“La Sangre de Cristo no te salvará del Covid. Vacúnate”. Así reza una aberrante pancarta en una iglesia católica.
Así es la falsa iglesia bergoglatra e infiel a Cristo. Este pendón está en una Iglesia Católica de Reino Unido

Traducción:
“LA SANGRE DE CRISTO NO TE SALVARÁ DEL COVID. VACÚNATE”
Así es la falsa iglesia bergoglatra e infiel a Cristo. Este pendón está en una Iglesia Católica de Reino Unido
Con respeto, ese templo bien pudiera ser anglicano o protestante. Y si es católico, bien pudiera haber sido obligado por sus autoridades (todas satanizadas) a colgar ese cartel como hace año y medio se obligó, con amenaza policial a sacerdotes incluída, a cerrar todos los templos y suspender el culto. Cuidado con disparar sobre objetivos equivocados, AyL. Nuestro enemigo es satanás y su estirpe, no nuestros hermanos, aunque se hayan equivocado o tengan miedo (como los apóstoles en Getsemaní una vez prendido el Maestro). Cuidado. Mucho cuidado. Sobre la Santa Iglesia de Jesucristo, la Católica Apostólica, se está intensificando la persecución y la coacción extrema sobre obispos y sacerdotes. Eso no deja de ser menos cierto que las meteduras de pata del argentino y algunos de sus obispos. Disparad contra el enemigo, no sobre los propios.
Hugo. No me venga ahora con melindres sobre “quienes son nuestros enemigos”. Nosotros no tenemos más enemigos que los de Cristo. Un abrazo
Buenas tardes. Lo del botón que hay a la izquierda de comentarios, ¿podrían decir qué es? Aparece como una llama, pero no figura etiqueta. ¿Son lectores o visitas? Gracias.
Son las lecturas de esa entrada
Si todo un APÓSTOL de Cristo, como San Juan Evangelista, llama “GRAN RAMERA” a la actual anti-Iglesia pre-Parusía del FALSO PROFETA (Bergoglio, por supuesto) en el último Libro de la santa Biblia, por algo será.
Dejad que, uno, el ÚLTIMO Papa de Dios (Benedicto XVl, claro) fallezca; y dos, el IMPÍO “Francisco” modifique la Eucaristía… Ya veréis lo que Dios va a hacer con la Tierra.
La Gran Ramera de Babilonia, asentada sobre aguas caudalosas (población de las naciones), es el Imperio romano renacido, la democracia, ídolo abominable, porque los reyes del mundo (políticos) fornicaron con ella (es decir, obtuvieron su poder mediante la compra de voluntades, votos, de ahí lo de prostituta). La Gran Ramera de Babilonia bebe del cáliz de la sangre de los santos y mártires (muertos por el poder democrático) sin lamentarse de nada, sino gozando con ello. Tendrá fin cuando toda la soberanía sea transferida a la bestia (China). Y su fin será lamentado por los mercaderes y navegantes del mundo, pero celebrado en el Cielo por la Iglesia Triunfante y en la tierra por los fieles a Jesucristo. A partir de aquí se desatará la guerra de todos los ejércitos contra la Iglesia, pero los fieles con Jesucristo, Rey de reyes y Señor de señores al frente, exterminarán a todos los enemigos de la Santa Iglesia Católica, bestia y falso profeta incluidos, arrojados al infierno. La Iglesia Católica es imperecedera, ni las puertas del Hades prevalecerán sobre la Iglesia, a pesar de que se vea muy reducida en miembros, perseguida y martirizada.
El falso profeta, imagen de la Bestia, es el político, que seduce a las masas con mentiras y engaños (su profesión), hablando como serpientes y haciendo señales por sus medios (mal llamados de comunicación) cuya señal baja del aire (mediante antenas y satélites), incluso haciendo bajar fuego del cielo, es decir, propagando odio contra la Iglesia Católica. Es la burla de la criatura de Dios, hecha a su imagen y semejanza, el hombre y la mujer, como las dos bestias y el dragón es burla de la Santísima Trinidad. El político, sediento de poder ilimitado y vendida su alma al demonio, exigirá una marca en mano derecha o frente para poder comprar o vender como símbolo de adoración a su amo, la bestia satánica, promoviendo asimismo la persecución y exterminio de todo el que no adore a la bestia (idólatra; hoy se utiliza el ídolo de la “ciencia”), igual que Nerón persiguió a los cristianos (únicos en no someterse a la idolatría hacia el emperador, que enloquecido de egolatría se había erigido a sí mismo “divinidad”) en una Roma que había sido arruinada por su tiranía excéntrica y asesina (incendio aparte que fue la guinda a la ruina).
La Santa Iglesia Católica Apostólica, la de Jesucristo Nuestro Señor, Dios Todopoderoso, es la Esposa de Jesucristo, de la que Él es cabeza, como el hombre casado es cabeza de su esposa. Es la comunidad de los santos, mártires y fieles a Jesucristo Nuestro Señor, verdadera cabeza de la Iglesia Católica, la única y verdadera, que espera el Reino de Dios, la boda o unión definitiva con Dios. Y representa la Santísima Voluntad de Dios de reunir a sus hijos como la gallina reúne a los polluelos bajo sus alas, aunque los enemigos de Dios, lobos bajo apariencia de corderos, asalariados, traten infructuosamente de dispersarla y destruirla, incluso con cismas como el de Lutero, sirviendo así a satanás y derramando mucha sangre de mártires y santos.
Es la UNICA SANGRE que no puede contagiarnos.
Sangre que habla mejor que a de Ábel
En el fondo de la pancarta figura un título “Protect our Health Care Workers”: “Proteja a nuestros trabajadores para el cuidado de la salud”. La similitud con las reivindicaciones de los sindicatos (tipo CCOO y UGT) de personal sanitario español son claras. Pero bueno. También en San Sebastián a Monseñor Munilla le han colgado en algunas iglesias propaganda de reagrupación de presos asesinos terroristas de ETA y a las iglesias de la región catalana una bandera de esas que se parecen a la de Cuba mezclada con la de Aragón, la de los que odian a España y a nosotros, los españoles, porque de amor a su región nada de nada. No ama más un gerundense a Gerona que un zamorano a Zamora por odiar el primero más a España entera (me refiero solo a los antiespañoles de la provincia de Gerona, no a los que aman a España también, la mayoría, aunque silenciada).
También es cierto que el Arzobispo de Toledo consintió un baile pornográfico en la catedral de Toledo hace no mucho. Y las mamarrachadas y escándalos se multiplican por doquier. Pero no todas son consentidas por los curas y por los feligreses católicos.
La Sangre Preciosísima de Cristo protege DE TODO, como su Sacratísimo Cuerpo en la Eucaristía. Como los sacramentales: oración constante, jaculatorias, agua bendita, escapularios, visita al Sagrario, misa diaria, mortificación, la oración de gracias, lectura detenida y meditación de los Santos Evangelios acercándose a Dios con humildad, lectura de santos y santas, apartamiento, silencio, etc. No hay medicinas y tratamientos más potentes contra todo tipo de males y enfermedades físicas, psíquicas y espirituales. Dios todo lo puede. Lo que ocurre es que hay muy poca Fe, y menos humildad para dirigirse al Señor, y eso se paga caro.