La división entre buenos y malos es ficticia. Por F. L. Mirones
Cada persona alberga en su alma el Bien y el Mal, y puede ELEGIR uno u otro en cada circunstancia. Libre albedrío.

Por Fernando López Mirones
La división entre buenos y malos es ficticia, favorece la cosificación del otro, crea enfrentamientos.
Cada persona alberga en su alma el Bien y el Mal, y puede ELEGIR uno u otro en cada circunstancia. Libre albedrío. Todos podemos ACTUAR bien o mal.
Cuando acusamos a otros de SER malos, nos exoneramos a nosotros mismos. No se ES malo, se actúa mal, pero se puede cambiar.
Es la esencia misma de la grandeza del ser humano otorgada por Dios.
El peor de los humanos, si se arrepiente un minuto antes de morir, irá al cielo; mientras aquel que se crea bueno y odie por ello, no. Ojo con esto.
Por eso lo primero que nos quitaron fue la espiritualidad, por eso denostan a “las religiones” como si todas fueran iguales. En realidad la que quieren eliminar es una sola.
Esta flecha, este tentáculo de la ilustración de Soros que les puse un poco más arriba, ha calado en muchos negas.
Recuerden que el NOM atacó primero a sus mayores adversarios en el mundo, empezó hace siglos a desacreditar a sus dos mayores enemigos: la cristiandad y la Hispanidad.
Sabían bien que ambas, además, actúan juntas. No importa que usted no sea ni cristiano ni hispano, puede entender mi afirmación desde el punto de vista del enemigo, viendo que son dos fuerzas formidables, en realidad una sola, que unidas los aplastarían en días.
Por eso destruir el espíritu de la Hispanidad e infiltrar a la Iglesia Católica hasta sus más altas instancias para unirla a su Agenda siniestra, fue la primera operación que ejecutaron, y que empezó en el siglo XVII, o incluso antes.
El fin del Imperio Español inició el Nuevo Orden Mundial, cuando todos sus enemigos decidieron asegurarse de que nunca más nos volviéramos a unir; para ello inventaron la Leyenda Negra y la metieron en los colegios, universidades y medios de comunicación durante siglos, asegurándose de que todas las personas de las naciones del Imperio se odiaran entre sí, y a España.
Después infiltraron la Iglesia, les costó siglos, pero hoy han conseguido llegar a lo más alto.
Neutralizada la Hispanidad Católica, los poderes que ya conocemos tuvieron el espacio libre para medrar diseminando el relativismo, el cientifismo, el ecologismo, el animalismo y el indigenismo como nuevas religiones placebo con las que ocupar el espacio vacío que dejó la destrucción de lo anterior.
Más resumido imposible.
Un aullido.
Pero san Agustín habla de las dos ciudades, por tanto la división entre mal y bien, lo que nos dice el Evangelio, no es ficticia.
Ciertamente, no lo es…