El convite regio II. Por Juan Cicconi
El Reino de los Cielos es parecido a un convite de bodas, o un gran banquete; todos son convidados, pero muchos pierden el convite por su culpa. Es un convite peligroso; porque la otra alternativa, la del que no entra es la muerte, o sea el infierno.

Por Juan Ciccioni
Para Adoración y Liberación
El Reino de los Cielos es parecido a un convite de bodas (Mateo 22, 1- 14), o un gran banquete (Lucas 14, 15- 24); todos son convidados, pero muchos pierden el convite por su culpa. Es un convite peligroso; porque la otra alternativa, la del que no entra es la muerte, o sea el infierno.
La parábola del banquete en Mateo es más dura y casi feroz, y su amenaza se extiende no solamente a los que se excusaron, sino al que entró sin la vestidura nupcial: la gracia santificante.
El incendio de una ciudad y una masacre ilumina el banquete como una antorcha siniestra; esa situación está reflejada en la parábola. Si la parábola es feroz, es porque refleja fielmente una situación feroz.
Esta parábola contiene en síntesis el drama de Cristo y la tragedia de los judíos; Cristo está haciendo lo indecible para evitar la tragedia; y los judíos la están precipitando; ya tienen decidido matarlo.
Tal como podemos verlo en la parábola anterior: “Los viñadores homicidas” (Mateo 21, 33- 46), y la queja amarga de Jesucristo: “¡Jerusalén, Jerusalén! tú que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados, ¿Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como la gallina reúne a sus pollitos bajo las alas , y vosotros no habéis querido!” (Mateo 23, 37-)
Por eso ante lo general podrido Cristo hace lo siguiente: primero, se resigna a ser perseguido; segundo, convierte a cuantos individuos puede; tercero, funda una nueva sociedad sana; cuarto, predice la ruina de lo general podrido.
Cristo había puesto ya los fundamentos de su iglesia por debajo de la sinagoga podrida. Esta es su última lucha; sabía que iba a la muerte para fundar su iglesia.
Y por increíble que parezca luego de dos mil años nos encontramos en medio de lo General Podrido: el rechazo de Jesucristo, las sociedades humanas hundidas en la miseria, y claro desde luego, la Iglesia Católica en completa ruina.
Estamos en un mundo post-cristiano, el cual será castigado conforme a los anuncios proféticos como lo fue Jerusalén en el año 70 DC.
“Y habrá señales en el sol, la luna y las estrellas, y sobre la tierra, ansiedad de las naciones, a causa de la confusión por el ruido del mar (1) y la agitación de sus olas. Los hombres desfallecerán de espanto, a causa de la expectación de lo que ha de suceder en el mundo, porque las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces es cuando verán al Hijo del Hombre viniendo en una nube con gran poder y grande gloria”
(Lucas 21, 25- 27)
1- El mar en la escritura representa el mundo
Nota: La gracia santificante carecer de ella.
Es no estar en gracia y los que se pierden son aquellos que rechazan la fe, no creen; otros no rechazan la fe pero NO viven conforme a la fe. O sea ateísmo teórico y ateísmo práctico.
El grave peligro no es tanto la vida inmoral, el grave peligro es la falta de fe; el ateísmo es un grave pecado contra Dios, el peor que se puede cometer. Vivimos en medio de una Gran Apostasía; no se tiene en cuenta la Segunda Venida de Cristo y la autotrascendencia humana, una consciencia que escale posiciones superiores hasta alcanzar lo infinito, ha venido a ser un proceso irreprimible que lleva a alejarse de Dios.
Los hombres buscan lograr su propia autorealización lo cual es demoníaco.
Les dejamos la primera parte de este magnífico artículo:
Hacer de la Iglesia terrenal un dios capaz de decidir sobre el bien y el mal
La voluntad de la Iglesia de ser Dios y de decidir lo que está bien y lo que está mal contra Dios.
Tradicionalistas de la jerarquía simuladores
La tradición no sólo supone luchar por tener la liturgia sino por la moral y doctrina y ello no puede hacerse bajo la falsa construcción de un lugar dentro de una Iglesia que ha adulterado la fe y la moral.
Es bastante difícil de decir pero Viganó se encuentra con el problema de Lefebvre y es que puede terminar haciendo una Fraternidad viganista como los lefebristas pidiendo constantemente reconocimiento oficial a una Iglesia que como ellos mismos afirman ha adulterado la fe, lo que es un contrasentido.
Cede a la tentación de Satanás de “te daré una parte de la Iglesia si adoras a esa Iglesia porque no se trata de otra cosa sino hacer de la Iglesia terrenal un dios capaz de decidir sobre el bien y el mal” no otra cosa es la apostasía general que el pecado de los primeros padres de ser como dioses conocedores del bien y del mal y no otra cosa es ese pecado original originante sino una rebelión contra Dios que acepta combatir a Dios y darle muerte que se consuma en el pecado original consumado del deicidio de Cristo que Éste transforma en sacrificio para la salvación de muchos y ahora estamos en el pecado original esjatológico que consiste en la voluntad de la Iglesia de ser Dios y de decidir lo que está bien y lo que está mal.
