Abiertos al Espíritu Santo: Vivir el desprendimiento
Una de las condiciones indispensables para poder recibir las mociones del Espíritu Santo es vivir en el desprendimiento y no transitar este mundo aferrándonos a nada; ya que ello conlleva un endurecimiento excesivo de nuestro corazón en la rigidez; y un desaconsejado apego a cosas mundanas.
Es cierto que el desprendimiento de las cosas materiales es importante; y que a más vacíos a los apegos terrenos, más capaces de llenar nuestra alma con las inspiraciones del Espíritu Santo. Pero no es el único desprendimiento; ni el más relevante de todos.
Y es que a veces vemos más torpedeado nuestro progreso espiritual por el excesivo apego a nuestras propias ideas, criterios y costumbres, como nos explica Jacques Philippe.
Me gustaría traer aquí a colación, dada su relación con el tema; un fragmento del “Breve tratado de la Paz del Alma”, escrito por Juan de Bonilla, franciscano del siglo XVI:
“Qué vuestra voluntad esté siempre preparada para cualquier eventualidad. Y que vuestro corazón no se esclavice a nada. Cuando experimentéis algún deseo, hacedlo de forma que no sufráis en caso de fracaso, sino que mantened el espíritu tan tranquilo como si no hubieseis anhelado cosa alguna. La verdadera libertad consiste en no apegarse a nada. Así es como Dios busca vuestra alma, para realizar en ella cosas grandiosas”
Vicente Montesinos