Llego y me encuentro una nueva “guerra”. Por F. L. Mirones
Seamos cautos, no opinemos con sentimientos, eso quieren.

Por Fernando López Mirones
He estado bastante incomunicado desde hace diez días.
Llego y me encuentro una nueva “guerra”.
No debemos olvidar que toda la información oficial sobre geopolítica está sesgada para hacernos SENTIR impulsos concretos de odio o filias hacia unos u otros según nuestro perfil.
Me refiero a lo acontecido en Israel.
Debemos ser muy cautos y críticos con IMÁGENES sobre todo.
Recuerden que nos manipulan a través de emociones básicas.
Está claro que la mayoría de la población mundial ya no traga plandemias ni cantos climáticos, pero muchos todavía pican con las guerras inducidas.
El fin es claro, seguir ahondando en una crisis económica mundial que nos haga más vulnerables.
Están creando el escenario propicio para cualquier atentado que radicalice a la opinión pública.
Seamos cautos, no opinemos con sentimientos, eso quieren.
Diez días sin ver TV ni oír radios te hacen ver hasta qué punto nos dirigen pensamientos que creemos que son nuestros.
Recuerden que la filosofía negacionista no pasa por tomar partido en todo de forma instintiva, porque tenemos muy claro que lo que nos muestran NUNCA es la verdad, que ponen el foco donde les interesa, y que nos están evaluando a través de nuestros móviles.
Recuerde que opinar es VOTAR, que los algoritmos registran lo que usted comenta, que ellos saben lo que sentimos, y que lo utilizan contra nosotros.
Cada conversación es un voto a favor o en contra.
El voto negacionista debería ser “OTRO MONTAJE”, fuera de eso es política ficción.
Por desgracia los muertos son reales, la carne la ponemos las personas inocentes.
Pero que los muertos sean reales no significa que justifiquemos nada.
Somos ratones de laboratorio en un laberinto con pantallas donde nos proyectan imágenes para evaluar nuestras reacciones.
Difunden miedo para que cedamos libertades a cambio de falsa seguridad. Y todos los opinadores colaboran sin saberlo.
Recuerden también que de lo que digan todos los medios ¡lo contrario!
Un aullido