Ésta es la apostasía general de la Iglesia realizada en comunidad la pretensión de ser como dioses pero en oposición a Dios, invocar el espíritu del Concilio o de la sinodalidad para cambiarle la plana a Dios.
No es sólo adulteración de la fe, moral y religión sino un pecado similar al de los primeros padres, al pecado original, es el mismo pecado original cometido por la jerarquía de la Iglesia que dice somos dioses nos salvaremos a nosotros mismos y salvaremos al mundo pero sin Cristo y sin los mandamientos ni la Cruz.
Un intento de apropiarse de lo que es de Dios, su Iglesia, por los hombres con el apoyo de los fieles y de los poderosos de este Mundo, no les recuerda ésto el proceso contra Cristo y la elección de Barrabás por las masas.
No queremos la verdadera fe íntegra, la doctrina sana nos es insoportable y nos vamos tras las fábulas.
Esta apostasía general y robo de los malos siervos de las parábolas que se intentan quedar con la propiedad del Señor sucede hoy con la Iglesia terrenal, hay un intento de apropiarse de los hombres de lo que no es suyo sino de Dios y contra la voluntad de Dios y Dios los deja hacer porque con ello están cavando su propia tumba y preparando los tiempos finales para que Cristo vuelva pronto.
Aquí cada uno se juega la elección de un bando y no hay más que dos bandos: los que dicen “quién como este Mundo bestial” y los que dicen “quién como Dios”, los que no tienen fe en que Cristo vuelve pronto y, por ello, no creen que resucitó y si no resucitó para éstos no fue verdadero Dios vana es su fe y no es fe y los que creen en los tiempos finales y la segunda Venida pronto.
No se diferencian mucho del intento del NOM de ver hasta qué punto Dios aguanta las barbaridades que hacen, éstos son peores las hacen en su misma Iglesia y atacan lo santo.
Pero, por otra parte, hay toda una simulación por parte de algunos miembros de la jerarquía de una lucha por la Iglesia terrenal vemos el artículo de Viganó que tiene un enorme cúmulo de verdades y dice toda la verdad pero para malograrlo lo dirige contra Benedicto.
Nadie puede ser tan necio de empezar una campaña para defender la ciudad de Dios y la Iglesia dirigiendo sus ataques hacia un anciano que no tiene demasiado peso y que no sabemos hasta qué punto tiene la capacidad y la libertad de escribir el artículo que Viganó le atribuye dada sus pocas fuerzas.
Pero mientras Muller y Munilla tratan en España de aparentar presentar un frente tradicionalista unido sobre la base de unas conferencias sobre Benedicto, Viganó que no es un ingenuo se dedica a escribir un artículo en contra de Benedicto que da en el clavo con todo https://adelantelafe.com/vigano-reflexiones-sobre-la-carta-reciente-de-benedicto-xvi/ pero que no debía por qué dirigirlo contra Benedicto.
No quieren presentar un frente común, esperan a que Bergoglio pase pero saben que si pasa eso no solucionará el grave problema que hay en la Iglesia, la grave crisis, y Wanderer, por otra parte, pone su fe en que dentro de cientos de años los esfuerzos de las minorías creativas sean reconocidos y salven a la Iglesia y al Mundo.
Lo único que puede salvar a la Iglesia y al Mundo es Dios y hacer la voluntad de Dios, si la Iglesia docente no la hace y si la Iglesia dicente tampoco no hay salvación posible para la Iglesia y el Mundo, ambos, tienen que tener un fin como lo señala el Apocalipsis que establece que la Iglesia terrenal y el Mundo deben morir para que Cristo vuelva, se creen nuevos Cielos y nuevas Tierras, se lleve a cabo la resurrección de los muertos porque es resurrección de muertos no de vivos, el juicio final y la Jerusalén Celestial baje del Cielo.
Frente a esta revelación porque la palabra Apocalipsis significa revelación cabe la posibilidad de un gnosticismo, es decir, de un intento del hombre de salvarse a sí mismo, salvar a la Iglesia y salvar al Mundo.
Es cierto que Dios quiere que el hombre participe en la Historia de salvación, colabore en esa Historia pero debe colaborar con Dios y como Dios manda de acuerdo con los mandamientos y con la tradición.
Si el hombre pretende salvarse a sí mismo en oposición a Dios y para eso toma la Iglesia de Dios como si fuera de la creatura y empieza a reformarla de acuerdo con los reclamos de los poderosos de este Mundo peca de manera gravísima y repite el pecado original de querer ser como dioses conocedores del bien y del mal y destruye la Iglesia terrenal y lo santo.
No totalmente porque quedará un resto fiel pero en ese proceso estamos que los jerarcas de la Iglesia terrenal y muchos de sus sicarios que intentan perder las almas de los fieles diciendo que los tiempos no son tan malos o que tenemos un resto fiel que nos salvará y que los brotes de la higuera no son tan verdes porque tenemos cientos de años por delante sólo para no hacer lo que Dios manda en este momento y lo que Dios manda en este momento es predicar el Apocalipsis y la conversión con las mismas palabras que a la Iglesia de Laodicea que se cree rica y poderosa y es ciega, esclava, miserable y si no se convierte Dios comenzará a vomitarla de su boca.
Excelente!!! Muchas gracias !!!