El 2 de septiembre de 1792, masacre de sacerdotes en el convento carmelita y en la abadía de Saint-Germain-des-Prés, por parte de los revolucionarios.
En el Convento del Carmen, la matanza comienza con un tiroteo, luego los sacerdotes son asesinados con picas y sables.
Buscan refugio en la capilla, pero son arrastrados y ejecutados en el jardín.
En la abadía de Saint-Germain-des-Prés, los revolucionarios, antes de llevar a cabo las matanzas, comenzaron por despojar a sus víctimas de sus carteras, relojes, anillos, diamantes, y apropiarse de estos valores metiéndolos en sus bolsillos.
Los revolucionarios degollaron a veintiún sacerdotes.
Religiosos: los ex jesuitas, capuchinos, carmelitas y otros son considerados mártires por la Iglesia. Ciento noventa y uno de ellos (tres obispos, ciento veintisiete sacerdotes seculares, cincuenta y seis religiosos y cinco laicos) fueron beatificados en octubre de 1926 por Pío XI.
