El frío que siente Bergoglio

Canale “Le Perle del Papa”
Desde que se empezó a entender que las condiciones del Papa Benedicto XVI habían empeorado, el dictado de Bergoglio ha sido:
” Un funeral como el de los cardenales. ¡Nada más!”
Y de nuevo: “¡Nada de luto!”
“¡No hay Guardias Suizos alrededor del ataúd! ¡No es el Papa reinante!”
“¡Solo dos delegaciones presentes!”
La imagen creada intencionadamente a lo largo de los años, por sus enemigos y por la prensa, de un Papa Ratzinger odiado por el pueblo ha sido completamente desmentida y anulada por la gigantesca multitud de fieles que acudían a rendirle homenaje, creando gran bochorno entre quienes pensaban ahora lo tenían liquidado permanentemente.
¡Y así, Benedicto XVI fue vigilado por dos Guardias Suizos, honrados por los Jefes de Estado y de Gobierno, por un gran número de delegaciones, por periodistas serios y por los fieles que acudían de todas partes de Europa!
Y mientras en la abarrotada Piazza los fieles gritaban: “¡Santo inmediatamente!”, un Bergoglio visiblemente malhumorado y molesto al observar el cariño de la gente reunida en torno al legítimo Papa de la Iglesia de Cristo, apenas retenido para no dejarlo marchar el ataúd en la Piazza y para marcharse antes de que lo llevaran a enterrarlo, pataleaba como un colegial caprichoso exclamando: “¡Hace frío!”
Bergoglio, ante la muerte, en la que todo asume solemnidad y sacralidad, el único frío que sientes es el del vacío de tu conciencia y el frío de tu alma, frío del que en vano te engañas a ti mismo que rodeas al Papa Benedicto, que ¡en cambio, vivió inflamado por el amor de Dios y del Espíritu Santo, y por el inmenso afecto de sus fieles!
BENEDETTO XVI MAGNO
SANTO SUBITO!