Cisma en el aire. Por Don Enrico Bernasconi
¡Sólo ahora se están dando cuenta, en vista del sínodo sobre la sinodalidad del próximo octubre, que hay un aire de cisma en la iglesia del 'Papa Francisco'!

Por Don Enrico Bernasconi
¡Sólo ahora se están dando cuenta, en vista del sínodo sobre la sinodalidad del próximo octubre, que hay un aire de cisma en la iglesia del ‘Papa Francisco’!
Y mientras nosotros, que hemos seguido siendo católicos, abiertamente unidos al Papa Benedicto XVI y ahora en tiempos de sede vacante, somos acusados de ser los causantes de este cisma, ¡la realidad es bien diferente!
Según “el principio de realidad”, tan querido por Bergoglio, somos cada vez más conscientes de que el cisma ya está en marcha desde el 13 de marzo de 2013. ¡Solo necesitas formalizarlo!
¡Y son precisamente Bergoglio y la falsa iglesia en manos de la secta de la masonería y de la secta de los lobbys homosexuales, con la ayuda de los medios de comunicación internacionales y del poder político, quienes quieren el cisma! ¡Ellos son los que trabajan por ello!
¡Ellos son los que quieren el cisma para establecer una nueva iglesia disfrazada de Iglesia Católica! Una iglesia humanitaria hecha a medida de los derechos humanos y ya no según la ley de Dios y según la voluntad de Dios.
De hecho, ¡cualquiera que no se alinee con la impostura del falso profeta apóstata y con el relativismo doctrinal y moral de sus hermanos masónicos y sus hermanos arcoíris es marginado y expulsado!
¡Y mientras tanto muchos que han comprendido todo esto continúan ofreciendo el sacrificio de Cristo en unión con el ‘Papa Francisco’!
Es un acto de amor a Jesucristo, a la Virgen María y a la verdadera Iglesia de Cristo distanciarse pública, clara y definitivamente de la falsa iglesia de Bergoglio, esa iglesia que la beata Catalina Emmerich veía como la iglesia de las tinieblas, la ¡Iglesia de Satán, en la época de los dos papas!
¡El mayor acto de amor por Jesucristo es celebrar la Misa en la verdadera comunión de la fe católica! ¡Así que en unión con el sucesor de Pedro!
¡La verdadera misa católica salvará al mundo! ¡Esperamos en la fe al sucesor del Papa Benedicto XVI!
Cuando el Hijo del Hombre venga, ¿encontrará, de hecho, fe? ¿O la fe católica, la fe de la Iglesia fundada por él?