LA CRUZ
Sylvia Zamora
Responsable de oración, formación y espiritualidad
Adoración y Liberación
Jesús por amor, padeció la muerte e incluso sintiéndose abandonado y terminó su vida con un grito hacia el Padre Eterno, y en el último instante acogiendo a todos los pecadores encomendó su alma a Dios.
No podemos olvidar la cruz, ni su insondable sentido”salvífico” que está mucho más allá del concepto humano- histórico de la pasión.
No podemos vivir alejados de la cruz, ni del crucificado Nuestro Señor Jesucristo, no podemos considerar la cruz como algo que ya pasó antes de la resurrección, ya que un cristiano que rechaza la cruz rechaza al crucificado.
La cruz debe ser exaltada como signo de triunfo y Victoria “con este signo vencerás”,( inscripción que se le apareció al Emperador Constantino antes de la batalla contra Majencio) la cual ganó a pesar de la inferioridad de soldados que tenía.
Nuestro Señor crucificado está muy lejos del estilo de vida que se lleva en el mundo, que se ha vuelto insensible y ajeno a las cosas de Dios.
No podemos dejar de mirar, ni de hablar de Jesucristo crucificado, no podemos reducir a la Iglesia a la vida de parroquias, actos sociales, a una acomodamiento de las cosas de Dios a nuestro estilo personal de vida egoísta e insensible.
Está claro que el Reino de Dios es lo que hemos de alcanzar y por lo que luchamos, pero para alcanzar ese Reino, no podemos olvidar a Jesucristo crucificado, ni dejar de mirar sus heridas atroces, los agujeros de los clavos que atravesaron brutalmente sus manos y sus pies.
Somos discípulos del Señor y Él ya ha pagado nuestra redención, no podemos olvidar la hondura ,el significado de la crucifixión, el sentido de la cruz, no podemos convertir la cruz en algo que lleva a una simple sensiblería.
No podemos rechazar ni olvidar a la cruz, ni en nuestra vida, ni por supuesto en la vida de la iglesia, donde tiene que tener un lugar primordial.
Ya no se prédica directamente sobre la cruz , sólo nos queda el ejemplo de los santos y los mártires porque ellos si lo hacían, ellos se entregaban y se abrazaban a Jesús en la cruz.
Ya apenas se prédica sobre la cruz y si se hace se hace en momentos muy puntuales ,como si eso no formará parte central de nuestra vida.
La cruz es el centro de la vida cristiana, porque es fuente inagotable de vida ,no podemos estar sólo anhelando el bienestar en este mundo, no podemos rechazar su terrible realidad, es triste ver como en estos últimos tiempos especialmente se ha ido eliminando la cruz y todos los lugares como hospitales , instituciones, colegios, incluso en los propios hogares…ante la pasividad de un gran sector de la propia iglesia que no ha luchado por defender a la cruz y se ha adherido a políticas de ideas sociales , meramente humanas, dejando de lado a la cruz hasta tal punto que ha ido desapareciendo ante los ojos atónitos de los pocos católicos que la valoran.
Observando con tristeza como cuando se aparta la cruz de la vida del cristiano , éste se deshumaniza. Al contrario, cuando el ser humano la acepta voluntariamente, esta eleva al hombre a una dimensión humana y espíritual tan grande que es difícil de imaginar.
Y esto lleva al católico a saber que tipo de persona decide ser ,si ser seguidor del mundo o ser seguidor de Jesucristo en la Cruz que nos dice: ” El que quiera seguirme, tome su cruz y me siga” .
Meditemos como están íntimamente unidos Jesús y el camino que eligió.
Él nos llama de una forma hermosa, sosegada pero a la vez única y tajante.
Ante esta llamada , ¿que esperamos hacer?
¿Que le vamos a responder?
¿Que camino vamos a seguir?…
Jesús te llama a cargar tu cruz
El te mueve a escoger…. sólo de ti depende que camino tomar.
¿Que tipo de cristiano has elegido ser?
Cristiano con cruz o sin ella.