LA PALABRA DE DIOS DEL DOMINGO: III Domingo después de Epifanía

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Juan Donnet

 

 

III Domingo después de Epifanía

II clase, verde

Gloria, Credo y prefacio de la Trinidad

 

 

Introito. Salm. 96.7-8,1- Adorad a Dios, sus ángeles todos; oyólo y alborozóse Sión, y regocijáronse las hijas de Judá. Salmo.- Reina el Señor; regocíjese la tierra, alégrense todas las islas, Gloria al Padre.

Colecta.- Omnipotente y sempiterno Dios, mira propicio nuestra flaqueza y extiende, para protegernos, la diestra de tu majestad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

Epístola Rom.12,16-21.- Traduce san Pablo, para la práctica de la vida cristiana, el man-damiento del Señor: Amaos los unos a los otros, amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odian.
Hermanos: No os tengáis por sabios ni volváis a nadie mal por mal; procurad obrar bien no sólo ante Dios, sino también ante todos hombres. Si es posible, cuanto esté de vuestra parte, vivid en paz con todos. No os venguéis, amados míos, mas dad lugar a la ira de Dios, porque escrito está: Mía es la venganza; yo haré justicia, dice el Señor. Por el contrario, si tu enemigo tuviere hambre dale de comer; si sed, dale de beber; porque si esto haces, carbones encendidos amontonarás sobre su cabeza. No te dejes vencer del mal, sino vence al mal con el bien

Gradual. – Los pueblos venerarán tu nombre, Señor, y todos los reyes de la tierra tu gloria. Porque el Señor reedificará Sión y en ella será visto en su majestad.

Aleluya. Salm. 96.1.- Aleluya, aleluya, Reina el Señor, regocíjese la ¬tierra, alégrense todas las islas. Aleluya.

Evangelio. Mat. 8.1-13.- A nadie se excluye de la salvación que trae Jesús al mundo. Los israelitas debían ser los primeros beneficiados; pero se da acceso a todos los pueblos de la tierra, a todos los creyentes, vengan de donde vinieren.

En aquel tiempo: Habiendo bajado Jesús del monte, siguióle mucho gentío; y viniendo un leproso, se prosternó ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. Extendió Jesús la mano y le tocó, diciendo: Quiero, queda limpio. Y al instante quedó limpio de su lepra. Y le dijo Jesús: Mira que a nadie lo cuentes; pero ve, muéstrate al sacerdote y ofrece la ofrenda que mandó Moisés para que les sirva a ellos de testimonio. Y habiendo entrado en Cafarnaúm, llegóse a él un centurión que le rogó diciendo: Señor, tengo un criado en casa, paralítico, y sufre mucho. A lo que respondió Jesús: Yo iré y le curaré. Y replicó el centurión: Señor, yo no soy digno de que entres bajo mi techo; mas di una sola palabra, y curará mi siervo. Pues yo soy un hombre que, aunque bajo la potestad de otro, como tengo soldados a mi mando, digo al uno: Vete, y va: y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. AI oírle Jesús, quedóse admirado, y dijo a los que le seguían: En verdad os digo, no he hallado tanta fe en Israel, Pues también os digo: Vendrán muchos de Oriente y de Occidente, y se pondrán con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos; pero los hijos del reino serán arrojados a las tinieblas del exterior, donde habrá llanto y rechinar de dientes. Y dijo al centurión: Vete, y sucédate como has creído. Y sanó el siervo en aquella hora.

Ofertorio. Salm. 117.16,17.- La diestra del Señor ha obrado proezas; la diestra del Señor me ha salvado» No moriré, sino viviré y pregonaré las obras del Señor.

Secreta.- Te rogamos, Señor, limpie esta hostia nuestros pecados, y santifique los cuerpos y almas de tus siervos, para celebrar dignamente el sacrificio. Por nuestro Señor Jesucristo.

Prefacio de la Santísima Trinidad.- En verdad es digno y justo, equitativo y saludable, darte gracias en todo tiempo y lugar, Señor, santo Padre, omnipotente y eterno Dios, que con tu unigénito Hijo y con el Espíritu Santo eres un solo Dios, un solo Señor, no en la individualidad de una sola persona, sino en la trinidad de una sola sustancia. Por lo cual, cuanto nos has revelado de tu gloria, lo creemos también de tu Hijo y del Espíritu Santo, sin diferencia ni distinción. De suerte, que confesando una verdadera y eterna Divinidad, adoramos la propiedad en las personas, la unidad en la esencia, y la igualdad en la majestad, la cual alaban los Ángeles y los Arcángeles, los Querubines y los Serafines, que no cesan de cantar a diario, diciendo a una voz. Santo…

Comunión. Luc. 4.22.- Maravillávanse todos de las palabras que salían de la boca de Dios.

