Oración de la noche: sin ti, Señor, nada puedo.
Señor, regálame la fe inquebrantable y la confianza insistente de la viuda desamparada.
Ayúdame a reconocer con humildad que eres tú el todopoderoso, que dependo de ti, que sin ti nada puedo, que lejos de ti soy débil y no tengo protección.