Efecto Ratzinger: cómo los propios enemigos de Benedicto XVI develan la sede impedida. Por Andrea Cionci
Este asunto milenario de la sede impedida de Benedicto XVI y el antipapado de Bergoglio produce unos fenómenos absolutamente asombrosos, que rozan lo preternatural.

Por Andrea Cionci
Para Adoración y Liberación
Traducción autorizada: Maria Luisa Perez Gherlone
30 de noviembre de 2022
Este asunto milenario de la sede impedida de Benedicto XVI y el antipapado de Bergoglio produce unos fenómenos absolutamente asombrosos, que rozan lo preternatural.
En primer lugar, el grotesco y ensordecedor silencio de la prensa sobre la Magna Quaestio: un tabú absoluto que habla más alto que mil titulares de primera página. Queridos colegas mainstream , ¿por qué le tienen tanto miedo a Bergoglio? ¿No era todo azúcar y misericordia? (Quizás no).
En segundo lugar, la autodestrucción masoquista de ciertos presuntos conservadores católicos que atacan a Bergoglio a diario, diciendo todo tipo de cosas, pero ay de ellos por señalar que no es el verdadero Papa por razones legales. (Algunos han acertado, pero tratan de “dividir el manto” del Vicario de Cristo ).
Sin embargo, el fenómeno más extraordinariamente interesante es el llamado”efecto Ratzinger”,es decir, la auto-masacre de los enemigos más agresivos del Papa Benedicto XVI, quienes, al atacar la investigación del “Código Ratzinger” (que se presentará de nuevo el día 3 en Pordenone y el 4 en Bologna),producen involuntariamente nuevas y extraordinarias pruebas que siguen confirmando la misma verdad.
Don Ariel Levi di Gualdo
Recordamos con gratitud a un hater que, en sus feroces ataques sociales, nos hizo descubrir el utilísimo canon 335, (además del 412) que habla de una “sede totalmente impedida” como perfecta alternativa a la sede vacante. A continuación, don Ariel Levi di Gualdo, insultador en serie del que suscribe y de don Minutella, que al publicar en su web la falsa carta del Arzobispo Gaenswein (que misteriamente “recibió de fuentes anónimas”) dio al propio Secretario del Papa la oportunidad de negar su contenido y explicar así que Benedicto XVI celebra la misa en comunión con él mismo “indigno servidor” y no en unión con Bergoglio, (obviamente, ya que no es el Papa legítimo) . El asunto de la carta falsa terminó con un gran final “napoleónico” como la Obertura 1812 de Tschaijkowsky, con repique de campanas y salvas de cañón, cuando se descubrió que la falsificación había sido producida con una licencia de palabra a nombre de don Ariel Levi de Gualdo. El mismo “sacerdote toscano-romano, de antigua ascendencia sacerdotal judía”, como le gusta llamarse a sí mismo, no negó la paternidad de la falsificación y, por el contrario, declaró que “hay mentiras buenas y mentiras malas”, ofreciendo una nueva perspectiva teológica que podría gustarle a Bergoglio y al resto del mundo una idea clara de como pasó.
Don Tullio Rotondo
Sin embargo, uno de los agradecimientos más sentidos es para el don Tullio Rotondo, que desde hace varios días ataca al escritor de manera feroz, no ahorrándose arrebatos pirotécnicos como cuando dio su personalísima explicación sobre el hecho de que el Papa Benedicto siga usando el nombre pontificio y siga vistiendo la sotana blanca por una razón esencialmente “práctica” (como declaró a Tornielli en 2016 ): “como una sotana puede costar hasta 1.000, 2.000 euros”, dice el padre Rotondo, “Benedicto preferido, con razón, utilizar esas sumas para otras cosas”. ¿Y cuáles serían? No hubo manera de hacerle entender que papa Ratzinger se sigue llamando Benedicto XVI porque sigue siendo el papa. Además, como no hay una túnica específica para un papa impedido, lo más práctico era permanecer vestido de blanco, quitándose sólo la capa y la faja de la cintura para darse a conocer como el “Papa emérito”, es decir, el que merece ser papa porque, como papa impedido, sigue en posesión del Munus, la investidura divina de pontífice.
En cambio, Don Tullio ha elaborado un documento fundamental, que ha empuñado imprudentemente como prueba de la abdicación de Papa Benedicto.
Se trata del Acta Apostolicae Sedis, prácticamente el boletín oficial del Vaticano. Dice: “ACTA BENEDICTI PP. XVI DECLARATIO SUMMI PONTIFICIS. De MUNERIS Episcopi Romae, Successoris Sancti Petri ABDICATIONE.
Como pueden ver, habla de la renuncia al MUNUS petrino por la abdicación del papa. (Y Don Rotondo argumentó que no era necesario renunciar al munus). El pequeño problema es que el documento está fechado el 1º de marzo de 2013, cuando el Papa Benedicto ya hizo su renuncia al ejercicio práctico del poder de factoy no de iure. Así, el 1 de marzo, el cardenal deano convocando un nuevo cónclave abusivo, con un papa no abdicante, ha hecho oficial desde entonces que la Sede está TOTALMENTE impedida. El hemos ilustrado. ¿Cómo se puede considerar que un Papa no está totalmente impedido cuando convocan otro cónclave a sus espaldas, un Papa vivo y no abdicante?
