27 de septiembre de 1936: Liberación de los sitiados del Alcázar de Toledo

AyL Redacción
Del 21 de julio al 27 de septiembre de 1936, unas 2.000 personas que se habían refugiado en el Alcázar lucharon valientemente contra las tropas republicanas que estaban compuestas por unos 8.000 milicianos.
La resistencia de los sitiados incitó a Francisco Franco a posponer la ofensiva contra Madrid para liberar a los héroes del Alcázar y permitió que la columna del coronel Juan Yague, sustituida posteriormente por la del general José Enrique Varela, marchara sobre Toledo.
El general Varela, con guantes de blanco, fue saludado en la explanada por los combatientes ordenados en cuadrado.
Con los talones unidos a la guardia, en la pose reglamentaria del oficial haciendo su informe, Moscardo anunció a Varela, tomando la contraseña de los insurgentes en los primeros días de la insurrección:
– “Sin novedad en el Alcazar, mi general”
– Nada nuevo en el Alcázar, mi general.
El 29 de septiembre, Franco vino, a su vez, a expresar a Moscardo y a sus compañeros el reconocimiento del Ejército Nacional:
– Héroe del Alcázar, tu ejemplo permanecerá vivo a través de las generaciones. La patria te debe una gratitud eterna y la historia nunca sabrá presumir lo suficiente de la grandeza de tus hazañas.
Un cornetón sonó la llamada a los muertos. Al anunciar cada nombre, un compañero del difunto respondió: “¡Muerte en el Alcázar!”.
86 soldados muertos de todos los grados, 455 heridos y dos nacimientos.