POR GABRIEL MONZÓN

para adoracionyliberacion.com

 

Segunda parte

(puede acceder aquí a la PRIMERA PARTE que publicamos hace unas semanas)

 

 

 

 

 

 

 

Para todos aquellos fieles del Obispado Castrense y miembros del Clero, continuamos con la interpretación de los 10 mandamientos de Monseñor Olivera para que puedan ser fieles a la doctrina del “pontífice castrense”, como le gusta hacerse llamar:

 

 

5. No matarás

El mandamiento de Dios es claro, pero todo tiene su interpretación para Olivera.

Cuando Olivera llegó a la diócesis castrense, se encontró con el Padre Ruben Germán Barrientos, un joven sacerdote oriundo de la diócesis de Iguazú. Sacerdote que sufrió varias muertes repentinas en su familia que lo dejaron en un estado de profunda depresión y aislamiento. Sacerdote que, sufriendo un delicado estado de salud, necesitaba del apoyo del clero, sobre todo en el tiempo en el que estuvo internado en la unidad psiquiátrica del Hospital Militar de Campo de Mayo, luego de un episodio de reclusión.

 

 

 

 

 

Olivera, lejos de sostener espiritualmente al joven sacerdote que buscaba ayuda desesperada, lo cesó de sus funciones como Capellán dejándolo sin trabajo, Obra Social y cobertura médica para atenderse psiquiátricamente, sin lugar donde vivir, sin ingresos para sostenerse cuando había perdido a su familia y sin el más mínimo apoyo humano y espiritual. Podemos decir que lo dejó abandonado a su suerte. ¿Es esta la actitud de un pastor? ¿Son éstas las enseñanzas de Brochero?

Barrientos escribió por su situación pidiendo ayuda desesperada a Roma y al Santo Padre, quienes en conocimiento de la situación, no le brindaron respuesta.

A quién Olivera si se dispuso a matar fervientemente es a la identidad del “capellán castrense”, ya sea ignorando las particularidades de estos sacerdotes, imponiéndoles la advocación de Brochero por encima de las Patronas e incluso de San Juan de Capistrano y no escatimando esfuerzos en hacerlos sentir sacerdotes civiles, cambiándolos de fuerza como si fueran empleados cambiando de sectores dentro de una empresa y no teniendo en cuenta el cariño, la idiosincrasia y la voluntad que une a cada capellán con sus fieles de cada fuerza.

 

 

6. No cometerás actos impuros

A qué podemos llamar “actos impuros” para Olivera es algo relativo.

 

* Cabe recordar el episodio vivido por un gendarme que trabajó mas de 6 años en la curia castrense y que fuera sujeto de maltrato por parte de Olivera, quien, en un momento en el que perdió el control, humilló al gendarme física y verbalmente.

Al ser trasladado de su destino en el Obispado, el pobre gendarme escribió una nota a sus superiores informando de la situación que vivió, los gritos y los zamarreos de parte del Obispo, pero todo quedó en la nada debido a que el Obispo es una persona de poder. Para el gendarme, padre de familia, le convino más guardar silencio y seguir trabajando, que denunciar al Obispo maltratador.

 

* Quizás para Olivera tampoco fuera un acto impuro nombrar el 31 de octubre de 2017 como ecónomo de la diócesis castrense al señor Sergio Andrés Quiroga (decreto 113/17 OCA) como asesor eclesiástico integrando el “consejo de asuntos económicos diocesano” con funciones de Ecónomo del Obispado Castrense, quién, casualmente, seguía desempeñándose como Ecónomo al mismo tiempo del Obispado de Cruz del Eje, diócesis que acababa de dejar Olivera y que ya tenía nuevo Obispo.

Esta situación anormal, permitió el movimiento de fondos entre las cuentas del Obispado de Cruz del Eje y del Obispado Castrense por el período de varias semanas, hasta que esta situación fue denunciada, Quiroga se desempeñaba en funciones como Ecónomo del Obispado de Cruz del Eje y simultáneamente del Obispado Castrense, designado formalmente por ambos Obispos, con la firma autorizada de las cuentas Bancarias de ambas diócesis.

Pero si Olivera no considera “inmoral” transferir fondos de una diócesis a otra, quizás tampoco considera inmoral vender el patrimonio de sus fieles como hizo en Villa las Rosas.

