La falsa humildad del yo no sirvo es pura comodidad, pura pasividad, pura omisión, puro pecado de omisión, el pecado que más se comete actualmente por tantos católicos que no quieren ver y que atacan a los que sí queremos ver, porque nos jugamos la salvación eterna, con especial saña, con saña demoníaca.
La falsa humildad del yo no sirvo es pura comodidad, pura pasividad, pura omisión, puro pecado de omisión, el pecado que más se comete actualmente por tantos católicos que no quieren ver y que atacan a los que sí queremos ver, porque nos jugamos la salvación eterna, con especial saña, con saña demoníaca.