurar demasiado a los ojos de los fieles que le conocían bien.