Enseñar marxismo en una universidad soviética…
Vicente Montesinos
La realidad de muchas de nuestras parroquias, es cada vez más, algo confusa, para quienes quieran mantenerse fieles a la sana doctrina. No podemos engañarnos.
Bajo el paraguas de la “apertura”, la “cercanía”, la “modernidad” y la “inclusión”; y con unos vientos que se han convertido en huracanes en este pontificado, estamos viendo personajes y conductas que, serían , seguramente, de gran valía en ONG’s o asociaciones de voluntarios para la Pachamama… Pero para transmitir el verdadero catecismo de la Iglesia Católica, como que… ya me entienden.
Conozco mucha gente de parroquias; muchos agentes pastorales, muchos catequistas… Son ya muchos años… Y desgraciadamente algunos de ellos son los típicos católicos “buenistas inclusivos”. ¿Qué significa esto? Pues muy sencillo: aquellos para los que todo vale. Ya saben: la homosexualidad no es criticable; el aborto hay que verlo en cada caso y no se puede juzgar en general; la eutanasia es cosa de la conciencia y de la libertad de cada uno; y todas esas cosas…
Conozco muchos chicos jóvenes por mi propia actividad como catequista y evangelizador durante muchos años… Y cuando hablo con ellos sobre si en Catequesis se les habló de cosas como “Jesucristo y sus apóstoles”, “las principales oraciones del cristiano”, “las obras de misericordia”, o los “novísimos”; no saben ni de que les estoy hablando.
Bajo el paraguas de la “apertura”, la “cercanía”, la “modernidad” y la “inclusión”; y con unos vientos que se han convertido en huracanes en este pontificado, estamos viendo personajes y conductas que, serían , seguramente, de gran valía en ONG’s o asociaciones de voluntarios para la Pachamama… Pero para transmitir el verdadero catecismo de la Iglesia Católica, como que… ya me entienden.
En definitiva. Han recibido la formación proviniente de esos batutizados progres, lights, y activistas de la “Iglesia”; que se supone que “trabajan” en la Evangelización; pero únicamente buscando el aplauso y la aceptación del mundo. Sí, del mundo.
¿Y esto como se hace?
Pues cogiendo la Palabra de Dios; y vaciándola de su contenido; mutilándola un poco; y dejándola bien aguada y licuada. Adulterada, vamos.
Si después el sacerdote de turno les apoya; el Obispo calla, y el Papa desbarra; pues mejor que mejor… Mezcla explosiva…
Yo no se que me espera en mi juicio personal ante el Señor Glorioso. Ni cual será mi gloria o mi castigo. No lo sé. Lo que sí se es que estos seres tendrán un castigo acorde a su perenne traición y vileza.
Al fin y al cabo; que ellos enseñen el catecismo es tan absurdo como que yo diese clases de marxismo en alguna universidad soviética… O más…