Perla del Evangelio de hoy: no perecerá ni un cabello de vuestra cabeza.
Seréis entregados por padres, hermanos, parientes y amigos, y matarán a algunos de vosotros, y seréis odiados de todos por causa de mi nombre. Pero no perecerá ni un cabello de vuestra cabeza. Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas».
Señor, dices, «No quedará piedra sobre piedra que no sea derruida». Pero ni un pelo de mi cabeza será tocado si te soy fiel. Día de alegría y de gloria para unos; día de tristeza y de vergüenza para otros. Lo que no quiera que aparezca públicamente, ahora me es posible eliminarlo con una confesión bien hecha. Tu nos lo adviertes: “Mirad, no os dejéis engañar” ¿Estoy preparado ahora?