Bergoglio pide un salario básico universal y la reducción de la jornada laboral
Estas son las reivindicaciones del nuevo líder sindical global, que dirige el mensaje a los "Movimientos Populares", adoptando su lema de las "3T": Tierra, techo y Trabajo.

AyL Redacción
Agencias
Jorge Mario Bergoglio es el nuevo líder sindical mundial. El pasado día 16 pidió a los organismos internacionales de crédito la condonación de las deudas de los países pobres, “tantas veces contraídas contra los intereses de esos mismos pueblos”, a la vez que, al participar del IV Encuentro Mundial de Movimientos Populares, apoyó la instalación de un ingreso básico universal y la reducción de la jornada laboral de cara a la pospandemia de coronavirus.
“Quiero pedirles en nombre de Dios a los grupos financieros y organismos internacionales de crédito que permitan a los países pobres garantizar las necesidades básicas de su gente” y “condonen esas deudas tantas veces contraídas contra los intereses de esos mismos pueblos”, sostuvo a través de un videomensaje.
En su discurso, el argentino pidió además la implementación de “un ingreso básico, el IBU, o salario universal para que cada persona en este mundo pueda acceder a los más elementales bienes de la vida”.
“Es justo luchar por una distribución humana de estos recursos. Y es tarea de los Gobiernos establecer esquemas fiscales y redistributivos para que la riqueza de una parte sea compartida con equidad sin que esto suponga un peso insoportable”
Para Bergoglio, otra medida posible “es la reducción de la jornada laboral” y, planteó “hay que analizarla seriamente”.
“Trabajar menos para que más gente tenga acceso al mercado laboral que es un aspecto que necesitamos explorar con cierta urgencia”, – dijo.
“Considero que son medidas necesarias, pero desde luego no suficientes. No resuelven el problema de fondo, tampoco garantizan el acceso a la tierra, techo y trabajo en la cantidad y calidad que los campesinos sin tierras, las familias sin un techo seguro y los trabajadores precarios merecen”, defendió, en línea con el reclamo de las denominadas “3T” (Tierra, Techo y Trabajo) que se han convertido en el principal reclamo de los Movimientos Populares.
Este ha sido el cuarto encuentro entre Bergoglio y los representantes de los Movimientos Populares de todo el mundo, que, entre otros, congregan a trabajadores de la economía informal, cartoneros y agricultores, tras las reuniones de 2014 y 2016, en el Vaticano, y de 2015 en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.
De todos modos, según Bergoglio, las propuestas “tampoco van a resolver los enormes desafíos ambientales que tenemos por delante”, pero las mencionó “porque son medidas posibles y marcarían un camino positivo de orientación”.
En la misma línea, pidió “a las grandes corporaciones extractivas, mineras, petroleras, forestales, inmobiliarias, agro negocios, que dejen de destruir los bosques, humedales y montañas, dejen de contaminar los ríos y los mares, dejen de intoxicar los pueblos y los alimentos”.
Entre los reclamos del líder sindical global, estuvo también el pedido “a las grandes corporaciones alimentarias que dejen de imponer estructuras monopólicas de producción y distribución que inflan los precios y terminan quedándose con el pan del hambriento”.
Por supuesto, pidió también el fin de “los discursos de odio, el grooming, las fake news, las teorías conspirativas, y la manipulación política”.
Con énfasis, proclamó además “no al neocolonialismo” y opinó que “los conflictos deben resolverse en instancias multilaterales como las Naciones Unidas”.
“Hermanas, hermanos, queridos poetas sociales. Así me gusta llamarlos, poetas sociales, porque ustedes son poetas sociales…” . Así comenzó du discurso.
No, no es Evo Morales. Es Jorge Mario Bergoglio.