Oración en la Mañana: Comenzar el Día con Alabanza, Ofrenda y Confianza.
Oración de la Mañana
La Oración en la Mañana constituye ese instante sagrado en que abrimos nuestros corazones a Dios.
En ella se entrelazan alabanza, ofrecimiento de las acciones diarias, súplica y abandono confiado en su providencia.
Las palabras del salmista resuenan en cada amado:
“¡Dios mío, tú eres mi Dios; por ti madrugo, mi alma está sedienta de ti!”
(Sal 62,2)
“Por la mañana, escucharás mi voz…”
(Sal 5,4)
Tradicionalmente, la devoción de la Ofrenda Matutina, inspirada por el P. François-Xavier Gautrelet en el siglo XIX, nos invita a ofrecer a Jesús, por medio del Inmaculado Corazón de María, nuestras oraciones, trabajos, alegrías y sufrimientos, unidos al Santo Sacrificio de la Misa por las intenciones del Sagrado Corazón.
Practicar estas actitudes —alabanza, ofrecimiento, súplica y confianza— ayuda a transformar un simple momento al despertar en un acto consciente de entrega, permitiendo que el día sea un canto vivo a la gloria de Dios.
Oración de la Mañana
Santísima y Augustísima Trinidad,
un solo Dios en tres Personas,
creo que estáis aquí presente.Os adoro con sentimientos
de la más profunda humildad,
y os entrego de todo corazón
los homenajes que son debidos
a vuestra soberana Majestad.Dios mío, os agradezco humildemente
todas las gracias que hasta aquí me habéis concedido,
y por efecto de vuestra bondad contemplo este día,
que quiero emplear únicamente a vuestro servicio.Os consagro, pues,
todos los sentimientos, palabras, acciones y trabajos
que tuviera hoy.
Bendecidlos, Señor,
para que ninguno deje de ser animado por vuestro amor
ni de procurar vuestra mayor gloria.Adorable Jesús,
Divino modelo de perfección
al que todos debemos aspirar,
voy a aplicarme, en la medida de lo posible,
a hacerme semejante a Vos:manso, humilde, casto,
celoso, paciente, caritativo y resignado.Y pondré todo el empeño
en no recaer hoy en las faltas
en las que tantas veces he caído
y de las que sinceramente deseo corregirme.Dios mío, conocéis bien mi flaqueza:
nada puedo sin el auxilio de vuestra gracia.
No me la neguéis, oh Dios mío.
Auxiliadme en mis necesidades,
dadme fuerza suficiente para evitar el mal
y practicar el bien que de mí esperáis,
y para sufrir con paciencia
las penas que queráis enviarme.Os ofrezco, oh Dios mío,
en unión con el Sacratísimo Corazón de Jesús
y por medio del Inmaculado Corazón de María,
mis oraciones, obras y sufrimientos de este día,
en reparación de todas las ofensas
y por todas las intenciones
por las cuales el mismo Divino Corazón
está continuamente intercediendo
y sacrificándose en nuestros altares.Os las ofrezco particularmente por…
(formular la intención principal del día).Todo por Vos, Corazón Sacratísimo de Jesús.
Por Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que contigo vive y reina
en la unidad del Espíritu Santo,
Dios, por los siglos de los siglos.Amén.
“Que esta oración matinal sea el latido que anima tu jornada con paz, propósito y fidelidad al Corazón de Cristo. Si su amor te inspira, colabora con el Apostolado mediante Bizum, PayPal o transferencia, o visita nuestra Tienda para sostener esta obra espiritual. ¡Empieza cada amanecer ofreciendo tu vida a Aquel que nos renueva siempre!”
Mis oraciones de la mañana. Por Abraham García González (DESCARGA PDF)