Es decir, la importancia de este documento radica en que la misma iglesia golpista que impidió a Benedicto XVI certifica que, para la abdicación, se requería explícitamente la renuncia al Munus petrino, lo cual, como ya saben hasta la saciedad a estas alturas, NUNCA OCURRIÓ, ya que el Papa Benedicto declaró el 11 de febrero que renunciaba sólo al ministerium, Que no es más que el ejercicio práctico del poderque desciende, alcanza el munus y es sólo el reflejo: “… declaro me ministerio Episcopi Romae … Comisario Renuntiare”.
Por si fuera poco, la renuncia almunuspetrino está expresamente exigida por el canon 332.2 que regula la abdicación:”ut MUNERI suo renuntiet”; el canon 412 dice que el papa está impedido cuando no puede ejercer su MUNUS(Episcopus dioecesanus plane a MUNERE pastorali in dioecesi procurando praepediatur…) y también la constitución apostólica del papa Juan Pablo II, en el art. 53, menciona explícitamente el oficio papal comoMUNUSen italiano: “… quien de nosotros, por disposición divina, sea elegido Romano Pontífice, se comprometerá a desempeñar fielmente elMUNUS Petrinum de Pastor de la Iglesia universal…”.
Simplifiquemos todo lo posible para los “sordos”, en el sentido evangélico. El Papa Benedicto es como el dueño de un auto amenazado por un ladrón. Escribe mansamente una nota en la que dice que renuncia a conducir el auto, pero el ladrón se engaña diciendo que ha recibido la el documento de propiedad. Llega un control policial y el delincuente acaba en la cárcel. ¿Está claro, ¿no?
Pero los enemigos del Vicario de Cristo, obstinados e impenitentes hasta el final, seguirán diciendo que “Benedicto sólo estaba confundido, pero en realidad quería abdicar”; que “utilizó los términos para no repetirse”; que “renunciar al munus es lo mismo que renunciar al ministerium”; que “a los 25 años Ratzinger era modernista”; que “tiene demencia senil y se cree que sigue siendo Papa”. etc. (Todas las afirmaciones actually pronunciadas).
Así que lo único que queda es abandonar a estas personas a su suerte con la conciencia tranquila de haber sido advertidos de la situación actual y de la revelación final que invariablemente llegará. Hemos encontrado la información explícita, pronto explicaremos cómo, cuándo y por qué, pero como dice el Santo Padre: “Todo tiene su tiempo”.
P.D. Para aquellos que quieran una “pequeña ayuda de la Mater Ecclesiae” el Papa Benedicto declaró que la respuesta se encuentra en el libro de Jeremías donde se lee “ESTOY IMPEDIDO” y en alemán escribió que teme ser una carga para los demás por un largo IMPEDIMENT
Lo importante es estudiar la supuesta renuncia de Benedicto XVI es claro que se puede tratar de una renuncia al ejercicio del ministerio (en latín Ministerium) y no al ministerio (en latín Munus) por lo que sigue siendo papa.
Pero hay otro tema que agregar que no es lo mismo una promesa o compromiso a renunciar que una renuncia.
Jurídicamente la promesa a renuncia no es renuncia a nada, si se comprometió a renunciar en el futuro y no cumple su promesa o compromiso de renunciar eso significa también que no hay renuncia a nada ni siquiera al ejercicio del ministerio (en latín Ministerium).
…declaro me MINISTERIO Episcopi Romae, Successoris Sancti Petri, mihi per manus Cardinalium die 19 aprilis MMV comprometido a renuntiare…”. Ver en https://adoracionyliberacion.com/2022/11/29/atencion-acta-apostolicae-demostracion-definitiva-sobre-el-munus-por-andrea-cionci/
El otro texto que aparece en Internet es el siguiente: “Quapropter bene conscius ponderis huius actus plena libertate declaro me ministerio Episcopi Romae, Successoris Sancti Petri, mihi per manus Cardinalium die 19 aprilis MMV commisso renuntiare ita ut a die 28 februarii MMXIII, hora 20, sedes Romae, sedes Sancti Petri vacet et Conclave ad eligendum novum Summum”.
Si uno pone el texto íntegro en el traductor de Bill dice que renunció al ministerio porque no establece diferencias entre “Ministerium” y “Munus” pero si uno pone en el traductor “commisso” es “comprometerse” pero si pone en el traductor “commisso renuntiare” es “renunciar” pero “comprometido a renuntiare” es “comprometerse a renunciar”, o sea, hacer una promesa de renunciar en el futuro.
Por lo que no es cuestión menor establecer si las palabras fueron “comprometido a renuntiare” o “commisio renuntiare” porque en el primer caso estaríamos ante la evidencia de que el papa Benedicto XVI por distintos medios intentó no renunciar y mantener incluso el ejercicio del ministerio (Ministerium en latín) y el ministerio (Munus en latín) también, o sea, permanecer como papa.
La diferencia entre los dos textos es importante porque en el primero no hay renuncia ni siquiera al ejercicio del ministerio y en el otro hay una renuncia al ejercicio del ministerio quedando en ambos textos en Benedicto el ministerio (Munus en latín), o sea, la condición de papa.
No es un tema menor.
En las imágenes y los audios de la renuncia en youtube aparece las palabras “commissum renuntiare” ver https://www.youtube.com/watch?v=6yKL4j1z-PU que quiere decir “comprometiéndome a renunciar”, es decir, existe una promesa de renuncia a futuro que debió efectuarse en el futuro. Eso no ocurrió Benedicto quiéralo él o no sigue siendo papa.