Atentos a esta entrevista al Padre Rouamba, que nos habla de las violaciones y decapitaciones de católicos en Burkina Faso, a manos del terrorismo islamista
Burkina Faso es uno de los países africanos que se alejan de la influencia occidental para situarse en la órbita de Rusia. Su presidente acusó recientemente a Francia de no apoyar en la lucha contra el terrorismo islamista. Este terrorismo es precisamente lo que causa mucho dolor en la comunidad cristiana del país, como cuenta el Padre Rouamba.

AyL Redacción
Burkina Faso es uno de los países africanos que se alejan de la influencia occidental para situarse en la órbita de Rusia. Su presidente acusó recientemente a Francia de no apoyar en la lucha contra el terrorismo islamista. Este terrorismo es precisamente lo que causa mucho dolor en la comunidad cristiana del país, como cuenta el Padre Rouamba.
Las situaciones de riesgo también son numerosas para el clero. Dos hermanos misioneros de la campaña, por ejemplo, habían sido secuestrados en 2021… Fueron detenidos en un puesto de control por terroristas que los llevaron, con los ojos vendados, al bosque. Allí los maltrataron, los interrogaron sobre su misión y su apostolado. Y, por supuesto, se les pidió que se convirieran al Islam wahabí. Cuando los terroristas les pidieron que rezaran con ellos la oración islámica, se negaron amablemente. Les explicaron que como cristianos rezaban con los Salmos y que la verdadera oración es una oración de “corazón a corazón” con Dios y no se puede imponer desde fuera. A pesar del acoso, respondieron a la violencia con la caridad. Impresionados, los terroristas finalmente los llevaron de vuelta a la carretera y los liberaron.
Su congregación trabaja en varios países de África Occidental. ¿Cómo es la vida allí, en esta región?
El contexto político es muy agitado. Burkina Faso, donde se encuentra nuestra sede regional, ha sufrido recientemente dos golpes de Estado. La inseguridad reina en Malí, Burkina Faso, Togo y Benín, donde se encuentra nuestra provincia, y los cristianos sufren. En 2022, Burkina Faso fue el país del mundo con más ataques contra los cristianos.
La evangelización en estos países es reciente, no se remonta a más de 150 años; y en la mayoría de las regiones, incluso menos de 100 años. Los cuatro países se han visto duramente afectados por el terrorismo islámico. En particular, Malí, pero también Burkina Faso, donde las tensiones y las persecuciones se multiplican. Los cristianos se ven afectados diariamente por las terribles acciones de Al Qaeda y el Estado Islámico.
¿Qué significa ejercer un ministerio en medio de estos peligros?
Pasé la Pascua en Kompienga, Burkina Faso, en un entorno muy especial. Este lugar está aislado del resto del mundo, con accesos cortados por minas y puntos de control mantenidos por terroristas. Sólo podemos llegar en helicóptero. Alrededor de la fiesta de Pentecostés, los terroristas comenzaron a atacar a la población local. Muchas personas murieron o resultaron gravemente heridas y tuvieron que ser evacuadas por vía aérea. Los terroristas también han incautado el ganado y están haciendo todo lo posible para animar a la población a convertirse o irse.
Si la gente se niega a convertirse al Islam, se ve obligada a irse, pero como las carreteras están bloqueadas, terminan en el bosque sin nada. Muchos mueren por falta de comida y cuidado.
En una parroquia de la que somos responsables, un grupo de mujeres intentó romper el bloqueo, pensando que los terroristas no las atacarían. Pero muchas de ellas fueron secuestradas y violadas. Algunas fueron detenidas durante mucho tiempo para ser utilizadas como esclavas sexuales y no regresaron hasta después de varias semanas, embarazadas. Son verdaderos dramas que no son reportados por los medios de comunicación.
Muchas personas han visto a sus seres queridos cortados, decapitados, violados o sometidos a la esclavitud sexual.
¿Cómo afectó todo esto a la fe de la gente?
Los cristianos que habían abandonado la práctica religiosa vuelven a la fe en una época en la que los terroristas hacen todo lo posible para extinguir el cristianismo. Mientras los terroristas impiden que los cristianos se reúnan en las iglesias, las familias se reúnen en sus casas para reavivar la llama de la fe a través de clases de catecismo y fiestas familiares cuando no hay sacerdotes.
Estos cristianos, al ser directamente perseguidos, profundizan su vínculo con Cristo. La sangre de los mártires es la semilla de los cristianos, de una manera particular y actual, aquí en Burkina Faso. En Kompienga, bajo el fuego de los terroristas, las peticiones de bautismo llueven y continúan las clases de catecismo.
Los cristianos que sufren de odio por su fe tienen dos opciones: pueden buscar la salvación fuera de Dios, rebelándose contra Él, o pueden buscarla en el corazón del propio Jesucristo. Nuestros cristianos tienen esta gracia particular de comprender y poner sus vidas en manos de su Salvador.