CORREDENTORA. Por Antonio Caponnetto
El Adviento ya está entre nosotros. El mismo nos recuerda, entre otras cosas, que uno de los fundamentos tradicionales de la corredención mariana, es inteligir que, gracias a Ella, a Nuestra Señora, fue posible el nacimiento del Redentor. Encarnación del Verbo y Corredención son dos términos que se completan y asocian en el divino plan del Creador.

Dr. D. Antonio Caponnetto
Para Adoración y Liberación

Como es tristemente sabido, un texto emanado del Dicasterio de la Doctrina
de la Fe, titulado “María Populis Fidelis”, niega la doctrina de la corredención
mariana, aduciendo, entre otras naderías, que dicho título virginal es “siempre
inoportuno” y que puede llevar confusión a los fieles.
El responsable de esta ofensa
es el titular del mencionado Dicasteriio, el Cardenal Fernández; pero sobre todo,
quienes lo ha colocado en ese cargo que no merece, y se lo conservan y alimentan.
Esto es, los papas Francisco y León XIV respectivamente, que deberán rendir cuenta
de tan grave resolución. Lo verdaderamente inoportuno y escandaloso es que la
definición sobre algo tan digno y delicado como un título mariano, le haya sido
confiado a un personaje perverso cuanto anómalo y con graves perturbaciones
mentales y morales:tal el mencionado Fernández.
Hace ya unos cuantos años, hacia 1973,el Obispo de Ratisbona, Monseñor
Graber, ante los viles ataques que venía sufriendo María Santísima –sobre todo
dentro de la Iglesia- pronunció unas palabras que conviene recordar ahora: “El
ataque demoníaco a María nos llena de esperanza; sí, incluso digo constantemente de
esperanza. Es la peripecia. Si la misericordia de Dios es proverbial, Cristo no deja
que insulten a su Madre. Su intervención está cercana”. Ningún hijo deja de salir en
defensa de quien le dió a luz.
El Adviento ya está entre nosotros. El mismo nos recuerda, entre otras cosas,
que uno de los fundamentos tradicionales de la corredención mariana, es inteligir
que, gracias a Ella, a Nuestra Señora, fue posible el nacimiento del Redentor.
Encarnación del Verbo y Corredención son dos términos que se completan y asocian
en el divino plan del Creador. Es por eso, que en este Adviento, hemos querido
dedicarle a María Santísma estos versos que la elogian y encomian como
Corredentora.
Santa Navidad, queridos amigos.
Perdónalos Señora, tú que sabes de penas,
de antigua profecía veraz y anunciadora,
enjuga los dolores, rocía las afrentas,
Dios dispuso que fueras nuestra corredentora.
Has llevado contigo como madre abnegada
al que haría el rescate del humano linaje,
nueve lunas te vieron y en Belén se abrió al mundo
la era fundadora del salvífico Viaje.
Con tu gesto oblativo en noche nazarena
-esa noche al sereno, el establo estrellado
manumisión nos diste por voluntad divina
que te asignó ser vientre para el Verbo Encarnado.
Después en el Calvario, desde el Madero el Hijo,
supo que co-inmolabas, y a Juan confió el secreto,
Miqueas e Isaías lo entrevieron de antaño,
tu llanto fue acueducto, divino parapeto.
Esas lágrimas, Madre, que cantan la liturgia,
son coágulos de cielo que portaron tus ojos,
de gozo en el pesebre consintiendo tu parto,
de aflicción en la hora de los crueles despojos.
Y si acaso el agravio mereciera un castigo,
porque el amor genuino sabe ser punición,
que tu clemencia sea una luz mediadora,
indulgencia y arresto,destierro y remisión.
Asociada quedaste para siempre a tu Hijo,
el Trono Trinitario o el Gólgota atestiguan
que no sólo intercedes sino que es colindante
la fuerza de tus manos que al caído apaciguan.
Tu fuiste la oportuna, la pertinente luna
que abrevó del invicto y unigénito Sol,
corredentora nuestra, refugio de la gracia,
tu manto es del doliente un seguro crisol.
Hay algo en tus pupilas cuando plañes y el luto
transverbera el costado de tu pecho gimiente,
tu calcañar anuncia la misión asignada
de aplastar victoriosa la siniestra serpiente.
Corredentora criolla de estas tierras fundadas
entre aceros hispanos y tronos imperiales,
intercede por nos con un nuevo milagro:
pide el vino en Caná que somos comensales.
Que somos comensales sedientos, y un desierto
cruzamos con menguada,final caballería.
Condúcenos las riendas, enfila los estribos,
Corredentora Virgen, Nuestra Dama María.
Nochebuena 2025
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