Escandaloso: Se descubre que hospitalizados por el virus que contaban historias dramáticas y pedían a todo el mundo que se vacunara, son en realidad actores
Se han difundido al menos tres vídeos en los que unos pacientes hospitalizados relataban su dramática experiencia con el virus y pedían a la gente que se vacunara. Una vez colgados en las redes sociales varias personas han investigado a esos pacientes y han descubierto que, casualmente, en los tres casos eran actores.

AyL Redacción
Agencias
Las noticias que poco a poco, se van descubriendo relacionadas con el virus empiezan a ser sumamente escandalosas. Además de las grandes mentiras que se nos está contando con esto de la vacuna, se nos está dando información sesgada sobre los efectos de esas vacunas en la mayor parte de la población y sobre las consecuencias, dramáticas en muchos casos, que están provocando.
Por ejemplo, escandaloso es lo que ha sucedido en Australia. Se han difundido al menos tres vídeos en los que unos pacientes hospitalizados relataban su dramática experiencia con el virus y pedían a la gente que se vacunara. Una vez colgados en las redes sociales varias personas han investigado a esos pacientes y han descubierto que, casualmente, en los tres casos eran actores.
La noticia ha sido destapada por ‘Media Watch’.
Los vídeos fueron grabados en el Sidney´s Concord Hospital por la doctora Lucy Morgan y difundidos, además de por las redes sociales, por grandes cadenas de televisión.
Pero la gente comenzó a investigar e incluso realizaron llamadas a los hospitales haciéndose pasar por familiares de los ingresados para poder hablar con ellos. Sorprendentemente, la telefonista del hospital contestaba siempre que no había nadie ingresado con esos nombres.
Media Watch, un programa de televisión de ABC Australia, descubrió un escándalo en varios informes de noticias que presentaban pacientes supuestamente ‘enfermos’ con COVID en los hospitales. ¡Resulta que todos son actores de crisis!
Paul Barry informó sobre Ramona, uno de los 700 pacientes con COVID hospitalizados en Australia a fines del mes pasado.
Quien, junto con otros dos en el Concord Hospital de Sydney, estaba ansioso por advertir a las personas sobre los peligros de COVID al compartir historias desgarradoras sobre la enfermedad desde sus camas de hospital:
FAWAZ DANDAN: Por favor, vacúnese. Ojalá lo supiera de antemano.
OSAMA AHMAD: … dificultad para respirar, algo que ataca los pulmones. Fue duro.
Las imágenes de esos pacientes, identificadas solo por sus nombres, fueron grabadas por la Dra. Lucy Morgan y publicadas por New South Wales Health. Y llegó a todas las cadenas principales, incluidas ABC News, Ten News First y Seven News.
Pero pronto la gente en las redes sociales se preguntó si el video de New South Wales Health era en realidad una falsificación.
Y entre los escépticos se encontraba el ex-senador de One Nation, Rod Culleton, cuyo post recibió miles de me gusta, y otro ex-senador, David Leyonhjelm.
¿Se dan cuenta que el problema no es tan solo que haya gente poderosa organizando toda esta farsa?
El gran problema es toda esa gente que, a cambio de dinero, colabora en actos criminales como estos.
Nos resulta hasta increíble que pueda haber gente así.
PINCHAR AQUI PARA ACCEDER AL VIDEO DE MEDIA WATCH – INGLES
Lo que faltaba. Sí, está claro todo. O confía uno en Dios, que es Camino, VERDAD y Vida (y no nos queda otra a los católicos, porque la corrupción extrema apesta ya por todos lados en toda la tierra), o confía en los esclavos de la MENTIRA y, por tanto, de satanás. Lo que hasta hace pocos años era fiable, hoy ya no lo es. Tal cual.
Por cierto. Los servicios sanitarios de todos los países occidentales (públicos, de beneficencia o privados subvencionados o protegidos de competencia) ya llevaban estando saturados varios años, con listas de espera, exceso de consultas e intervenciones quirúrgicas (algunas frívolas, como las estéticas o las de cambio de órganos sexuales en enfermos), envejecimiento de la población y hábitos de la población muchísimo más insanos que en el pasado (sedentarismo creciente, mala alimentación, drogas generalizadas, etc.), el déficit financiero de esos servicios sanitarios es creciente, lo que obliga a cerrar centros de asistencia y hospitales, no pudiéndose contratar más profesionales (cada vez más abrumados y estresados los que ahora trabajan). La ruina sanitaria, señal de la ruina de personas (física, psíquica y, sobre todo, espiritual), de naciones, sistemas de seguridad social, multinacionales y grandes empresas, fondos de inversión, etc., tras años de extremada insensatez e irresponsabilidad, ha podido impulsar a los endemoniados poderosos financieros, económicos y políticos a llevar a cabo monstruosidades, como la legalización del asesinato o EUTANASIA por ejemplo.
Teniendo en cuenta todo esto y otras cuestiones referentes a la podredumbre moral imperante, los poderes públicos han procedido a cometer la salvaje ilegalidad criminal (de momento impune) de vender muestras de sangre e historiales sanitarios para poder seguir en el poder, a farmacéuticas, laboratorios, etc., para sus finalidades, en nada aceptables en términos cristianos en muchos casos.
Si el llamado covid 19 es un arma bioquímica que pretende exterminar selectivamente según ADN a determinadas personas (ojo, si es así), por ejemplo las que disciernen moralmente (bien o mal) y entre verdad y mentira, sin atacar a otras (quizá más dóciles al poder satánico imperante), estaríamos ante una satánica alianza de magnates, mercaderes, políticos y burócratas a nivel mundial que no descartaría en absoluto que la anomalía actual fuera la que precisamente nos describe el libro del Apocalipsis sobre la marca de la Bestia.y las plagas que preceden a la destrucción de la Prostituta de Babilonia y la segunda venida de Nuestro Señor Jesucristo. Ocurrirá o no, pero es extremadamente sospechoso y perverso que la anterior pandemia del ébola, que se inició en un país de África occidental miserable, se atajase de modo contundente y con mínimas víctimas fuera de ese país afectado, mientras que la actual se ha expandido por todo el mundo de un modo tal que hace dudar de si realmente ha habido tanta incompetencia o desconocimiento y sí, más bien, maldad infinita, Los ejércitos también callan mucho sospechosamente.