Oración de la Mañana ante el Sagrado Corazón de Jesús
Reza esta oración cada mañana y comparte el video con tus seres queridos para que también encuentren paz, esperanza y consuelo en el Sagrado Corazón de Jesús.
Comenzar el día con el corazón en Dios es la mejor forma de encontrar paz, fortaleza y sentido en todo lo que hacemos. La Oración de la Mañana al Sagrado Corazón de Jesús es una invitación a ofrecerle al Señor nuestras intenciones, preocupaciones y anhelos desde los primeros momentos del día. Al elevar esta plegaria, abrimos el alma al amor infinito del Corazón de Cristo, fuente de misericordia y consuelo para quienes confían en Él.
Esta oración, que podrás escuchar y rezar en el video, está pensada para ser un momento de encuentro personal con Jesús, una pausa de serenidad antes de comenzar la jornada. A través de sus palabras, pedimos que su luz guíe nuestras decisiones, que su bondad inspire nuestras acciones y que su paz habite en nuestro corazón.
Dedicar unos minutos cada mañana a esta oración te ayudará a renovar tu fe, fortalecer tu espíritu y vivir el día con esperanza y gratitud. Escúchala con calma, deja que sus palabras te acompañen y permite que el Sagrado Corazón de Jesús transforme tus pensamientos y emociones con su amor inagotable.
Haz de esta oración un hábito diario y permite que el Sagrado Corazón transforme tu jornada, llenándola de luz, gratitud y propósito.
Reza esta oración cada mañana y comparte el video con tus seres queridos para que también encuentren paz, esperanza y consuelo en el Sagrado Corazón de Jesús.
Oración de la Mañana ante el Sagrado Corazón de Jesús
Señor mío y Dios mío,
al abrir mis ojos a la luz de un nuevo día, mi alma se inclina ante Ti.
Tú, que eres el Principio y el Fin de todo lo creado,
me concedes el don inmerecido de un nuevo amanecer.
Recibo este día no como una costumbre, sino como un misterio,
como una nueva oportunidad de amarte, servirte y reparar.Te adoro, oh Dios eterno,
Presencia silenciosa que habita en lo más íntimo del alma.
Te reconozco como mi Creador, mi Redentor y mi Santificador.
Nada soy sin Ti, y fuera de Ti todo es vacío y ceniza.Te ofrezco, desde el primer aliento de esta mañana,
mi entendimiento para que contemple tu Verdad,
mi voluntad para que se abrase en tu Amor,
mi memoria para que no olvide tus beneficios,
mi corazón para que lata al compás del tuyo.Corazón Sacratísimo de Jesús,
fuego divino que arde en medio del hielo de este mundo,
haz que mi pobre corazón se funda en el tuyo.
Consume en mí todo egoísmo, todo orgullo y toda tibieza.
Hazme dócil a tus inspiraciones, firme en la prueba y humilde en el triunfo.
Que cada latido de mi pecho sea un acto de amor,
cada respiración una súplica,
cada mirada una alabanza.Oh Jesús,
te ofrezco este día en reparación por los pecados del mundo:
por las blasfemias, los sacrilegios, las profanaciones de tu Santísimo Nombre,
por la indiferencia de tantos que, conociéndote, no te aman,
y por los míos propios, que tantas veces te han herido.Que todo mi obrar, hablar y pensar
sea para gloria de tu Nombre y salvación de las almas.
Que mi cruz cotidiana —pequeña o grande—
sea llevada con paciencia y ofrecida por amor.
Haz que, unido a Ti, nada me turbe,
porque quien te posee, Señor, lo posee todo.Virgen Santísima, Madre de Dios y Madre mía,
estrella de la mañana, aurora del Sol divino,
te consagro también esta jornada.
Recíbela en tus purísimas manos y preséntala a tu Hijo.
Haz que, bajo tu manto, viva en estado de gracia,
y que toda mi jornada esté perfumada por tu presencia maternal.
Enséñame a guardar silencio,
a orar con el corazón,
a ofrecer sin quejarme,
y a sonreír incluso en medio de la prueba.🕊 Santo Ángel de mi Guarda,
custodio de mi alma, compañero fiel de mi peregrinar,
te encomiendo cada paso de este día.
Defiéndeme de las insidias del demonio,
de la vanidad del mundo y de la debilidad de mi carne.
Haz que no dé un solo paso fuera del camino de la Voluntad divina.
Recuérdame a menudo que mi vida es breve,
que la eternidad se acerca,
y que lo único necesario es amar a Dios y salvar el alma.Señor Jesús,
haz que mi alma viva hoy como si fuera el último día de mi vida.
Que el temor santo de ofenderte me guarde vigilante,
que el deseo ardiente de verte me mantenga firme,
y que la esperanza del Cielo me impulse a obrar con caridad.Dame un corazón que sepa agradecer,
unos labios que solo hablen bien,
unos ojos que vean con pureza,
unas manos que trabajen con diligencia,
y unos pies que corran presurosos hacia el bien.En Ti, Señor, confío mi jornada, mis obras, mis alegrías y mis penas.
Haz que todo sea por Ti, contigo y en Ti.
Y cuando el sol se oculte al caer la tarde,
que mi alma pueda decir con verdad:
“He vivido este día bajo la mirada de Dios”.Corazón de Jesús, en Ti confío.
Corazón de María, sé mi amparo.
Jesús, María y José, salvad las almas.
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla.
Santos Ángeles y bienaventurados del Cielo, interceded por nosotros.Amén. ✝️
(Vicente Montesinos)