¡Gran éxito de las multitudinarias marchas por la vida en Argentina; y otra actuación memorable de Monseñor Aguer!
Vicente Montesinos
Este 25 de marzo, Domingo de Ramos, y Anunciación del Arcángel San Gabriel a María Santísima, pasará a la historia como el día en que un país completo grito por su dignidad, encabezado por unos cuantos médicos católicos primero, y después por colectivos y familias católicas de todo tipo; que hartos del desamparo de los poderes públicos, cuando no de la jerarquía eclesial, gritaron: ¡Basta de aborto y de sus proyectos diabólicos!
Más de 200 marchas y un mínimo de 2.000.000 de personas, aunque la realidad fue de números mucho más altos y difíciles de contabilizar, dieron enorme testimonio público de que Argentina sigue siendo fiel a los valores transmitidos por la fe católica, manifestándose contra el flagelo del aborto que ahora el actual gobierno está debatiendo. Y todo ello con escasísimo apoyo oficial.
Una de las Arquidiócesis que se volcaron con el evento fue, como no podía ser de otra forma, la de La Plata, dirigida por nuestro incansable modelo en Argentina, Monseñor Aguer.
La Iglesia platense tuvo una multitudinaria participación, y desde muy temprano, decenas de autobuses partieron de parroquias, grupos, asociaciones y movimientos de la Arquidiócesis para unirse a la gran marcha, acompañados de numerosos sacerdotes y religiosas y del propio Obispo auxiliar de La Plata, Mons. Nicolás Baisi, con el decisivo apoyo de Monseñor Aguer.
Los organizadores de la Marcha agradecieron, como ocurrió en otras ocasiones, el decisivo apoyo del Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer; quien se está recuperando de un accidente doméstico, en el que se fisuró su codo izquierdo. Uno de ellos dijo a los periodistas que “nuevamente, el prelado platense, con su fidelidad a Cristo y a la Iglesia, y su coraje a la hora de llamar a las cosas por su nombre, sin ningún cálculo humano, logró despertar a muchas conciencias. Su apoyo ha sido decisivo en el éxito de esta convocatoria“.
Como informáramos en su día, Mons. Aguer, pidió “encarecidamente a los sacerdotes de la Arquidiócesis que movilicen a los fieles a participar de la Marcha por la Vida“. Y dijo que “nosotros defendemos la vida y luchamos, especialmente, para que se reconozca la cualidad plenamente humana del embrión, del feto, del niño por nacer. ¿Por qué hacemos eso? Lo hacemos porque hay evidencias científicas indiscutibles y, además, porque Nuestro Señor Jesucristo fue un niño por nacer, formado virginalmente por la acción del Espíritu Santo en el seno de la Virgen María. Fue un feto parido virginalmente por la Virgen María”.
Agregó que “nosotros queremos defender la vida desde el instante de la concepción y queremos decir No al crimen del aborto. Esto supone también que el Estado en lugar de legalizar el aborto, en lugar de despenalizarlo totalmente, lo que debe hacer es ayudar para que los niños nazcan y puedan ser criados y educados como deben serlo. Todo el mundo sabe que muchas veces el aborto es el recurso que sigue a un embarazo no deseado, y esto tiene mucho que ver con lo que pasa hoy día, con ese pansexualismo general, con esa falta de criterio por el cual desde muy chicos, ya desde la primera adolescencia, empiezan con las relaciones sexuales. No están preparados para eso, no están preparados para ser padres y madres… No basta el “cuidarse”, el “cuidarlos” repartiendo preservativos y anticonceptivos. Es preciso ayudar a que se formen integralmente, y reconozcan que el acto sexual tiene un doble significado, unitivo y procreativo“.
Argentina, la buena Argentina, atribulada por la “otra Argentina” ha dado un grito de enseñanza para todo el país, para todo el continente, y para todo el mundo. ¡Enhorabuena!
¡Y porque hasta el cielo no paramos, que Dios os bendiga!
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