Cuando esta situación fue denunciada a la Conferencia Episcopal Argentina, Olivera tuvo que cesar a Quiroga y nombró en su lugar al abogado Francisco Tufankchi. Es sabido que quien sigue manejando todo por debajo de la mesa es Quiroga y Tufankchi no es más que una pantalla que calla los desfalcos económicos de Olivera.

 

 

 

 

 

 

* Durante el año 2016 Olivera, entonces Obispo de Cruz del Eje, decidió vender un predio de uso comunitario ubicado en la localidad cordobesa de Villa las Rosas, perteneciente a esa diócesis.

El predio fue adquirido y construido con el esfuerzo y el aporte de la toda comunidad del Municipio. Un vecino donó las tierras, y con el aporte de la municipalidad, de los vecinos y de la Iglesia se construyó el salón.

Durante el año 2016, Olivera, entonces Obispo de Cruz del Eje, contra la voluntad de toda la Comunidad de Villa las Rosas, decidió poner en venta dichas instalaciones por un valor de U$S 95.000,00 más gastos. Esta decisión generó rápidamente un clima de alta tensión social, materializada por manifestaciones y protestas.

La Municipalidad de Villa de las Rosas, resolvió declarar de utilidad pública el salón comunitario y los dos mil metros cuadrados del predio, sujeto a expropiación, para así con esta herramienta tratar de negociar y llegar a un acuerdo en buenos términos con el Obispo e impedir que el predio pase a manos privadas.

Finalmente, el 6 de diciembre de 2016, se concretó la compra por parte de la Municipalidad de Villa de Las Rosas del Salón “Nuevo Sol” ubicado en el Alto Resbaloso.

Aún así, los fieles del Obispado Castrense pueden estar tranquilos ya que la diócesis no posee bienes que Olivera pueda vender, salvo algunos libros y quizás algunos cálices que quedan en algunas Capillas y Oratorios dispersas en las Unidades de las fuerzas, las cuales ya mandó a buscar.

Pero no teman, Olivera seguirá en su búsqueda implacable de dinero, mandándoles pedidos de colectas semanales, revisando sus testamentos y pidiendo los recibos de sueldo actualizados de cada Capellán para saber exactamente cuánto cobra por mes cada sacerdote castrense. Clave de esto son los 9.000$ (155 u$s) que les cobra por una semana de retiro espiritual. ¿Cuanto creen que se lleva Olivera de eso? ¿Y cuanto creen se llevará cuando lo organice en Villa Brochero?

 

 

7. No robarás

Analicemos el siguiente caso:

Olivera fue designado por el Papa como Obispo Castrense el 28 de marzo de 2017 y se hizo cargo efectivo del Obispado el 2 de julio de ese año.

El 2 de agosto de 2017, en reemplazo de Olivera, Francisco, nombró obispo de la diócesis de Cruz del Eje, en la provincia de Córdoba, al Padre Hugo Araya, quién se hizo cargo del Obispado el 7 de octubre de ese año.

El 25 de septiembre, a seis meses de la designación de Olivera como Obispo Castrense y a casi dos meses de haberse hecho cargo efectivo de dicha Diócesis, antes que el nuevo Obispo de Cruz del Eje, Mons. Araya, se haga cargo de su diócesis; en un acto de absoluta ilegalidad, Olivera, junto con el Contador Sergio Quiroga, quien entonces oficiaba como Ecónomo del Obispado de Cruz del Eje, transfirieron fondos por U$S 25.000,00 y € 4.600,00 (Euros) desde dos Cuentas del Obispado de Cruz del Eje a una cuenta del Obispado Castrense.

Desde la Cuenta en Dólares Nro. 15029001 del IOR, a nombre de la Diócesis de Cruz del Eje a la Cuenta del IOR del Obispado Castrense, Nro. 2446 9001 2 085, se transfirió la suma de U$S 25.000,00 (Veinticinco mil dólares estadounidenses) y de la Cuenta Nro. 15029005 a nombre de la Diócesis de Cruz del Eje a la misma Cuenta del Obispado Castrense, se transfirió la suma de € 4.600,00 (Cuatro mil seiscientos Euros).

