SER SIEMPRE Y EN TODO MOMENTO CRISTIANO.
Sylvia Zamora
Responsable de Espiritualidad
Adoración y Liberación
En estos días de verano, cuando las familias pueden disfrutar de algunas vacaciones ,unos más y otros menos, pero siempre hay algún día de descanso extra, es importante dedicar un tiempo al Señor.
Que la oración y la meditación estén presentes en nuestros planes diarios, no dejemos al Señor de lado para dedicarnos a estar sólo en el mundo, en el bullicio,el ruido y las diversiones que este nos ofrece.
El periodo de descanso es importante para desconectar de la rutina del trabajo y de las obligaciones diarias, es bueno para meditar sobre nuestra vida y como es nuestra actitud como cristianos y es por ello muy saludable hacerlo.
Es importante poner en orden nuestras ideas y prioridades.
El periodo de descanso nos ayuda a encontrar a Dios en la naturaleza, en la belleza de la creación…
Buscar el silencio es de vital importancia para nuestra alma.
El cristiano a de vivir de tal manera que en sus actos, palabras y obras se refleje a Jesucristo Nuestro Señor!!
Tanto en la vida privada como en la pública, el cristiano ha de tener una forma de vivir que destaque sobretodo en reflejar la vida del Evangelio.
Las palabras del Evangelio siempre nos sirven de guía y consuelo en los momentos difíciles y nos ayudan a vivir en plenitud a nosotros mismos y a los otros.
Aprovechemos por tanto estos días de descanso para poner nuestro granito de arena, para ayudar a todo el que nos necesite.
No podemos pasar por encima de las cosas y de las situaciones que la vida plantea, hemos de intentar dar a conocer el Reino de Dios a los hermanos.
El cristiano es una persona de compromisos serios, y cada persona tiene un momento, un camino para llegar a Dios y este camino nace desde la libertad que El Señor da a cada hijo suyo.
No olvidemos que estamos unidos a Cristo desde el bautismo y nos identificamos con El Señor cuando recibimos este sacramento.
Y eso se traduce en una forma de vida que ha de dar testimonio en todo momento y lugar.
Llevemos al Señor a todos los que se han olvidado de Él.
Los cristianos no podemos ser anónimos pues estamos comprometidos con nuestra fé.
El Señor vino a salvarnos, a ofrecernos el camino al Reino de los Cielos, no desaprovechemos las oportunidades que la vida nos presenta para llevar la luz del Evangelio al mundo.
¡¡Quién confía en Dios jamás quedará defraudado!!