DE PELÍCULA (Por Victoria Villar)

Por Victoria Villar
Adoración y Liberación
Nos han acostumbrado, en gran medida, con las películas y series de ficción que fueron construyendo al compás de su agenda… Son algunas como Walking dead, Juegos del hambre, Justo a tiempo, La Isla y hasta la saga de Crepúsculo en su frivolidad transhumanista… etc etc
Seguro que a todos se nos ocurre algún largometraje que encajar en todo esto…Íbamos al cine intrigados por un título, un trailer o por casualidad mientras intentaban vendernos el anticipo de sus planes. Nos tomábamos palomitas de maíz mientras se filtraban sutilmente ideas que ahora se hacen menos imposibles, menos “falsas”…menos peregrinas.
La fantasía y la realidad se han ido mezclando y removiendo al baño María. La matrix del mundo ficticio por veces parece atravesar sin problemas las pantallas…y caminar a nuestro lado.
Los pasos de cebra con los colores del arco iris ya es algo cotidiano e intolerante quien no comprenda su necesidad.
Las últimas ficciones (Barbie, por ejemplo) ya no disimulan. No es necesario un código subliminal ante lo que parece aceptado, digerido y asimilado por muchos.
¿Transgénicos mutantes? Esa humanidad que hace por sobrevivir al contagio que, a mordiscos, los zombies infligen, después de todo, no es tan extraña… “¿Si te acercas demasiado contagias/te contagian?” Demasiada costumbre a discursos prácticos hechos a granel para las masas.
Tampoco una élite (entonces ficticia) que discurre “pruebas” para un macabro “concurso” en donde el superviviente (en todo su sentido literal) gana…resulta ya todo lo raro que debería.
En “Los Juegos del Hambre” los espectadores allí retratados cabían en un teatro y se divertían sádicamente observando las penurias de las masas combatiendo por vivir…La involución se nos ofrecía como pasatiempo, ahora nos damos cuenta.
En “Justo a Tiempo” ni siquiera era ya dinero lo que ofrecían los bancos, sino bonos de tiempo a los que a través de un artefacto digital (algo así como un chip) unos tenían más, menos o ningún derecho.
Paseémonos hoy por un hospital, por poner un ejemplo, y el concepto del “fuera de tiempo” o de “demasiado tiempo disfrutado” han pasado a formar parte de la “antiética” médica. El tratamiento para los mayores más ancianos se vende como un favor, una forma de caridad (cobrada) en que gran parte de los doctores ha aprendido a moverse con demasiada soltura y sin ningún escrúpulo.
El tiempo ya no es para muchos un bien que Dios distribuye, sino algo sobre lo que especular…Si el pulgar cae hacia arriba toca agradecer la tan medida misericordia otorgada. En la película, dos jóvenes se convertían en los Robin Hood del momento, dos “ladrones de tiempo” atracadores de esos peculiares “bancos” y que los guionistas convertían en héroes.
El concepto no deja de ser novedoso. La idea subyacente, a estas alturas, ya no sorprende tanto ante el primado pretendido de los que juegan a distribuir bienes, vida, horas y favores que cristianamente no les corresponden.
La usura se supera a sí misma. Ya no son solo monedas lo que está en juego, sino todas las casillas de una agenda que estigmatiza al que no la comparte. Paradójicamente, esto ocurre por ir contra unas “libertades” que esas élites no permiten y que pretenden anular progresivamente, tiranizando a su antojo el concepto de Libertad.
La vida de otro como “reserva” creada artificialmente (en la ficción a través de la creación de clones “aislados” y llamados “a socializar” y abandonar “la isla” cuando su “original” los necesite médicamente…tampoco resulta demasiado estrafalaria dentro de este orden de cosas.
La biología humana es vendida como casualidad que puede modificarse (ideas transgénero), anularse (ideas pro-aborto travestidas desde su propagado feminismo) o multiplicarse (ideas no descartadas en cuanto a clonación, reproducción asistida selectiva para “ayuda médica” de terceros etc )…
Sobre E.Ts que llegan en el momento exacto para salvar al mayor número de seres humanos posible en tiempos convulsos tampoco faltan ejemplos…Demasiados.
En pocos años, se diría, guionistas pagados por un selecto club, interesado en determinadas temáticas, ha ido tejiendo una tela de araña que, a través de las pantallas, ha pretendido acostumbrar los sentidos y entendimiento a nociones ahora presentadas como “compañeras de viaje”.
No en vano, la “agenda” con sus casillas de espúreo engranaje, es publicitada como una rueda, un círculo echado a rodar entre vulnerable asfalto…
Esta vez no estamos en el cine (o ante el televisor). Parémosnos a respirar más allá del oxígeno enrarecido que han ido vertiendo. Que no nos encuentren como actores de tan macabro guión.
En realidad, sigue siendo una película, pero no es la nuestra. No es la que, Dios mediante, condicionará nuestras vidas, esas que vivimos muy lejos de sus pantallas y que NUNCA les han pertenecido.
NO PREVALECERÁN
🕊🕊🕊❤🕊🕊🕊
¡Laus Deo!
+ Miserere nobis, Domine +
+¡Viva Cristo Rey y Adelante con María!+