LOS TIEMPOS DEL ANTICRISTO (IX) El Dragón y las bestias. La Mujer y Su Rosario. Por Daniel Ponce Alegre

 

 

 

Los Tiempos del Anticristo (IX)

 

 

 

Daniel Ponce Alegre
Teólogo – Pontificio Instituto Bíblico y Oriental

 

 

 

En el Capítulo 12 del libro del Apocalipsis, aparece el Dragón.
Éste intenta devorar al hijo que está a punto de nacer de la Mujer y que, cuando le es arrebatado, mueve a la guerra contra sus seguidores.

En el capítulo siguiente, la visión se completa:

”Y vi surgir del mar una Bestia que tenía diez cuernos y siete cabezas, y en sus cuernos diez diademas, y en sus cabezas títulos blasfemos.
La Bestia que vi se parecía a un leopardo, con las patas como de oso, y las fauces como fauces de león:
Y el Dragón le dio su poder y su trono y gran poderío.
Una de sus cabezas parecía herida de muerte, pero su llaga mortal se le curó; entonces, la tierra entera siguió maravillada a la Bestia.
Y se postraron ante el Dragón, porque había dado el poderío a la Bestia.
Y se postraron ante la Bestia diciendo:
”¿Quién como la Bestia? ¿Y quién puede luchar contra ella?”

(Ap.13:1-4)

Esta Bestia, desde los Padres de la Iglesia de los primeros siglos, se identifica con el Anticristo y simboliza, según la Tradición Patrística y el Magisterio de la Iglesia, todo el poder político humano que pretende suplantar a Dios, a Su Ungido, Jesucristo, y a la Reina junto al Hijo, María, que es objeto de odio especial de los pérfidos seguidores del Dragón y de la Bestia.

Los diez cuernos representan la plenitud de poder humano y las siete cabezas, la variedad de formas con que se ha ejercido a lo largo de la Historia dicho poder.

La cabeza herida de muerte se aplica al Imperio Romano que resurgió tras las invasiones bárbaras.
Esta Bestia está acompañada de falsos profetas que propugnan la divinización y legitimidad de todo el poder sobre los hombres y del Gobierno Mundial.

San Juan continúa con la Visión:

”Vi luego otra Bestia que surgió de la tierra y tenía dos cuernos como de cordero, pero hablaba como una serpiente. Ejerce todo el poder de la primera Bestia en servicio de ésta, haciendo que la Tierra y sus habitantes adoren a la primera Bestia, cuya herida mortal había sido curada”.

Aunque la plena luz de estas profecías y visiones se alcanzará tras su cumplimento final, la Tradición nos muestra que el llamado ”Cesaropapismo” encaja con lo descrito por Juan. El Cesaropapismo es la gran tentación del Estado, sea éste comunista, liberal o fascista, totalitario o democrático.
Controlar los actos externos de los ciudadanos y las conciencias (como lleva sucediendo de manera muy especial desde finales del 2019 y la declaración del llamado Nuevo Orden Mundial) es la máxima expresión de Cesaropapismo, la más propia del Anticristo.

La segunda bestia representa tanto a los teóricos de la divinización estatal, y del control humano, como a los propagandistas que la defienden, sean estos políticos, académicos o creadores de opinión social.
Esta grave Apostasía y Soberbia Anticristiana se da cuando creemos el ”seréis como dioses” sin Dios.
Sean monárquicos o republicanos, liberales, socialistas, comunistas o fascistas, el problema viene, no del aspecto político, sino del querer suplantar a Dios y de llegar a afirmar:

”¿Quién como la Bestia?”.

 

Lo que lleva a oponerse a Dios, a Su Ungido y a la Mujer escogida por Él:

Mujer Celestial y Terrenal, María.

 

Ella nos dejó Su Arma, el Rosario, para este mes de octubre y hasta Su Retorno junto al Hijo y Rey, Jesucristo.

Ave Maria Purissima.

 

 

 

 

 

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