Poscomunión.- Señor, a quienes nos concedes gozar de tan altos misterios, dígnate hacernos capaces de asimilarnos sus efectos. Por nuestro Señor.

 

 

COMENTARIO

 

TEMAS LITÚRGICOS

 

A partir de este Domingo hay una cierta ruptura en la cronología estricta de la vida de Jesús. La Palabra va manifestando los hechos que considera convenientes para nuestra edificación y fe.

 

La Epifanía del Señor en su vida pública se expresa con Palabra y milagros. Para abarcar fuertes y débiles. La Palabra debería bastar para la Fe.

 

Si no creen a Moisés y a los Profetas, aunque un muerto resucite, no creerán…dice lapidáriamente el Evangelio de Lázaro y el Rico Epulón. Pero el Señor es misericordioso.

 

Jesús ha hablado en el monte, donde hacía las prédicas fundamentales, baja al llano a complementar con obras de curación y milagros actuales su labor de Nuevo Legislador. Se muestra como Hijo de Dios y Dios mismo, y así lo ve la fe magnífica del Leproso y el Centurión.

 

Queda claro, nuevamente, por si hiciera falta, la absoluta necesidad de la Fe para agradar a Dios, suscitar su poder y salvarse. Incluso para arrancarle elogios hacia el hombre.

El elogio a María en el Evangelio, es por su Fe: Feliz la que ha creído!

 

 

JESÚS, EL GRAN, NUEVO Y DEFINITIVO LEGISLADOR DIVINO

 

Jesús viene del Monte donde ha llevado la Ley a su Plenitud. No ha venido a abolir la Ley, sino a dar cumplimiento. Paradógicamente, ese cumplimiento implica una elevación, profundización e interiorización de la Ley; un abandono de una serie de preceptos rituales; una superior exigencia espiritual también:

 

Han escuchado que se dijo, pero Yo les digo…

 

Baja al llano, podríamos decir, a complementar su epifanía de Legislador divino, con su Papel de Taumaturgo divino.

 

Premia la fe de los hombres con el portento de dar vida nueva incluso corporal y social.

 

 

JESÚS NO VIOLA LA LEY; LA ELEVA A SU PLENITUD

 

La estulta, tóxica hermenéutica progremodernista se refocila en un extraño Cristo violador de la Ley. Un sonriente transgresor de la Ley de Dios. Esto, naturalmente, solo puede caber en el desquicio progremodernista.

La Ley de Moisés fue dada por Dios,;no es norma humana, como podría interpretarlo la nefasta teología personalista neomodernista. Si fue dada por Dios, fue para ser cumplida. No iba a ser precisamente Dios encarnado el que iba a violar alegremente la Ley dada por Él mismo. Esto, además de ser destructivamente herético, es bastante estúpido.

 

Estaba prohibido tocar a un leproso por un Rabbí. Jesús lo toca, pero no viola la Ley, sino que la lleva a su Plenitud, la hace evolucionar hacia su estado pleno y definitivo, superando una cantidad de preceptos rituales. Esto no es transgredir, sino llevar a su plenitud. La Ley Antigua, imperfecta y figura de la Definitiva y Eterna, estaba destinada a ser plenificada por el Legislador Divino encarnando: Cristo.

 

Lo mismo en el caso de la interpretación torcida que hacían los fariseos y doctores de la Ley del Sábado, con su ridícula casuística. Jesús no viola el Sábado (el evangelista lo escribe como que violara el sábado, pero está consignando lo que piensan los fariseos, no la realidad), sino que lo interpreta y lo lleva a su verdadero valor en la Nueva Ley, donde será reemplazado por el Domingo, Día de la Resurrección del Señor.

 

La teología personalista en uno de sus mayores y mas dañinos desquicios, concibe a la Ley de Dios como norma, quedando reducida a la inmanencia y horizontalidad humana. De aquí a la Apostasía, hay un camino en rápida pendiente. Esta concepción está hoy de moda en la iglesia conciliar neoparadigmática.

 

Lo repetimos una vez mas, porque es importante. Concebir un Cristo sonriente y transgresor de la Ley Divina es una soberana imbecilidad, mortal para la fe.

 

Jesús no viola la Ley, la lleva a su cumplimiento elevándola, purificándola, interiorizándola, profundizando su exigencia espiritual: Han escuchado que se dijo, ……pero Yo les digo….

 

 

 

LA IMPORTANCIA CAPITAL DE LA FE PARA QUE EL HOMBRE SEA AGRADABLE A DIOS Y SE SALVE

 

No creemos necesario hacer una colección de citas del Nuevo Testamento, Tradición y Magisterio, e historia de la Iglesia para remarcar la absoluta necesidad de la Fe para hacer al hombre agradable a Dios y salvarse.

