El Sermón de la Montaña. Por Juan Cicconi

Por Juan Cicconi
Para Adoración y Liberación
San Mateo 5, 1- 47 – Las Bienaventuranzas
Jesucristo prohíbe los pecados no solamente de obra, sino de pensamiento y deseo, añadiendo a lo que es de pura justicia, lo que está más allá de la justicia, y que es de pura caridad y grandeza del alma.
Consideremos la notable fórmula con que Cristo encabeza todos estos Preceptos y Consejos morales: “Oísteis que fue dicho a los antiguos, Yo empero os digo”, dejó asombrados a los oyentes, porque Él era nominalmente el “El Gran Profeta” que Moisés había predicho; y esto bien mirado significaba mucho más todavía: solo Dios puede imponer preceptos de este tipo al hombre, pues solamente en el nombre de Dios los impuso Moisés; y Cristo los imponía en nombre suyo, por eso decía tranquilamente: “Yo os digo”.
Hoy dicen que el Sermón de la Montaña no se puede cumplir y algunos incluso aventuran la absurda idea de que nunca se ha cumplido en el mundo.
El Sermón de la Montaña si se ha cumplido en el mundo, una minoría desde que Cristo habló actuando a manera de levadura, levantó la moral de Occidente, y en consecuencia su prosperidad y su felicidad, a un nivel que hubieran asombrado a los moralistas paganos.
Por lo menos ahora no se cumple más el Sermón de la Montaña: solo echemos una mirada a la Humanidad de hoy; el que quiera seguir a la letra a Cristo lo hacen trizas o es tenido por loco.
Quienes siguen hoy perfectamente a Cristo son pocos, y la multitud ha apostatado con los resultados que vemos: la desesperación, la miseria total sin remedio en un millar de formas diferentes es el verdadero tema de nuestro tiempo, llevando al alma humana a la perdición eterna en esta vida. La gente ha logrado llevar su vida a un nivel inferior al de las bestias y no darse cuenta…..hasta que llega el momento inevitable de darse cuenta.
Pero hasta que se acabe el mundo habrá algunos o al menos uno que obedezca a Cristo, el cual dará testimonio de las palabras de Cristo, y la Ley durará siempre y será restaurada, sancionada y vindicada un día, aunque sea con la mayor violencia; y ¡ay de aquel que en ese día sea hallado fuera de ella! – cuando sean sacudidos los basamentos de la tierra, se derrumbe todo lo edificado sobre la mentira y vuelva en gloria y majestad el Rey de reyes y Señor de señores a hacer “nuevos cielos y nueva tierra”…..Porque: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”. Lucas 21, 33
Nota
El Sermón de la Montaña es una composición áspera y descarnada. Se puede llamar el núcleo vital de la moral cristiana.
Bibliografía consultada: El Evangelio de Jesucristo – P. L. Castellani