Bozales (Por Fernando Lopez Mirones)
Lo más paradójico es que en occidente los mismos que agreden, insultan y desean cárcel y hasta muerte a los que no queremos taparnos la cara con un pañal, dicen en este caso que es una barbaridad.

Por Fernando López Mirones
Mahsa Amini de 22 años fue detenida y asesinada tras ser denunciada por la Policía de la Moral en Teherán por no llevar bien colocado el velo sobre la cara ¿les suena?
Es la propia gente la que delata si alguna muchacha se baja la mascarilla religiosa ¿les suena?
Son los medios de comunicación de Irán los que animan a los ciudadanos a ser buenos vecinos (“hazte maldito” dicen aquí) y denunciar si ven a alguien a cara descubierta ¿les suena?
Lo más paradójico es que en occidente los mismos que agreden, insultan y desean cárcel y hasta muerte a los que no queremos taparnos la cara con un pañal, dicen en este caso que es una barbaridad. No se ven reflejados en la sociedad de la delación que están creando.
Ese es el problema de inventar una nueva moral esterilizante en un entorno de dictadura sanitaria como quieren hacer. Acabar con los negacionistas, con los que ya no quieren inocularse más experimentos, con los que ya se dieron cuenta de la gran estafa.
Obligar a la gente a ponerse lienzos en la faz por miedos infundados e imposición de creencias imaginarias es exactamente lo mismo en el caso de esta pobre chica y en la soberbia de los hipocondríacos covidianos.
En diferente estadío, sí, una fanatización secular frente a otra que quiere nacer, sí, pero de idéntica raigambre opresora.
Obligar a otros a hacer lo que un grupo quiera está mal salvo que haya una buena razón, pero en ambos casos no la hay; es fanatismo, es la herencia de Caín y Judas que mora en todo ser humano.
Las mascarillas también matan, no crean ustedes que no, están matando a mucha gente.
Ahora saldrán los que no saben leer con la falacia de que comparar es equiparar, nunca entenderán la minina figura literaria.
Pero a veces es bueno ver a nuestra sociedad desde fuera para darse cuenta de que muchos de los crímenes que tanto reprochamos en otros lugares o tiempos, los estamos perpetrando nosotros aquí sin darles importancia.
Un aullido.