Escuchemos el Silencio de Dios. Por Andrea Serrano
Meditación del Santo Padre Benedicto XVI

Por Andrea Serrano
Corresponsal AyL México
Queridos hermanos:
En este momento tan difícil que estamos viviendo como Iglesia, el Rezo del Santo Rosario nos sostendrá, fortalecerá nuestra fe y nos ayudará a avanzar, hoy recordaba un fragmento de una meditación que tuvo nuestro Santo Padre Benedicto XVI en una visita pastoral al Pontificio Santuario de Pompeya el día 19 de octubre del año 2008, la meditación del Santo Padre dice así:
VISITA PASTORAL
AL PONTIFICIO SANTUARIO DE POMPEYA
REZO DEL SANTO ROSARIO
MEDITACIÓN DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI
Pontificio Santuario de Pompeya
Domingo 19 de octubre de 2008
“El rosario es escuela de contemplación y de silencio. A primera vista podría parecer una oración que acumula palabras, y por tanto difícilmente conciliable con el silencio que se recomienda oportunamente para la meditación y la contemplación. En realidad, esta cadenciosa repetición del avemaría no turba el silencio interior, sino que lo requiere y lo alimenta. De forma análoga a lo que sucede con los Salmos cuando se reza la liturgia de las Horas, el silencio aflora a través de las palabras y las frases, no como un vacío, sino como una presencia de sentido último que trasciende las palabras mismas y juntamente con ellas habla al corazón.
Así, al rezar las avemarías es necesario poner atención para que nuestras voces no “cubran” la de Dios, el cual siempre habla a través del silencio, como “el susurro de una brisa suave” (1 R 19, 12).
¡Qué importante es, entonces, cuidar este silencio lleno de Dios, tanto en el rezo personal como en el comunitario! También cuando lo rezan, como hoy, grandes asambleas y como hacéis cada día en este santuario, es necesario que se perciba el rosario como oración contemplativa, y esto no puede suceder si falta un clima de silencio interior.”
Quería compartir con ustedes esta hermosa meditación que necesitamos tener muy presente en este momento.
Escuchemos el silencio de Dios por medio del Santo Rosario y dejemos entrar la Gracia de Dios en nuestras almas, seamos fuertes, firmes y fieles a Nuestro Señor y contemplemos su amor por medio del Santo Rosario.
Nuestra Madre la Santísima Virgen María los cubra con su manto de amor y nos de fuerza en todo momento.
¡Que Dios los bendiga!