Por Carlos Núñez
Para Adoración y Liberación
Un Dios en el Cielo Había…;
y un hombrecillo en el suelo.
Creó Dios agua y arenas .
Modeló cien mil figuras.
Todas plenas de hermosuras,
pero…,sin sangre en las venas…
Al pronto…, Batió sus Palmas,
y cobraron todas vida.
Cada cual en la medida
que les dotaban sus almas.
Vegetativas las unas,
Con precario movimiento:
Crecer,y mecerse al viento,
casi cual hacen las dunas…
Otras,siendo sensitivas;
más autónomas e inquietas.
Urdiendo infinitas tretas
para huir del mal, esquivas…
Y por fin,las que sabiendo,
-por tener inteligencia -,
son capaces de hacer ciencia,
conscientes de estar….i muriendo !
Ese “ser-para-la muerte”,
que dice Heidegger,sabio.
Que es cons-cien-te,y con su labio
expresa su propia suerte …
Un ser que,aunque criatura,
tanto enamora a Dios Mismo
que ,con Divino Optimismo,
Rescata,Redime y Cura.
Y cual Niña de sus Ojos,
Protege,Mima y Resguarda.
Y ,cual Padre Bueno, Aguarda
cuando se pierde entre abrojos.
Había Un Dios en el Cielo…
Y en la tierra un mequetrefe….
Aquél…Creador y Jefe;
éste,un gusano en el suelo…
Pero Dios, en su Delirio
de Amor por tal sabandija,
Descendió hasta su cobija;
y su Amor Llegó al Martirio….
Sí. Hay Un Dios en el Cielo;
y un hombrecillo en la tierra;
que al Amor Mismo se cierra,
causándose daño y duelo.
Pero Dios le Quiere tanto,
que -Paciente-,le perdona.
Y que su Gracia le Dona
porque Busca Hacerle Santo…
Un Dios en el Cielo Había…;
y un hombrecillo en el suelo.
sumido en llanto y en duelo,
aunque su Dios le Quería.
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