Olivera y Quiroga incurrieron en un acto de absoluta ilegalidad; dado que Olivera estaba en esos momentos desvinculado del Obispado de Cruz del Eje y por lo tanto impedido de disponer de esos fondos sin la intervención del administrador diocesano de Cruz del Eje y sin el aval del Obispo electo.

¿No es esto robar?

 

 

8. No mentirás

Muchos militares recuerdan cuando en enero de 2018, Olivera declaró en Roma que había encontrado el Libro de Bautismos de la ESMA y que se lo había mostrado al Papa Francisco y pensaba entregarlo a la justicia.

Esta declaración surgió luego de que Olivera se comprometiera a colaborar con los organismos de DDHH a abrir los archivos del Obispado. Poca debe haber sido la decepción de Olivera al encontrar que en el archivo del Obispado no había ningún dato jugoso que le permitiera aparecer en televisión, por lo que creo la mentira del Libro de Bautismos.

El libro, que contenía el registro de los bautismos de 256 cristianos en la Capilla de la ESMA entre 1975 y 1979, nunca estuvo perdido. El libro descansaba, desde hacía años, en un cajón en el archivo de la Capellanía Mayor de la Armada en el Estado Mayor, a unos escasos pasos del Obispado (literalmente los separa un patio).

Para darle un halo de mística, Olivera inventó que lo encontró, citamos sus palabras textuales: “Lo busqué, lo rastreé, lo encontré y me lo entregaron. Lo tengo guardado yo” lo cual es gracioso ya que cualquier secretario de la curia sabía donde se guardan todos los Libros. Pero Olivera nunca se tomó el trabajo de leerlo, ya que como todos aquellos que lo conocen saben que Olivera aborrece leer. Esto le hubiera evitado el papelón de salir a decir que seguramente se iba a encontrar información sensible cuando el libro nunca estuvo oculto, prueba de esto, es que el único caso de registro de un niño apropiado ya era conocido y público. De hecho, cuando se solicitó información allí contenida, fue puesta en manos de la justicia.

 

 

 

 

 

 

Esta “opereta” de Olivera que buscaba darle cámara y apaciguar a los organismos de izquierda, sólo logró que la opinión pública se vuelque en contra de la Iglesia por considerarla cómplice de la Dictadura y que se enardezcan los ánimos en contra de los militares a quienes dice defender y colocar la lupa en contra de los sacerdotes castrenses.

Otra gran mentira de Olivera es su supuesto apoyo a los militares, ahora llamando héroes a los que fallecieron defendiendo a la Patria contra la acción subversiva y celebrando luego a Angelelli “perseguido por la justicia y la caridad evangélica” por los malvados militares que luchaban contra los subversivos como el mismísimo Angelelli.

Esta doble vara moral demuestra la falsedad de su máscara.

Independientemente de que ya fue  aclarado que Angelelli falleció en un accidente, no podemos olvidar que en vida, era un activo partícipe de las actividades del grupo Montoneros, guerrilla sanguinaria que no temía secuestrar, poner bombas y matar civiles y militares indiscriminadamente. ¿Es Angelelli un modelo de cristiano a seguir? ¿Un Obispo con sus manos manchadas de sangre?

¿Olivera distingue como héroes a los militares que murieron combatiendo a la guerrilla de izquierda en el gobierno democrático, pero como seres diabólicos a aquellos mismos soldados que murieron combatiendo a esa misma guerrilla cuando el gobierno era militar? ¿Para Olivera, son malos los guerrilleros que buscaban copar el gobierno siempre y cuando éstos no sean miembros del clero?

Olivera se manifiesta a favor de las víctimas del terrorismo guerrillero prestando una capilla para la celebración de una Misa al mes, la cual es celebrada por su fiel lacayo el Pbro. Rubén Darío Bonacina, pero, ¿cuantas veces ha visitado a los presos en las cárceles? ¿Cuantas veces recibió a las esposas de éstos presos?

Imposible es hacer un recuento de todas las mentiras de Olivera ya que miente constantemente, pero podemos considerar que por vanidad y dinero, es capaz de vender su propia alma, las de su clero y las de sus fieles.

 

 

 

(CONTINUARÁ)

 

 

 

 

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