15 PUNTOS NECESARIOS PARA EL REMANENTE AL INICIO DE CUARESMA. DADO POR EL PADRE TAMAYO. NO SE LO PIERDA
Sylvia Zamora
Responsable de Espiritualidad
Adoración y Liberación
Queridos hermanos, en El Señor iniciamos el Santo tiempo de Cuaresma con esta imposición de ceniza.
- El modernismo actual ha ocasionado la perdida de la realidad del ser humano en esta vida temporal frente a Dios. El ser humano viene de Dios y va a Dios.
- Eternamente, el hombre es de Dios, pues la vida humana no termina nunca. El hombre está creado para vivir eternamente en el anhelo amoroso de Dios. Desde siempre el hombre ha vivido rodeado por el engaño, desde el paraíso terrenal ya existía el demonio que engañó al ser humano y sigue engañándolo y haciéndole creer que puede ser más que Dios. Que Dios no existe.
- Con la torre de Babel ya fue engañado el hombre por el demonio y así se construye la torre que simboliza el orgullo, la soberbia y el egoísmo. Pero con la venida del Salvador ,el mismo Hijo de Dios viene para salvarnos del engaño que mantiene al ser humano en el pecado y lo lleva a perder la gloria eterna.
- El demonio usa los placeres mundanos, los lujos, para mantenernos en el engaño y el pecado. Estemos atentos al demonio que es real, en su dimensión espiritual. No caigamos en sus tentaciones constantes. La liturgia por tanto nos lleva a saber que el cristiano ha de ser un hombre de continua penitencia. Al ser continuamente penitente tendrá la fuerza de Dios para vencer sus tentaciones.
- La primera actitud de penitencia que debe tener todo ser humano es la de ser continuamente humilde, para reconocer que perpetuamente depende de Dios.
- Heridos por el pecado original, se nos purifica por los sacramentos, y la fortaleza del Espíritu Santo, y también participando en la santa misa, de la forma que sea posible.
- Si pecamos nos alejamos de Él. Debemos hacer el esfuerzo de estar ante Él y vivir de la misma manera que Jesús nos invita a vivir, en Él. Además de la humildad continua, necesitamos hacer el esfuerzo de vivir perpetuamente en Jesucristo.
- La auténtica disciplina espiritual nos aparta de los lujos, comodidades y placeres no necesarios que el demonio nos ofrece. Nos engaña haciéndonos creer que sólo hemos de cuidar la salud corporal. Hay que cuidar la salud, pero no como don esencial. No se puede caer ni en el homicidio, ni en el suicidio, pero nunca en el suicidio espiritual eterno, mucho más grave que el físico.
- La iglesia ha caído en estas tentaciones igualmente. Su misión es la gloria de Dios y la salvación de las almas y lo está olvidando. Todos somos miembros de la iglesia.
- Apliquemos a nuestra vida una verdadera disciplina espiritual cristiana, negándonos a todo lo que el mundo nos ofrece y el demonio insinúa. Nos basta con tener lo necesario y el ser honrados y respetar los derechos ajenos.
- El hecho de llevar la marca de la cruz en nuestra frente, debe ser una motivación para entender que hay que negarse a las tentaciones del mundo, la carne y el demonio. Esto se vence con la fuerza del amor radical a Jesucristo. Seamos fieles en el cumplimiento de los mandamientos de Dios.
- Como fruto de esto practiquemos las virtudes teologales y cardinales. El alma se goza con la disciplina cristiana en todos los aspectos de la vida. Y esa disciplina ha de aumentar en el tiempo de Cuaresma.
- Desde niños hay que enseñar está disciplina. Y hay que incluir los actos de penitencia: el ayuno y la abstinencia. Antiguamente todos los días de la cuaresma eran de ayuno, actualmente se ha disminuido. Ayuno todos los miércoles de ceniza y todos los viernes de cuaresma, pero ya todos los viernes del año deberían de ser de ayuno, por las circunstancias en que vive el mundo actual. Además hay que aplicar otros actos de penitencia de acuerdo con el confesor. Y otro acto de penitencia que se puede aplicar a todos es usar el teléfono móvil sólo lo absolutamente necesario.
- Hay que confesarse al principio de la Cuaresma. Y confesar una vez al mes. Hay que buscar la santidad, y buscar el mismo sacerdote para confesar. Mantenerse en gracia y creciendo en ella día tras día. No aspiremos a alcanzar el mismo grado de santidad que los santos, sino que imitando a todos los santos alcancemos el grado que Dios quiere de cada uno de nosotros.
- El resto fiel, debe iluminar al mundo por santidad, la iglesia remanente ha de andar con el entusiasmo de Ia disciplina cristiana para alcanzar la santidad, la gloria de Dios y la salvación de las almas. La Cuaresma es tiempo de disciplina cristiana, tiempo de conversión, tiempo de santidad. Así sea
Vídeo completo de la Homilía del Padre Tamayo el pasado 17 de febrero, miércoles de ceniza, de la que se extraen estos puntos