El Gran Cisma
Espero y deseo que nadie dude de que esta masónica ruptura provocará la apertura de los sellos, el sonar de las trompetas y la presentación al mundo que sobreviva de las copas de la santa ira de Dios.

Ángel Ortega
Adoración y Liberación
Es éste, el que está ante nuestros ojos, el mayor Cisma que se haya producido en la Iglesia Católica en sus dos mil años de historia. La masonería ha conseguido apartar de ella al menos al 80% de los fieles, que son aproximadamente los católicos que se han vacunado y que, por tanto, están a favor de Bergoglio y de su veneno de células de pobres fetos abortados artificialmente.
El latín era parte esencial en la universalidad de la Santa Iglesia. Hasta que lo eliminaron del mayor acto de Amor de Cristo con nosotros, ofrecerse en cada Eucaristía, y hacerlo con el latín como testigo fehaciente.
¿Todavía creemos que los 144.000 del Apocalipsis son pocos? Pues es éste el Remanente Fiel, el que evangelizará a todos aquellos, vacunados o no, que quieran volver a Cristo tras el Gran Aviso.
Está todo escrito y profetizado. Tan sólo hay que discernir en el transcurrir de los acontecimientos actuales y en los que están por venir. San Pablo ya no nos justifica en sus escritos porque conocemos la Verdad, que es Cristo Jesús.
Este desastre con nombre científico y funestas consecuencias es el origen absoluto del Gran Cisma esperado por tantos para certificar las profecías que se han de cumplir para la llegada de todo lo que está por venir, empezando por la señal de la Cruz en el cielo, una semana antes del Gran Aviso.
O acaso creemos que para que ocurra el último de los cismas, el peor, hace falta más. ¿Más qué? ¿Nos parece poco la tremenda división que se ha producido entre los católicos?
Espero y deseo que nadie dude de que esta masónica ruptura provocará la apertura de los sellos, el sonar de las trompetas y la presentación al mundo que sobreviva de las copas de la santa ira de Dios.
Que éste nuestro Dios, Padre de todos, Crucifijo ardiente y perpetuo y Señor y dador de vida, nos coja preparados.
El Apocalipsis de San Juan uno de los cinco Apocalipsis (Daniel y los evangelios sinópticos son los otros) va contando la historia de los últimos tiempos como señala el Padre Castellani y otros muchos doctores desde distintos ángulos y recapitulando, como un águila que vuela en círculos no para decir lo mismo de muchas formas sino para mostrarnos distintas imágenes de una misma historia enfocada desde más lejos o desde más cerca, desde la política o desde lo religioso según convenga.
Lo que expreso es conjetural en gran medida.
No dice en ninguna parte que esos ciento cuarenta y cuatro mil elegidos evangelizarán al resto más bien las Escrituras dicen para esos tiempos lo contrario “el que tenga fe que se santifique más y el que hace maldades que realice más maldades”.
No serán tiempos de conversión de nuevos fieles sino de persecución, de una Iglesia de las catacumbas o escondida (la buena Mujer que se va al desierto después de ser tentada de dar a Cristo en la Eucaristía al Dragón, o sea, al Mundo en pecado) mientras la mala Mujer se sienta sobre la Bestia de la política (la Bestia del Mar, el mar según los santos Padres es el terreno de la política, por otra parte, según los santos Padres la Bestia de la tierra que es el terreno religioso con ella se indica una Iglesia ecuménica o global en cuyo templo posiblemente el Anticristo se proclamará a sí mismo Dios).
La mala Mujer o una Iglesia adulterada (que se va lejos del Esposo y que mundaniza la doctrina por lo que se vuelve tibia y Dios amenaza a la Iglesia de Laodicea, o sea, del fin del mundo vomitarla de su boca) se sienta sobre la Bestia del gobierno mundial para servirse de ella o para intentar usarla.
A la mala Mujer señala el Apocalipsis (Iglesia profunda) se le dará muerte y se distribuirá sus vestidos en distintas Iglesias nacionales separadas (Alemania, China y quizás el resultado cismático el sínodo de sínodos).
Por otra parte, al Vaticano (una parte de la Iglesia profunda) ubicada en Roma parecería poderse aplicar lo de la gran ramera no según Lutero sino según el Padre Lacunza cuando las escrituras hablan de la prostitución siempre hacen referencia a Israel nunca a otras ciudades como Ninivé o Menfis con sus siete colinas que en una hora será destruida (quizás por el sínodo o por un ataque nuclear).
Un padre de la Iglesia no me acuerdo si san Victorino o san Ireneo dice que la Iglesia será dejada de lado quizás haciendo referencia al katejón u obstáculo del que habla san Pablo que debía ser removido para que todas esas cosas sucedieran pero los santos Padres no son infalibles en todo lo que afirman sobre el Apocalipsis sino cuando coinciden.
Todo esto es conjetural ¿entonces qué importancia tiene dirán Uds.?
Bueno, la importancia es que hay demasiados signos de los últimos tiempos para que nos hagamos las vírgenes necias y no veamos la realidad.
Estamos en un proceso muy grave en que el hombre intenta construir una nueva Babel celestial, un nuevo paraíso terrenal a nivel global y decidir lo que está bien y está mal y la Iglesia terrenal ha perdido, en gran parte, más de un 80% su sal y no sala ni sirve para salar ¿qué le pasa entonces a la sal?
Estamos ante tiempos en que el sacrificio perpetuo bajo la excusa del Covid fue interrumpido en todo el Mundo “cesará el sacrificio perpetuo” dicen las escrituras, estamos ante un gran intento de construcción de un nuevo orden mundial, una nueva política, una nueva familia y una nueva Iglesia y todo ello ha sido profetizado y aclarado por los santos Padres y los doctores de la Iglesia. Nosotros sabemos cuando miramos una higuera que se aproxima la primavera después de todos los signos no tendremos excusa si no creemos “¿hallaré fe a mi regreso?” se pregunta Cristo ¿fe en qué o en quién? en que Cristo vuelve pronto. Eso la Iglesia profunda y su séquito no lo cree.
Cuan verdad es todo esto, así que sigamos ‘Orando’, para que ‘Dios’, se apiade de nosotros ;
Amén.