Mencionemos unas pocas y representativas del Nuevo Testamento:

 

“Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.” (Jn 3 16)

“Y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará.” (Mc 16 15-16)

 

Ver la exposición sobre la necesidad de la Fe en la Carta a los Hebreos.

 

La Iglesia siempre supo y sabe, (la iglesia de Cristo) sobre la necesidad absoluta de la Fe, como condición sine qua non para la salvación. Y como inicio de las virtudes teologales. Sin Fe no hay esperanza ni amor. Sin conocimiento de Dios no se lo puede esperar ni amar.

 

La Fe es un conocimiento infuso, sobrenatural de Dios que es ofrecido al hombre de parte de Dios: si el hombre se abre respondiendo positivamente, se apropia de la Fe. Que obviamente parte de la Gracia de Dios en primer lugar, y no de ningún esfuerzo humano. El esfuerzo vendrá después para perfeccionar, fortalecer, purificar esa Fe, y llevarla a práctica en obras de amor; así como fortaleciendo con ella la Espèranza.

Sabemos que la Caridad es eterna y la mayor virtud. Pero la Fe es el principio de ella, sin la cual no puede existir. Sin conocer a Dios no se lo puede amar; y tampoco se puede amar al prójimo, ya que no se tiene el amor de Dios; amor salvífico y sobrenatural, divino.

 

La fe reside está conectada con el intelecto y nada tiene que ver con sentimiento ni emoción. Si con voluntad.

 

 

LA FE ENTUSIASMA AL SEÑOR

 

Queda completamente claro en el Evangelio, el entusiasmo y la euforia santa que suscita en el Señor la fe del hombre. Como así también queda muy claro, el disgusto e incluso la ira que le produce la falta de fe.

 

Recordemos el episodio de la sirofenicia con la hija endemoniada, que probada a fondo por el Señor, termina siendo elogiada por su Fe. Mujer, grande es tu fe! Hágase como tu quieres!

 

Recordemos, el caso de la hemorroísa, que el Señor cura y termina elogiando: Vete, tu fe te ha salvado!

Veamos hoy estos dos ejemplos de fe potente, como sucitan el poder y el entusiasmo del Señor arrancándole calurosos elogios, como en el caso del Centurión.

 

En verdad os digo, no he hallado tanta fe en Israel, Pues también os digo: Vendrán muchos de Oriente y de Occidente, y se pondrán con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos; pero los hijos del reino serán arrojados a las tinieblas del exterior, donde habrá llanto y rechinar de dientes. Y dijo al centurión: Vete, y sucédate como has creído. Y sanó el siervo en aquella hora.

 

La humildad exquisita del hombre de guerra conmueve al Señor y suscita su poder.

Yo no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya sanará mi criado..

 

Palabras inspiradas que repetimos y repite el Sacerdote en cada Misa hasta el fin del mundo.

 

Ni siquiera tuvo que ir personalmente el Señor a curar al criado, a pesar de que esa fue su intención original. La fe del romano lo maravilló.

 

En el caso del Leproso, la misma exquisita humildad. No dice límpiame!…Obviamente no dice Yo decreto y proclamo que me curas en este momento!

 

Dice, si quieres puedes limpiarme.. siempre respetando la voluntad soberana de Dios. Esa es la humildad. La misma forma de orar de Jesús en el Huerto: Si es posible…pase lejos de mí este cáliz…

 

Quiero, dice el Señor tomando el mismo concepto del leproso; es decir premiando su acertádísima oración, y lo toca, superando, elevando (no violando) la Ley Antigua. Queda Limpio!

 

Recordemos rápidamente que la lepra era en Israel un fuerte símbolo del pecado, y el leproso era un castigado socialmente; excluido de una vida social normal. El Señor lo restituye a la salud física, espiritual y social.

 

Y luego le manda que no diga nada de esto, salvo mostrarse a los sacerdotes del Templo para que les sirva de testimonio.

 

Porqué no quería que de testimonio de su curación como otros? Probablemente porque aquella gente de aquella comarca no era lo suficientemente madura como para asimilar fructiferamente estos portentos. El Señor no quiere circo ni espamento. Recordemos después de aquella multiplicación de panes que relata San Juan, que quisieron hacerlo Rey, pero Él huyó a la montaña. Sencillamente porque no asimilaban rectamente el signo y el poder de Dios, y lo aterrizaban.

 

Tanto el Centurión con su discurso, como el Leproso, reconocen una presencia sobrehumana en Cristo. Sobre todo el Centurión la tiene clara. (giro argentino que denota una cabal comprensión de un tema). Si él que es subordinado, simple hombre militar y obtiene obediencia de los que están bajo su mando, cuanto mas el Señor de todo mandará algo y será cumplido? Aún a la enfermedad.

 

Veamos por otra parte como pone mal al Señor la duda y la falta de Fe. Simón caminando sobre las aguas empieza a dudar y es retado! Hombre de poca fe, porqué dudaste!!

