El Buen Samaritano II. Por Juan Cicconi

Por Juan Cicconi
Para Adoración y Liberación
El Buen Samaritano II 25 de Agosto de 2023
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Asombran las enseñanzas de Cristo por medio de parábolas, la cual es un genero natural, apretado y profundo y que nos pone en relación entre lo Divino y lo humano. La parábola del Buen Samaritano esta henchida de conclusiones cristianas.
Todas las parábolas lo están, en este caso retendremos tres notas muy valiosas: 1-La caridad con el prójimo como una obligación necesaria; 2-La extensión del concepto de prójimo a todos los hombres; 3-Pone como ejemplo de hombres inmisericordes a dos miembros de la religión judía: un Sacerdote y un Levita.
Y para colmo quién busca enredarlo con sus preguntas es un Doctor de la Ley: “¿Quién es mi prójimo?”, “¿Qué hay que hacer para salvarse?”.
El cristianismo dedujo de esta parábola que yo tengo obligación grave de ayudar al que esta en necesidad grave, recordemos: “Tuve hambre y me diste de comer”. La caridad es universal, pero es también ordenada; porque más quiero a mis dientes que a mis parientes; y más a mis parientes que a las otras gentes, como dice el refrán español.
La convivencia en el mundo se vuelve más y más difícil, la cristiandad periclita y muere, volviéndonos los hombres extraños unos a otros, y esto confirma el tercer punto: dos miembros de la jerarquía religiosa como ejemplos de hombres sin misericordia.
El cristianismo se sostiene en el amor a Dios por sobre todas las cosas y en el amor al prójimo como a sí mismo; si esto no es predicado y enseñado por los sacerdotes de la religión cristiana, entonces es claro que los hombres nos volveremos extraños unos a otros.
La actual mafia clerical de Sacerdotes, Obispos, Cardenales y el Sumo Pontífice sirven a este mundo y a su príncipe. Pertenecen a la raza de los que Jesucristo llamó: Dicen y NO hacen, los cuales han vuelto a expresar:
“Nosotros no tenemos otro rey que el César”- Juan 19, 15.
Pero debe existir el hombre noble entero en alguna parte, el Buen Samaritano, hombre de bien que cumpla el: “Haz esto y vivirás”.
Gran consuelo nos dejó Jesucristo prometiendo volver y ajustar la cuenta.
Bibliografía consultada: El evangelio de Jesucristo- P. L. Castellani
Nota: Los judíos odiaban a los samaritanos y no dudaron en ultrajar a Jesucristo:
“¿No tenemos razón en decir que Tú eres un samaritano y un endemoniado?”
Juan 8, 48