Sacerdote y corresponsal del Vaticano denunciado por agresión sexual tras la muerte de Bergoglio
La denuncia contra Antonio Pelayo sacude el ámbito eclesial y periodístico
AyL Redacción
El sacerdote español Antonio Pelayo, veterano corresponsal en Roma de Antena 3 Televisión y figura conocida por su labor informativa sobre la Santa Sede, ha sido denunciado por un presunto delito de agresión sexual a otro periodista. Los hechos habrían tenido lugar el 23 de mayo de 2025, poco después del fallecimiento del Bergoglio y durante la cobertura mediática del cónclave que eligió a Prevost como nuevo pontífice.
Según ha informado la Fiscalía de Roma, el denunciante —un periodista de unos 40 años— mantuvo inicialmente una relación profesional con Pelayo, con quien se reunió en varias ocasiones para asuntos laborales. Sin embargo, el segundo encuentro, ocurrido en el domicilio del sacerdote, habría derivado en una situación no consentida en la que, según la denuncia, el corresponsal intentó mantener relaciones de carácter sexual.
El periodista se habría retirado inmediatamente del lugar y acudido a las autoridades italianas para presentar la denuncia. Tras cinco meses de investigación, la Fiscalía ha decidido formular cargos al considerar que existen indicios suficientes de conducta delictiva.
Una figura influyente en la información religiosa
Antonio Pelayo, sacerdote incardinado en la archidiócesis de Madrid, lleva más de cuatro décadas ejerciendo como corresponsal en el Vaticano para distintos medios españoles. Fue director de la revista “Vida Nueva”, colaborador habitual de programas de actualidad religiosa y participante en diversos espacios televisivos y radiales sobre la vida de la Iglesia.
Su trayectoria le ha hecho una figura de referencia en el ámbito eclesial, especialmente por su conocimiento del entorno curial y su cercanía a las fuentes vaticanas. Por ello, la denuncia ha provocado estupor y desconcierto entre periodistas y religiosos que le conocen.
Hasta el momento, Pelayo no ha ofrecido declaraciones públicas, y Antena 3 tampoco ha emitido un comunicado oficial sobre el caso. El Vaticano, por su parte, no se ha pronunciado de manera directa, dado que los hechos habrían ocurrido fuera del territorio vaticano, en una residencia privada en Roma.
El contexto: Roma tras la muerte de Bergoglio
Los hechos denunciados se enmarcan en un momento de máxima atención mediática. Roma vivía entonces los funerales de Bergoglio, cuyo fallecimiento el 20 de mayo de 2025 conmocionó al mundo católico. En aquellos días, los corresponsales de distintos países cubrían los actos solemnes y las reuniones previas al cónclave.
Según las fuentes judiciales italianas, el encuentro entre Pelayo y el denunciante se produjo en ese contexto, cuando ambos periodistas coincidieron en la cobertura de los eventos.
La Fiscalía avanza en la instrucción
El Ministerio Público de Roma ha hecho público que la investigación se encuentra en fase de instrucción, con la recogida de testimonios y pruebas. De confirmarse los indicios, el caso pasará a tribunal penal ordinario.
Las autoridades eclesiásticas españolas podrían abrir un proceso canónico paralelo, como establece el Derecho Canónico para clérigos implicados en acusaciones de carácter sexual. No obstante, hasta la fecha no se ha anunciado ninguna medida disciplinaria.

Impacto moral y mediático
El caso ha reavivado el debate sobre la responsabilidad moral y testimonial del clero en funciones públicas. Muchos fieles y comunicadores católicos han expresado su preocupación por el daño que este tipo de situaciones ocasiona a la credibilidad de la Iglesia.
Aunque la presunción de inocencia debe respetarse, se subraya la necesidad de transparencia y coherencia: la Iglesia no puede ser indiferente ante comportamientos que contradigan el testimonio sacerdotal, especialmente cuando ocurren en ámbitos tan visibles como los medios de comunicación.

