Amemos a todos nuestros hermanos
Por Abraham García González
Corresponsal AyL
España
Dado el creciente odio y resentimiento en tantas personas que viven en tinieblas, muchas obstinadas en permanecer en la falsa iglesia comulgando allí, fundamental que recordemos la enseñanza de San Mateo 5:23-24 en el capítulo de las bienaventuranzas, para evitar caer nosotros también en algo así de horrible.
Amemos a todos nuestros hermanos, no les guardemos rencor, contengamos la ira, no profiramos insultos contra ellos y seamos piadosos, por mucho daño que nos hayan hecho, y si por desgracia no nos podemos relacionar con ellos porque lastimosamente se han convertido en nuestros enemigos, por mucho odio que tengan en su corazón, recemos por su conversión, para que como el hijo pródigo, aprendan, reconozcan sus miserias, se arrepientan y vuelvan a casa.
Evidentemente no podemos tomarnos un café con ellos, ya que ellos son los primeros que no querrían tomárselo con nosotros, pero no dejan de ser nuestros hermanos y hemos de desear su bien.
Tampoco olvidemos ser humildes, aunque estemos muy seguros de tener razón en algo, sin caer en el grave error de la cegadora soberbia, y si argumentamos, que sea de forma respetuosa, llenos de paciencia ante la incomprensión, entendiendo que nosotros también debemos esforzarnos tratando de comprender a nuestros hermanos y sus circunstancias.
Que jamás nadie olvide que todo el conocimiento de la Verdad se lo debemos a Dios. Es Él quien nos ilumina y no somos nada sin su luz.
Que el Espíritu Santo llene nuestras almas con sus 7 dones.
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