Un gran enojo contra los discípulos por no poder echar un demonio: Oh raza incrédula y perversa! Hasta cuando tendré que estar con ustedes? Hasta cuando tendré que soportarlos?

No habían podido expulsar un demonio por falta de Fe.

A otro que le pide un milagro lo reprende: si ustedes no ven milagros y prodigios, no creen!…

 

 

JUDÍOS CREYENTES Y GENTILES CREYENTES AGRADAN AL SEÑOR

 

El leproso, judío, y el Centurión, gentil, completan en este Evangelio toda la humanidad creyente.

Vemos en el discurso final del Señor de este episodio, su exaltación de la vocación de los gentiles a la fe, y su profecía sobre la perdición de muchos judíos y la proclamación del Infierno.

 

En verdad os digo, no he hallado tanta fe en Israel, Pues también os digo: Vendrán muchos de Oriente y de Occidente, y se pondrán con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos; pero los hijos del reino serán arrojados a las tinieblas del exterior, donde habrá llanto y rechinar de dientes. Y dijo al centurión: Vete, y sucédate como has creído. Y sanó el siervo en aquella hora.

 

Quienes son esos hijos del Reino arrojados al Infierno? Los judíos contumaces en la falta de Fe y algunos Padres agregan los católicos flojos y apóstatas; estos últimos mucho peores aún, porque recibieron todos los bienes de la Nueva Alianza, y aún así perdieron todo y no tuvieron fe.

 

 

EL INFIERNO, TOTALMENTE CLARO EN EL EVANGELIO, LA TRADICIÓN Y EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA. ES DOGMA

 

Por efecto de la nefanda teología progremodernista, la soteriología católica ha sido diluida casi completamente. La Escatología lo mismo. Todo ha sido confinado a la inmanencia, al aquí y ahora; a una especie de justicia social oenegenista de la Iglesia. A un bienestar y felicidad púramente terrena e incluso aceptadamente pecaminosa (Amoris Laetitia). A una moralina inmanente y políticamente correcta, muy inferior a la de los entonados moralistas paganos antiguos, Séneca, Cicerón, Confusio…

 

Sin embargo, hasta los Papas conciliares anteriores, han retenido la Verdad revelada del Infierno.

 

Pero en la actual iglesia del Nuevo Paradigma, el espíritu sorpresivo y el evangelio novedoso producen notables evoluciones….

 

El Infierno está vacío, ha dicho Francisco….También ha corroborado en otros discursos que no hay sufrimientos eternos y que el infierno es una suerte de aniquilación….

 

Pero en realidad en la Revelación de Cristo, en la Realidad, hay Cielo e Infierno. Cielo la para los que creen con Fe verdadera e íntegra, y llevan esa fe a la práctica. Esperan a Dios y sus promesas y aman a Dios y al prójimo con el amor de Dios.

 

Hay infierno para los que no creen, no esperan y no aman. Y peor, para los que creyeron y apostataron, y desesperaron y perdieron el amor.

 

 

ORACIÓN FINAL

 

María tuvo su elogio en el Evangelio, precisamente por su fe: Feliz la que ha creído.

Que la Santísima Virgen, Madre de Cristo y Madre nuestra, ruegue para nosotros esa Fe que entusiasma al Señor. Esa fe íntegra, que no hace un credo my way (recordemos que un solo punto de la fe negado, equivale al rechazo de la fe completa).

 

Pidámosle también, que sepamos discernir los verdaderos signos de Dios (sobrenaturales y que provienen de él; no los imperativos del Sistema y perversiones de los paradigmas culturales y sus modas, a los cuales llaman signos de Dios los progremodernistas); que sepamos aprovechar las Epifanías misteriosas del Señor en estos tiempos.

 

Sobre todo aprovechar su epifanía misteriosa e invisible en la Santa Misa, donde su Presencia se puede encontrar con privilegio, si tenemos verdadera fe.

 

 

 

 

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8 comentarios
  1. Elías Franco says

    No he venido a abolir la Ley, sino a dar cumplimiento. Un punto capital.

    1. adoracionyliberacion says

      Así es! Elias!

    2. adoracionyliberacion says

      Grandísimo, Juan!

  2. hope says

    Muchísimas gracias!

    1. adoracionyliberacion says

      Gracias!

  3. Eugenio Soki says

    La Fe, virtud que nos hace agradables a Dios. Punto que se ha difuminado por la teología modernista.

    1. adoracionyliberacion says

      Así es Eugenio. Una gran descripción de Juan Donnet

  4. Ignacio Extremadura says

    Me gusta eso de que la Palabra bastaría para que crean. Crean aunque sea por las obras, dice el Señor. Ese “aunque sea” indica que la Palabra debería bastar sin milagros.

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