Mons. Voderholzer advierte que la Asamblea Sinodal alemana intenta remodelar la Iglesia según el modelo protestante
AyL Redacción
Agencias / Katolisch
El obispo de Ratisbona, Mons. Rudolf Voderholzer, considera la Asamblea Sinodal en Alemania un esfuerzo para remodelar la Iglesia católica «según el modelo de las constituciones eclesiásticas protestantes». Además rechaza que la moral sexual católica esté detrás de los abusos. Al contrario, es su «notorio desprecio» lo que está en la raíz de dichos abusos sexuales.
El obispo considera que el Camino Sinodal está sobrecargado con «demasiadas y muy altas expectativas». De hecho según el derecho eclesiástico sus posibles decisiones no son vinculantes. Por lo tanto, el obispo seguirá implicándose «y, si es necesario, seguiré siendo incómodo». Según Voderholzer, un número creciente de obispos alemanes también están preocupados por tomar la dirección equivocada. Sin embargo, muchos obispos «apenas» se han ocupado del Camino Sinodal.
En la entrevista, Voderholzer rechazó la idea de que se esté dando una actitud demasiado vacilante ante la violencia sexual en la Iglesia. «Por el contrario, me parece que la Iglesia dirigida por viejos célibes es la que más ha avanzado de todas las instituciones en la prevención, el esclarecimiento y la superación de los abusos sexuales», subrayó el obispo, mientras que también hay «comunidades eclesiásticas organizadas sinodalmente» en Alemania que lo tienen mucho más difícil. La culpa de las agresiones sexuales no la tiene la moral sexual de la Iglesia, sino su «notorio desprecio». En cuanto a la cuestión de las mujeres en el ministerio ordenado, Voderholzer subrayó que la constitución interna de la Iglesia no depende de los valores occidentales vigentes, sino del «Nuevo Testamento y la voluntad de Jesucristo de fundar la Iglesia».
El obispo de Ratisbona considera respecto al sacerdocio que habría que poner más énfasis en la unidad de los consejos evangélicos de celibato, pobreza y obediencia. En una verdadera reforma, dijo, hay la posibilidad de ser más creíble como iglesia y no de volverse aún más «burguesa». «Quizá necesitemos liberarnos del impuesto eclesiástico para volver a ser más cristianos, en contra de la secularización denunciada por Benedicto XVI», subrayó Mons. Voderholzer.
